abrelatas
11.02.2011

Reescribir el recuerdo

por abrelatas

«El lector probablemente objetará que no es posible recordar los recuerdos de otra persona, y que -como yo mismo reconocí hace un momento- cualquier intento de llevar a cabo tal acto de recuerdo sólo puede llevar a una falsificación. A esta objeción hipotética respondo que, para el ficticio escritor de cartas de Sans Soleil [de Chris Marker], no puede haber ningún recuerdo exacto o auténtico. La función de recordar, como en un determinado momento sugiere, es transformar, no reproducir. Sigue leyendo

05.02.2011

Cultura ≠ Industria Cultural

por abrelatas

Comencé la tarde de sábado viendo este fragmento de «Ocean’s Twelve». En él, Vincent Cassel encarna a un ladrón que, para intentar robar un valioso tesoro, tiene que pasar una sala entera llena de láseres que se mueven aleatoriamente. Y lo consigue bailando breakdance al ritmo del tema «Thé à la menthe» del grupo francés de hip-hop La Caution (canción en Goear.com).

No sé si será que como me dijo Fran, «la tranquilidad es una bajeza moral» (Tolstoi) o simplemente que nunca podré escapar a mi obsesión de contar historias. Lo cierto es que me descargué la canción y empecé a escucharla en bucle con la noble (aunque pretenciosa) intención de escribir algo que rimara. Después de 2 horas, me di cuenta de que se me ha pasado el arroz para ser Kanye West. Apenas tenía esto escrito. Sigue leyendo

31.01.2011

Pedro G. Romero en 140 caracteres

por abrelatas

Paco tiene la teoría de que cuando una conferencia es muy buena, es imposible narrarla en Twitter. Quizás sea porque Twitter se queda corto para las cosas importantaes. Porque en el fondo y como decía Marta Peirano (parafraseando a Nicholas Carr) todos tememos que «si no desaceleras y empiezas a leer libros de nuevo, te condenarás a un modelo de pensamiento superficial, basado en las decisiones instantáneas y la falta de concentración». Sigue leyendo

19.01.2011

Recordando pasado mañana

por abrelatas

Año 2060.

Me cité con un/a antiguo miembro del colectivo ZEMOS98. Desde un principio, nos pide no hacer pública su identidad, prefiere mantener el anonimato. Aunque tenemos nuestras dudas, decidimos respetar su petición. Por su edad y para su comodidad, quedamos en su casa. Vive a las afueras de una gran ciudad (que por coherencia, también omitiremos). Sigue leyendo

28.12.2010

Compost

por abrelatas

La cabecera de este blog, realizada por el gran DJ Gráfico Ricardo Barquín, tiene una distorsión en bucle de la palabra Remezcla. Lo cierto es que en ZEMOS98 tenemos una charla construida colectivamente y titulada “Remezcla audiovisual”. Me encantaría desglosar en el blog algunas de las ideas centrales de dicha charla. Espero ir haciéndolo poco a poco a partir de 2011. Sigue leyendo

27.12.2010

Noselandia

por abrelatas

Estos días la red está agitada. Se está hablando mucho sobre cultura, descargas, leyes, propiedad intelectual…y es normal, nuestro futuro como sociedad está en juego.

Desde la cálida Fuerteventura y lejos de mis habituales huellas, siento cierta impotencia. Aquí estoy rodeado de mundanos placeres, tales como copiosas comidas, afectos familiares y entropías comunicativas que ponen a prueba cualquier teoría sobre los límites de la dispersión. Es difícil concentrarse. Por esto trato de leer fugazmente todo lo que se escribe. Y me siento muchedumbre. Oigo en mi interior el eco desordenado que producen las miles de palabras que se están escribiendo día a día. Y no consigo escuchar con claridad que decís y qué pienso.

En mi constante obsesión creativa por “hacer algo” cuando “ocurre algo”, decidí pedir consejo a Sofía. Ella me dijo: “No intentes abarcarlo todo, piensa en pequeño”. Y así nació Noselandia.

Sigue leyendo

19.12.2010

Ecuación social

por abrelatas

– Persona A se pronuncia en contextos privados de forma crítica con respecto a las propuestas de la Persona B.

– Persona A no se pronuncia en contextos públicos de forma crítica con respecto a las propuestas de la Persona B.

– Persona B sabe que Persona A se pronuncia en contextos privados de forma crítica con respecto a sus propuestas.

