La adolescencia es una etapa en la que las personas, sin llegar a ser adultas, van configurando su propio pensamiento, dejando al lado, en la mayoría de los casos, aquellos modelos familiares que nos servían en la infancia, el debate interior se hace profundo y pasamos, en la mayoría de los casos, por una época de turbulencias en las familias.
Al adolescente le asaltan las dudas continuamente. Cuando son niños y niñas tienen las ideas claras, en la mayoría de los casos son las propias ideas de las familias. Sin embargo cuando llega la adolescencia todo son dudas e inseguridades, empiezan a ver nuevos caminos que en la mayoría de los casos no son los marcados por las familias, esos son los primeros a los que se contraponen por ser opiniones de otros y otras y porque ellos y ellas tienen pensamientos alternativos en los que ven otras posibilidades.
Empiezan a buscar otras verdades que van a confluir con sus propias ideas y pensamientos, esos caminos les llevan a confluir en un pensamiento formal que en algunos casos llegan a la madurez y en otros se va a ir formando a lo largo de la vida.
Algunas características de las personas en edad de adolescencia, podéis verla en este otro artículo.
Con todos esos cambios las familias deben adaptarse pero también se puede disfrutar de ellos y puede haber tranquilidad y buen clima en la familia. Jové y Zambrano en «Educar es emocionar» nos proponen un decálogo para que verdaderamente sepamos tratarlos y la armonía familiar no se vea perjudicada:
[…] La adolescencia no es un problema, es una oportunidad […]
[…] La adolescencia no es un problema, es una oportunidad […]