No sé si es una reseña demasiado detallada o por el contrario necesitáis más información. Me bastarÃa con decir que en este taller he aprendido a desentrañar las preocupaciones sociales y a ir hasta las tripas, hasta el principio. Hacia el origen del problema.
Del 23 al 27 de marzo tuvo lugar en la UNIA el Taller de Introducción al Teatro del oprimido, en el marco del Simposio Educación Expandida de la 11 Edición del Festival Internacional ZEMOS98.
El taller corrió a cargo de Julian Boal, que en otra ocasión anterior participó en la Sexta edición del Festival.
No voy a detenerme a hablar sobre quién es Julian, ni voy a decir quién es su padre (por ahora diré, citando sus propias palabras, que su padre no es Dios), de eso ya hemos dado parte en las entrevistas y reportajes que hemos hecho la pasada semana en Sevilla.
De quien voy a hablar es de Julian Boal compañero y profesor coordinador del grupo, de algunas anécdotas y de lo gratificante que ha resultado ser el curso.
Leà Juegos para actores y no actores, de Augusto Boal, dÃas antes de empezar el taller. Entendà que algo interesante harÃamos en Sevilla, aunque hubiera detalles del libro que no terminara de comprender bien.
Una de las riquezas del grupo ha sido el reducido número de actrices que habÃa. Me atrevo a decir que éramos tres. El grupo lo conformaban psicólogas, pedagogas, trabajadoras sociales, educadoras sociales, estudiantes… De todas maneras nunca nos preocupamos por el lugar de dónde viniéramos. Era genial que fuéramos un grupo de personas que querÃamos aprender y experimentar sobre la misma cuestión.
Y es que el Teatro del Oprimido nace de unos juegos y ejercicios para todo tipo de personas, el objetivo es debatir e intentar buscar una solución al problema que se plantea.
Reportaje para Radioactivos Expandido (Duración 3 min. 06 seg.)
La manera en que Julian enfocaba todo nos dejaba claro que aunque en cada escena o figura haya dos personajes bien definidos (oprimido y opresor) no podÃamos caer en la simpleza de catalogarlos como ’el bueno’ y ’el malo’ respectivamente. No se trata de eso, se trata de hacer pensar al espectador, a quien Augusto Boal denominó ’espect-actor’ o ’espect-actriz’ por su implicación y poder de transformación de la situación.
Cada mañana Boal nos deleitaba con unas cuantas historias, algunas vividas por él, otras por su padre y otras quizás eran pura ficción. Pero al fin y al cabo las usaba como moralejas y metáforas, nos servÃan para comprender mejor.
Es obvio que en 25 horas no hayamos podido practicar mucho, pero nos han acercado las claves y las posibilidades más representativas del Teatro del Oprimido. Todas las mañanas, después de escuchar a nuestro querido cuentacuentos, comenzábamos con ejercicios de calentamiento fÃsico, juegos que casi podrÃan ser infantiles, de hecho algunos lo eran. Todo esto ayudaba a dinamizar el grupo, a crear conciencia del mismo y a contar con el compañero. El resto de la clase lo dedicamos a anotar algo de teorÃa, pero sobre todo a poner en escena más y más ideas.
DÃa 1. Primer contacto con el teatro imagen (representar mediante una imagen estática la visión de un tema expuesto, suele existir un opresor y un oprimido). Hicimos múltiples imágenes, jugábamos a ser esculturas y a esculpir a los demás para definir exactamente lo que querÃamos decir, la postura corporal, la expresión facial…
También vimos Un teatro en campaña, una pelÃcula de un grupo de Teatro del Oprimido en India, Jana Sanskriti, con el que Julian ha trabajado.
DÃa 2. Seguimos con el teatro imagen, pero introducimos texto (palabras, monólogo interior -esto es nuestro pensamiento interno-, diálogos y movimientos). También representamos como imágenes palabras (por ejemplo: violencia, asco) y no acciones, aunque en la figura resultante usáramos estatuas en acción congelada.
Planteamos temas que nos interesen y nos preocupen, intentamos que fueran bastante cercanos a nosotros. Finalmente elegimos educación sexista, manipulación de los medios de comunicación, instrumentalización de las polÃticas públicas y defensa del espacio público (en contra de las ordenanzas cÃvicas). Cada uno de estos temas los representaba un grupo.
DÃa 3. Introducción al teatro foro (representación escénica donde una vez vista por el público, cada individuo puede participar sustituyendo a un personaje e intentar cambiar su comportamiento para asà ofrecer una solución. Aquà es cuando el espectador se convierte en espec-actor).
Cada grupo hacÃa una pequeña escena exponiendo un problema. Aún no contábamos con la colaboración externa, sólo nos encargábamos de que aparecieran las tres fases propias: contrapreparación, crisis china y derrota (que el final no sea un happy ending es muy importante porque de ahà nace la pregunta y la reflexión. Como dijo Julian, «no damos recetas para dejar de estar oprimido»).
DÃa 4. Teatro foro. Variaciones con técnicas de ensayo.
DÃa 5. Teatro foro. Final. Intentamos hacer un teatro foro, un grupo representaba y el resto de compañeros cumplÃa el rol de espect-actores. También alguien ejercÃa de comodÃn, la persona que media entre ambos bandos y que incita al debate.
Hemos aprendido mucho, y en el marco de la Educación expandida que recoge este año ZEMOS98, hemos puesto en común nuestros sentimientos y opiniones y todos nos llevamos exactamente lo mismo. La educación puede suceder en cualquier momento, en cualquier lugar.
Por último me gustarÃa nombrar al resto de personas que han formado parte de esta experiencia. Gracias a Elena, Raquel, Cris, Georgina, Natalia, Ana, Edi, Alaitz, Isaac, Marta, Pepa, MarÃa, Cristina, John, Jose, Rosa, Penélope, Carmen, Caro, Aurélie, Idoia, Sonia, Mariola y Clara.
Y por supuesto gracias a la organización por contar con Julian, el hombre del interrogante constante. Hay que volverlo a traer, la próxima vez sin muletas.