– Persona B no se pronuncia en contextos públicos con respecto a las propuestas de la Persona A.

– Persona B lleva tiempo pronunciándose en contextos públicos de forma complaciente con respecto a las propuestas de la Persona C.

– Persona A y Persona B se conocen personalmente. Personas A y C no se conocen personalmente. Personas B y C no se conocen personalmente.

– Personas A, B y C usan twitter. Las Personas A y B siguen a C. Persona C no sigue ni a Persona A ni a Persona B.

– Persona A se pronuncia un día en un contexto público de forma complaciente con respecto a las propuestas de la persona C.

Ejercicio propuesto: identifica la incógnita.

10.12.2010

La ficción como refugio

por abrelatas

En mi anterior entrada escribí un relato. Mi intención era, como dije en los comentarios, hacer una reflexión a través de la ficción sobre la desconfianza que me produce la unanimidad y sus devastadores resultados multi-mediáticos. Pero al margen del contenido del relato, comencé a preguntarme…¿por qué casi todo lo que llega a mi cabeza tiende a convertirse en ficción? No pretendo acudir al manido debate entre realidad y ficción. Se trata más bien de algo que me dijo hace poco un bartleby amigo: quizás las personas con capacidad para el lenguaje sintético acceden con más facilidad (y entiendo que por tanto también los construyen) a relatos no-lineales, al mismo tiempo que les cuesta más concentrarse en leer relatos lineales…¡Ese soy yo!

Y pensando en lo poco que a veces leo de (y acerca de) ficción, pero la importancia que tiene en mi vida…me daba cuenta de que la ficción es para mi un refugio. Como leía hace poco de un bartleby invitado a #quiereshacerelfavor, que decía que escribía cada vez que algo le cabreaba. Y yo, que he osado no leer nunca un libro de Vila-Matas,  leí una vez en una de sus entrevistas una frase que repito en muchas ocasiones: escribir es corregir la vida. Pero el refugio también es un lugar para la cobardía y la inseguridad. Es un lugar en el que apuntalarse y desde el que cualquier cosa es justificable. «No es un artículo, es ficción», escribí en los comentarios del anterior post. ¿Se merece esa inmunidad diplomática un relato? ¿No es acaso una excusa para acudir a ese confortable amparo que nos provee la ficción?

En cualquier caso, ya sabéis que de mayor quiero hacer la versión española de The Wire. Mientras tanto, sigo aprendiendo y jugando con los entresijos de la ficción.

04.12.2010

Españolada

por abrelatas

Recuerdo una de esas ocasiones en la que alguien te ayuda a reconstruir el significado de una palabra. En este caso se trataba de “Españolada”. Hasta aquel momento, esa palabra aludía para mi a “películas malas del estilo de Fernando y Esteso”. Pero resultó ser que no. En el ámbito académico-universitario relacionado con la historia de la comunicación audiovisual, “Españolada” puede referirse a los estudios en torno a cómo se ha construido una imagen romántica de lo español a lo largo de la historia. Y resulta que uno de mis profesores de la carrera, Luis Navarrete, realizó su tesis sobre ese tema. En la versión editada en papel, Luis nos explica cómo fueron los escritores franceses románticos los primeros que, tras pasar por el sur de España, extrajeron una serie de tópicos para realizar relatos de ficción en los que hablaban de toros, gitanos, hogueras, navajas y muchas cuestiones que aún perduran en el imaginario colectivo fuera de nuestro país.

En una ocasión tuve la suerte de asistir a un concierto de U2 en Dublín con mi hermano. Yo era muy pequeño. No lo suficiente como para no ser capaz de actuar coherentemente si por alguna razón nos separábamos en el concierto pero sí lo bastante como para que mi hermano tuviera cosignas pseudo-militares por parte de mis padres (Mamá, lo digo con cariño y con la licencia que me otorga la exageración andaluza que corre por mis venas) en caso de que aquello ocurriera. Y ocurrió. La muchedumbre nos obligó a cambiar de zona y de repente me quedé a solas y me encontré con un policía. Yo había memorizado una frase para la situación. Esa frase era: “I’m sorry. I don’t speak english. I’m from Spain”. Se la dije. Y nunca olvidaré lo que me contestó. “Ouuh Ouhh ¿Espania? !Olé, olé! ¡Fiesta, toros!”.

