El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales lo que incluye al ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo está relacionado con la ansiedad. (Wikipedia)
Voy a centrarme en los miedos adolescentes porque tienen una gran repercusión en la vida posterior y es bueno que los vayamos reconociendo y tratando a nivel educativo, no es cuestión de la edad, es cuestión de personas, son emociones y sentimientos que las dejan paralizadas en cualquier momento y es bueno reconocerlas y tratarlas, repito. Los/las adolescentes sufren mucho porque estas emociones y sentimientos se convierten en el centro de sus vidas, le dan mucha importancia y hacen que sobre ellas vaya girando su comportamiento, no es para ignorarlas, tenemos que atenderles y educar los caminos de su futuro, hace falta hablar mucho con ellos y ellas y sobre todo razonarles por qué sus comportamientos deben ir por otros derroteros.
Esos miedos que tienen las adolescentes se manifiestan de las siguientes maneras:
Todas estas expresiones y sentimientos denotan que hay que ayudar a esas personas, sobre todo adolescentes, que son incapaces de vencer estos miedos, en muchos casos sociales, pero que tienen repercusiones físicas porque de ellas se pueden derivar estados de ansiedad que entorpecen el desarrollo normal de la personalidad y que en un futuro, si no se curan a tiempo, se pueden convertir en transtornos graves como la agorafobia (Fobia a los espacios abiertos)
Decía Antonio Gala, citado por Francisco Mora, que la mayor parte de los males que le suceden al hombre -los más importantes por lo menos- le suceden por miedo. El corazón humano está lleno de angustias y pavores… El miedo es un lastre que nos empequeñece y nos devora. El hombre tiene miedo a perderse; tiene miedo a perder.
Tratar adecuadamente a los/las adolescentes supone hablar con ellas y ellos, dándole importancia a lo que sienten, creando espacios y tiempos donde puedan sincerarse, tratándolos en grupo e individualmente, abriendo alternativas en las que puedan desarrollarse libremente, sin miedos, de forma que su personalidad se vaya formando libre de ataduras sociales que le coarten.
Steiner nos decía que estamos ante una nueva cultura. La Neurociencia desempeña un papel central porque va estudiando el cerebro y con ella hay una nueva forma hacia lo que es sentir o pensar. Tendremos que reevaluar, nos dice Mora Teruel, todos estos conceptos y realidades como el miedo, que junto a la verdad, la felicidad, la belleza, la justicia, la libertad y la dignidad, siguen siendo pieza central del conocimiento humano. Hemos de considerar también el miedo como un motor en positivo hacia cambios en la conducta humana que producen el descubrimiento de nuevos horizontes y que permite entender los entresijos de ese sentimiento universal que llamamos»miedo».
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