Hoy es 14 de septiembre y tenÃamos planeado ir a la Gran Muralla. Pero Antonio consiguió que pudieramos entrar en la Villa ParalÃmpica hoy, asà que cambio de planes. Hoy Villa mañana Gran Muralla. La Villa ParalÃmpica es la misma que la Villa OlÃmpica, un recinto cerrado para los deportistas que luego se usará como pisos para el populacho…
Este vez no toca levantarse temprano, vamos a la Villa ParalÃmpica y la única cuestión a tener en cuenta es que cierran las visitas a las nueve de la noche. Si no estás fuera a esa hora se quedan con el pasaporte, supongo que hasta el dÃa siguiente.
La Villa ParalÃmpica está casi igual de lejos que el velódromo, pero en dirección norte. Por el camino nos encontramos con un edificio bastante rarete pero que resulta ser la sede de la China Central Televisión, la CCTV, la televisión nacional china. Consta de 17 canales de televisión, uno incluso en español.
La Villa ParalÃmpica se encuenta a unos 20 minutos a pie desde el Estadio Nacional hacÃa el norte.La villa está dividida en dos partes, una de servicios, donde se pueden encontrar tiendas, restaurantes, cafeterÃas, zonas de ocio, internet y las casas de los deportistas.
Internet
Cajeros automáticos
Zona de juegos
Zona de fitness
Las entradas a la zona de pisos de la villa está adornada con estile neochinesco la mar de bonito.
La pisos donde estaba la delegación española estaban claramente señalizados con bandelas españolas a lo largo de la fachada del bloque de pisos. Uno de los corredores de ciclismo español colgó una bandera pirata de la ventana de su habitación y la organización le invitó a que la quitara porque no era una bandera que representara a ningún paÃs…
Todo el perÃmetro de la Villa ParalÃmpica estaba rodeado con dos vallas de seguridad, un soldado cada 50 metros aproximádamente y una cámara de seguridad tambien cada 50 metros. Flipante. Además las entradas a la villa y los controles de seguridad estaban protegidas con los SWAT chinos. Lo malo es que no es coña, se llaman también SWAT, como los yankis.
Después de comer en el piso de Antonio GarcÃa y de echarme una siesta en las escaleras del bloque de pisos… salimos del recinto. Pepi y su marido Antonio se fueron para la zona del mercado nocturno y el resto nos fuimos para intentar entrar en el Nido y en el Cubo de agua… no llevabamos entradas porque estaban agotadas…
La zona olÃmpica es enorme y contiene tanto el Estadio Nacional, nido, como el Centro Acuático, cubo, además de un montón de oficinas de coordinación de lo que son las olimpiadas y paralimpiadas.Al llegar cerca del cubo empezaron a llegarnos decenas de personas que revenden entradas, tenÃan tacos bastante grandes… la reventa funciona muy bien. En taquilla se venden todas las entradas, pero no se ocupan todos los asientos. La entrada costaba 60 yuanes, 6 euros, los reventas lo vendÃan por precios de hasta 400 yuanes. Otros no subÃan de los 150. Pero me entró un mosqueo bastante grande cuando nos dimos cuenta de que no se podÃa acceder cerca del nido o del cubo sin la entrada. De manera que aunque no quieras entrar a ver los juegos, no puede hacerle una foto de cerca al Estadio Nacional o al Centro Acuático… Asà que con ese mosqueo no compramos las entradas para entrar, total por dentro son igual que una piscina y un campo de fútbol… el que no se consuela… Le hicimos unas fotos desde fuera y nos fuimos.
Junto a la zona olÃmpica está el hotel con más estrellas del mundo, siete estrellas en total para lo que para mà es el hotel más grande… Cuenta con tres pantallas gigantescas en las fachadas del edificio principal, además de otras más pequeñas en el resto de las cuatro secciones en las que se divide el hotel. Pan Gu Plaza.
De nuevo andamos, andamos y andamos… Le tuvimos que preguntar a un par de voluntarios para que nos orientaran. Estabamos llendo en dirección opuesta… Asà que desandamos, desandamos. Por fin pudimos parar un taxi que se llevó a un primer grupo. Solo nos quedamos Dani y yo. Que continuamos andando dios sabe en que dirección. De pronto se vieron resplandores en el cielo… tormenta. Al rato, un viento desconcertante, como el que precede a una gran tormenta… Al poco tiempo conseguimos un taxi cuyo conductor nos llevó lo más rápido que pudo hacia nuestro destino, el mercado de Wangfujing. Allà habÃamos quedado con el otro grupo. Cuando nos bajamos del taxi estaba chispeando. Nos cruzamos con la iglesia de San José, es tela de raro ver un templo cristiano en el centro de Beijing…
Al momento se puso a llover de una forma un tanto violenta. Goterones bastante gordos que hacÃan que te empaparas con suma facilidad. Nos refujiamos bajo un edicifio mientras esperabamos a que escampara. Tardó unos 10 minutos en dejar de llover tan fuerte.
Cansados ya, y sin encontrar a los demás decidimos coger el metro para irnos al hotel, entonces, a lo lejo, se escuchan los gritos que solo puede dar un español, más concretamente de Sevilla y más concretamente aún de Mairena del Alcor, de la gente del otro grupo. No habÃamos encontrado de casualidad. Nos montamos en el metro, que vale 3 yuanes y nos dirigimos hacia el hotel. Asà acaba nuestro domingo. Mañana lunes iremos a la Gran Muralla China y el martes de vuelta a casa…
Con dos huevos. A mi me van a cobrar una entrada para ver un nido y cubo por los cojones y un palito… Si fueran un estadio monumental y un recinto olimpico de piscina cubierta mira, pero por lo otro…. q no q no 🙂
Mucha Villa Olimpica, mucha Villa Olimpica y eso tiene un cutrerio en lo arto q no me veas… Un poquito de por favor q parece un albergue juvenil y de los baratitos..
Bueno ya estoy deseando que llegue el dÃa de la muralla china, asà q dejate de tonterÃas y al lio.
Un saludo
«Al rato, un viento desconcertante, como el que precede a una gran tormenta…»
Leches, si llegais a escuchar los árboles moverse os acojonais por haber visto El Incidente.
En fin, que los chinos tienen que buscarse las pelas a costa de reventa. Pues para mà que se quedarÃan con muchas sin vender pero, claro, a 400 yuanes, con que vendas una ya tienes pagadas 5.