Honestamente, no sé lo que significa ser español. Bastante tengo con intentar entender mi propia identidad. Pero si mi identidad está atravesada por la de otros, que a su vez también está enlazada con la de otros y así sucesivamente…¿cómo no vamos a darle la razón a Paul D. Miller cuando habla de que estamos en una época en la que tienes que remezclar la información que existe de ti mismo para saber quién eres porque nuestra identidad es múltiple? Así que asumiendo la multiplicidad, la complejidad y la parcialidad de la siguiente sentencia, afirmo: soy español.

En este país que alberga mi identidad y la de muchos otros, se produjo una agría polémica en torno a un colectivo laboral: los controladores aéreos. Básicamente, la cuestión residía en que el Gobierno había aprobado un decreto que a juicio de este colectivo, vulneraba muchos de sus derechos como trabajadores. En una medida antipopular, los controladores decidieron detener su trabajo sin previo aviso, dejando a miles de personas sin sus vacaciones del puente de Diciembre y generando lo que el Gobierno no dudó en determinar, por primera vez en la historia contemporánea de la democracia del país, el “Estado de Alarma”, otorgando al ejército poderes para intervenir en la gestión del espacio aéreo.

Unos días antes previos a todo este asunto, mi madre me había hecho llegar el siguiente artículo. En él, se explicaba científicamente, aunque de manera didáctica, el concepto de “disracionalidad”. La conclusión fundamental es que personas inteligentes pueden hacer cosas estúpidas. Y a mi, acostumbrado a estar rodeado de personas que hablan de “pensamiento crítico”, por lo que me llamó la atención fue por la frase con la que concluía el mismo: “Una serie de estudios muestra que una buena manera de mejorar el pensamiento crítico y racional es pensar y analizar lo opuesto a tu primera conclusión.”

Consideremos en este punto que una idea es siempre vieja y nueva a la vez. Consideremos una idea como un elemento complejo, adscrito bajo el concepto de multiplicidad anteriormente mencionado. Consideremos una idea que alberga millones de ideas. Y cada una de esas ideas a su vez alberga otras tantas. Y así sucesivamente. Consideremos también una idea como un reto a deconstruir. Consideremos que el pensamiento crítico es un viaje aparentemente en bucle, siempre tratando de encontrar esa idea nueva que hay dentro de una vieja. Y consideremos que ese viaje es en ocasiones costoso, doloroso, penoso y precario. Y ahora pensad en la siguiente idea: “un español de profesión controlador”. ¿Qué os viene a la mente?

Conozco a muchas personas a mi alrededor que me han enseñado a desconfiar de la unanimidad. La unanimidad suele ser el paso previo al totalitarismo intelectual. A la peor de las sinrazones. Y a veces emerge de la constante institución de “lo políticamente correcto”. Así que si revisamos las consideraciones anteriores, llegamos a una conclusión muy curiosa: “el pensamiento crítico debe ser por definición políticamente incorrecto”. Porque siempre irá a la contra. Siempre tiene que revisar lo sentenciado. Siempre tiene que buscar una idea dentro de otra. Y no hay descanso en ese trabajo porque puede ser sinfin.

Así que cuando leí que una persona había dicho en torno al tema de los controladores “Aquí tiene que haber sangre”, se me cortó el cuerpo. Y más se me cortó cuando vi que casi 50 personas habían reenviado el mensaje sin cambiar un ápice ni comentarlo. Y más todavía cuando leí el texto de la persona que lo había escrito en el que tildaba a los controladores de “terroristas”. Esa persona es un joven e innovador empresario. Español como yo.

Y así me encontraba esta mañana, preguntándome ¿cómo podíamos saber los españoles en qué fuentes confiar para construir “pensamiento crítico” en torno a aquello que sucedió con el tema de los controladores? ¿Cómo podíamos evitar dejarnos llevar por la evidente e incontestable pasión de quién se ha quedado sin ver a un familiar querido, o sin un trabajo o sin llegar a un importante evento? ¿Tendrían razón los escritores románticos franceses al considerar que España es un país de navajazos y hogueras, dado el horterismo, al opinódromo y al pensamiento carente de profunidad intelectual? ¿Es España un país con un periodismo decadente que en vez de ayudarnos a analizar la realidad se centra en hacer titulares sensacionalistas como “Los responsables del caos, ‘de cañas’ en un céntrico restaurante de Madrid”?

