Anoche tuve la suerte de asistir, en el teatro Maestranza de Sevilla, al espectáculo «El Festín de los Cuerpos» de Danza Móbile e INcubo Teatro. Un espectáculo programado dentro del 26 Festival Internacional de Danza Contemporánea en Sevilla.
Un lujazo ver cómo se integran los cuerpos, cómo se mueven al compás, cómo personas con síndrome de Down hacen un todo en la escena, sin diferenciarse, marchando y danzando en unos movimientos llenos de sentimientos porque nos hacen ver la realidad del mundo, con sus distintas opciones de relacionarse, poniendo de manifiesto que cada diferencia engrandece al equipo.Ver el crecimiento de Helliot junto a Manuel Cañadas emociona y hace aflorar sentimientos de alegría y grandeza por la labor que realizan. Todo ensamblado en un ambiente de luz ténue, con una gran cortina de luz que separa a los músicos y que sirve de entradas y salidas a la escena, que ayudan a la grandeza del espectáculo y que ha sido diseñado por Benito Jiménez.
Quiero destacar la gran labor llevada a cabo por estas compañías en favor de la inclusión de todas las personas, demostrándonos que no hay imposibles en esto de incluír a las personas con alguna «dificultad funcional» en un proyecto común del cual sale engrandecido el conjunto general.
La Compañía Danza Mobile comenzó su andadura en el año 2001 y está siendo un referente en el ámbito de la danza contemponánea inclusiva nacional e internacional.
La Compañía INcubo Teatro, fundada por Arturo Parrilla, parte de la experiencia del movimiento y del gesto vinculados a la danza contemporánea pero desde la vivencia del actor.
Antonio Álamo, escritor y director, se ha encargado de los textos y de la dramaturgia, nos cuenta el espectáculo así:
«Al calor y la luz de Platón, nos disponemos a bailar la coreografía de nuestro enredo erótico, que parece estar hecho de anhelos e infinitas esperas. La imaginativa y casi humorística exposición del ser humano como un animal de naturaleza andrógina, condenado a buscar su otra mitad, nos mueve a celebrar el deseo, cuya única naturaleza posible solo puede ser la del juego. Un juego, tal vez, demasiado serio; así que nos decidimos, tal y como hizo el filósofo en el Banquete a tratarlo con ligereza. Encontrar los ojos que nos miren y nos reconozcan, las manos que nos toquen y nos reconozcan, el cuerpo que nos recuerde que estamos hechos de la misma materia que las estrellas, que los árboles o los insectos. Nuestro festín quiere ser una celebración de los cuerpos, de su movimiento y su diversidad»
El vídeo de la promoción nos muestra pequeñas escenas de este gran espectáculo
(Imágenes de Danza Móbile)