Y esta misma mañana de Agosto, le han pegado un tiro en la cabeza a un controlador. Un nuevo hecho que redefine mi concepto de españolada.

27.10.2010

Hipertrabajo

por abrelatas

Todos vivimos alguna vez en el trabajo la idea del sprint, la idea de anotar cuando queda solo un segundo, la de idea de llegar in extremis a un golpe que parecía imposible de devolver. Deprisa y corriendo. Pásamelo ya. Te acabo de contestar. Lo necesito para YA.

La pregunta es, ¿En qué pueden estar afectando las herramientas de comunicación digital con las que convivimos diariamente? Esas herramientas no es que se estén introduciendo en la sociedad…no. Ya están dentro. Muy dentro. No es casualidad que programas de televisión de audiencia generalista como Buenafuente o Sé lo que hicistéis acudan a los Trendic Topics para completar y mejorar su guiones (y como ejemplo, los #perezrevertefacts).

Por supuesto y lejos de la interpretación apocalíptica o sesgada de algunos medios o personas (como pudiera ser el reduccionista mensaje que da Tote King en su videoclip «Redes Sociales«) todas estas herramientas tienen un lado muy positivo. Están democratizando la comunicación. Y la gran noticia es que, como dice este vídeo realizado por Henry Jenkins y sus alumnos, entre todos estamos fomentando las capacidades creativas que serán clave para la ciudadanía del futuro.

Pero…todos los que llevamos un tiempo experimentando estos contextos, reconocemos que existe una cara B en el uso de redes sociales. Y un ejemplo de ello es el hipertrabajo.

No puedo documentarlo empíricamente, pero conozco a muchas personas (yo mismo) que harían las siguientes declaraciones sobre su relación con algunas redes sociales (y tomaré como ejemplo Twitter):

  • «Aunque twitter me sirve como nuevo lector de RSS, en el fondo reconozco que en muchos momentos me dispersa un montón. He probado a cerrarlo varias veces y se nota un montón la diferencia al trabajar».
  • «Muchos días termino frustrado porque hay tantas cosas que leer, tantos vídeos que ver y tantas cosas por hacer, que no consigo cumplir mis expectativas porque lo que hacen las redes sociales es multiplicar continuamente esas expectativas y alejarme de mi objetivo de cumplirlas».
  • «Hay ciertas personas a las que no les vendría mal una reflexión sobre ecología comunicativa: no es que quiera dejar de seguirles, pero me spamean con enlaces super-mega-interesantes todo el tiempo y terminan por cansarme un poco. ¿No se puede ser no-interesante por un rato?».
  • «Hay muchos momentos que dudo de si realmente algo merece la pena para ser compartido. Y esta contradicción no siempre cabe en 140 caracteres».
  • «Confieso que a veces me molesta que no me hagan RT o que no me hagan un Reply» (esta podría ser usada como chiste anti-geek, desde luego)
  • «Todos decimos que no nos importa la cantidad de followers, pero no es del todo cierto»
  • «En twitter tengo una identidad propia, no es que sea mejor o peor a la analógica, pero reconozco que es una identidad bastante políticamente correcta».
  • «Me entero de cosas importantes antes por twitter que por algunos de mis mejores amigos…es raro»
  • «Cuando leo a algunos de mis amigos por Twitter durante más de 3 meses y no los veo ni hablamos, acabo detestándoles un poco. Me siento bastante raro porque hay momentos en los que no los reconozco».
  • «A veces discuto de forma asíncronica por twitter en algo que podría solucionar en un minuto en una llamada»

¿Cuáles son las consecuencias del hipertrabajo? ¿Estamos forzando la máquina tanto que pronto los únicos que se sentirán actualizados serán los Community Managers? ¿Estamos ayudando a desactualizarnos imponiendo un ritmo que nadie puede seguir? ¿Estamos fomentando el consumismo cultural? ¿Estamos siento autocríticos con las deficiencias comunicativas que -por supuesto- tienen estas herramientas?

Honestamente, tengo más preguntas que respuestas, me encantaría que me ayudárais a completar lo que pienso (esta es una reflexión muy unida al trabajo que se inició con el #cultivo12 en el 12 Festival Internacional ZEMOS98). ¿Compartís esas contradicciones? ¿Cómo las gestionáis?

Acerca de abrelatas
El blog abrelatas está hecho con Wordpress 4.8.12 para ZEMOS98.
Follow

Get every new post on this blog delivered to your Inbox.

Join other followers: