De viaje por Francia. De voyage par la France

por comcinco

Si el verano pasado tocó irse unos días a Galicia, este año nos hemos ido unos días a Francia, concretamente a Bourges (y la zona de alrededores) y a París. Una víaje excitante por no ver el francés desde que estaba en el instituto, además era segunda lengua extranjera, de primera tenía inglés y porque iba a ver de primera mano lo que siempre había visto en los libros de texto de Historia del Arte.

Este viaje se produce gracias a una amiga italiana que trabaja restaurando catedrales, entre otras cosas restaurables. Tiene como trabajo actualmente restaurar dos de los pórticos de la Catedral de Saint-Étienne de Bourges. Después se irá a Yemen.

El día 12 de agosto salimos en avión desde Sevilla a París. Lo primero al llegar al aeropuerto de San Pablo son las colas para facturar. Un poco de caos nunca viene mal a las 7 de la mañana.

A las 10 llegamos al Aeropuesto Orly Oeste. Intentamos alquilar un coche, pero al no tener reserva nos encontramos con que no hay coches disponibles, y si lo hay vale una pasta. Total que pasamos de coche y nos vamos en autobús hasta la estación de Montparnasse. En la estación llamamos a Juan Antonio, pareja de Sara y nos dice que la estación no es la de Montparnasse, es la de Austerlitz. Nos dicen que se puede llegar andando, jejeje, mala cosa, casi una hora andando por París con una maleta y media cada uno y guiados por un GPS.Cuando llegamos a Austerlitz volvemos a preguntar por coches para alquilar pero tampoco hay. Así que nos vamos para las taquillas, compramos 3 billetes para Bourges, hay que hacer trasbordo en Vierzon.En el tren había uno de escolares que viajaban como grupo y el responsable nos pidió que nos sentaramos en otro sitio, en un perfecto francés, menos mal que mis buenas notas del instituto sirvieron para algo, jejeje.

En Vierzon cogimos un tren de cercanias o regional que tardó 15 minutos en llegar a Bourges.

En Bourges salimos de la estación a las 15:30h y de nuevo guiados por el GPS nos fuimos con nuestras maletas hasta la dirección que nos había dicho, más o menos. Estuvimos 20 minutos intentando hablar con nuestros amigos. Hasta que apareció al fondo de la plaza donde nos encontramos descansando de la caminata.

Dejamos las maletas en el pequeño piso que tienen alquilados nuestros amigos y nos dirigimos hacia el piso donde están todos los compañeros de trabajo de Sara. La vista desde la ventana del salón no puede ser más impresionante.

Después de conocer a los compañeros de trabajo y de piso volvimos al piso franco. Yo me quedé allí durmiendo un poco porque todavía no me había acostado, habíamos estado en mi casa de comida y la fiesta se alargó toda la noche. Mis colegas se fueron a conocer una zona de marismas que hay en Bourges, los pantanos de Yèvre y de Voiselle.

Gracias Carbi y Miguel por las fotos.
Ese día acabó ahí. Yo me levante pasadas las 8 de la tarde. Cenamos kebab y nos acostamos.

El 13 de agosto nos levantamos, desayunamos y nos fuimos a conocer Bourges. La primero, como no, la Catedral de Saint-Étienne. Una de las primeras catedrales góticas de Francia. Forma parte del patrimonio mundial de la UNESCO desde 1992.

Al atardecer se ilumina de esta forma.

Y así se ve denoche desde el piso.

Recorremos las calles de la ciudad. Adoquines por todas partes, parece que nos encontremos en el medievo, si no fuera por la cantidad de coches.Nos paramos en la casa de Jacques Coeur.

Luego entramos en un patio interior, que la verdad no recuerdo de quien era jejeje, pero era precioso.

Esa misma noche nos vamos a dar un paseo por las calles de Bourges para disfrutar de «Les Nuits Lumière». A lo largo de toda la ciudad, los edificios más emblemáticos son iluminados y sonorizados para contar la historia del edificio en cuestión.

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La casa de Jacques Coeur.
Otro patio interior.

Y otro más.

El 14 de agosto comenzamos por la mañana nuestra andadura por los castillos más cercanos a Bourges en un coche recién alquilado, un Opel Corsa de los nuevos.La noche del 13 estuvimos hablando con los compañeros de trabajo de Sara que llevaban 6 años en Francia, son italianos, y nos aconsejaron algunos sitios donde podríamos ver castillos y pueblos realmente interesantes.Así la primera parada fue Mennetou-sur-Cher.

Juana de Arco pasó por ellí en marzo de 1429.

Es curioso como la gran mayoría de los pueblos tienen el apellido de sur-Cher, después me he dado cuenta que Cher es la región donde nos encontrabamos. Luego estaríamos en la región Loire, por lo que casi todos los pueblos tenían el apellido sur-Loire. Estos gabachos…

Continuamos nuestra andadura hacia Saint-Aignan. Aunque no estaba en las recomendaciones que nos dieron nuestros nuevos amigos, al pasar, nos tuvimos que parar.

¿De donde sacaría la Disney el diseño de castillo de su logotipo?

De nuevo marchamos y nos dirigimos hacia Chinon.

Loches, otra recomendación de los italianos restauradores, que frikis hay en todos laos, jejeje.

Por cierto por Loches también pasó Juana de Arco dos meses después de Mennetou-sur-Cher. Nosotros solo tardamos hora y media.

El 15 de agosto nos pasamos por Tours, concretamente por la catedral Saint Gatien.

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Amboise era nuestro siguiente destino.

Todos los días que estuvimos visitando los alrrededores de Bourges nos llovió. Eso si, no llevabamos ni paraguas ni chubasqueros, como machotes, con camisetas y pantalones cortos.

El 16 de agosto no salimos de Bourges. Teniamos que descansar del coche, porque el 17 nos ibamos para París.Así que nos levantamos muy tarde. Fuimos a dar una vuelta por Bourges y nos encontramos con una banda de música que ensayaba en el parque que hay justo detrás de la catedral.

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A las 5 quedamos para ver los trabajos de restauración que nuestra amiga Sara y compañía (concretamente estaba Nico, un griego que hablaba italiano como yo el español) hacían sobre los pórticos de la catedral de Bourges. Todo un privilegio.

Esa noche comimos en un restaurante cuya especialidad eran los mejillones con patatas fritas. Mejillones con 200 salsas distintas. Increible. A mi como me encantan los mejillones me pedí un buen entrecot, eso si, con sus patatitas.

La estancia en Bourges tocaba a su fin. Pocos días para conocer demasiados pueblos. La zona de Cher, Loire y alguna otra más. Se nos quedaron pueblos atrás debido a lo intenso de la lluvia, como Blois, y otros que casi nos dejamos, pero gracias a nuestra perseverancia conseguimos ver, como Amboise.

El 17 de agosto partimos hacia París, la ciudad de la luz. Teníamos que entregar el coche a las 3 de la tarde. A las 2 llegamos a Chartres, obligada parada para fotografíar y admirar por unos minutos su catedral.

Llegamos París sobre las 4 de la tarde. Nos fuimos para Hertz que está en la calle de enfrente de la estación de Montparnasse, después de esperar un rato nos dijeron que teniamos que llevar el coche a un parking que había dos calles más atrás, lo que suponía dar mas de una vuelta a la estación, para que dejaramos y pagaramos allí el coche.Hasta los mismisimos estabamos ya de coche. Hartos de escuchar la Kiss FM de Francia, RFM, jejejee.Desde Montparnasse nos fuimos a buscar alojamiento. Evidentemente no ibamos a hacer las cosas bien, no teniamos nada reservado. Abrí mi guía Routard (no la cerré en los dos días que estuvimos allí) y dije, a buscar el Aloha Hostel. Mmmm Hostel, como la película, buen rollo.Miguel y yo y mi GPS nos fuimos a localizar ese hostal. Al llegar después de un rato andando, la escala del mapa engaña, nos dice el de recepción que no hay habitaciones disponibles, cuando nos ibamos a ir, me dice que me espere, coge el teléfono, marca unos números, y dice algunas palabras en francés, basicamente dijo que si tenían sitio para tres personas. Después de un momento el hombre colgó y dijo, teneis reserva hasta las siete de la tarde en el Caulaincourt Square Hostel, en Montmartre, nos los señalizó en el mapa del Metro. Eran las cinco, teniamos dos horas para llegar.Volvimos a por Carbi, entramos en el metro de Montparnasse, compramos billetes de metro, nos montamos en la línea 12 en dirección a Porte de la Chapelle, y después de 15 estaciones nos bajamos en Lamarck-Caulaincourt.

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25€ por persona y noche, desayuno incluido y media hora de Internet gratis, no estaba mal. Estabamos en la planta -3, que aunque parezca lo contrario tiene vistas a la calle. Porque la calle donde estaba tiene un desnivel muy elevado.

No era espacioso, pero lo único que queríamos era dormir, así que no estaba mal.
¿Y que es lo primero que se hace cuando se llega al barrio de Montmartre?, pues visitar el Boulevard Clichy y su mítico Moulin Rouge.

A partir del Moulin Rouge, hay unos 100 metros de locales de streeptease donde señoritas de la vid… putas, vamos. Las entradas a estos locales muestran sin pudor imágenes de sexo explícito a la calle y mola porque nadie se queja, y yo menos. Eso sí, seguratas bastante grandes y fornidos custodian las entradas y hacen que solo me fije en los locales 0,2 segundos.

Continuamos caminando por Boulevard Clichy, entramos en Boulevard Rochechouart y subimos por la calle Steinkerque. Cientos de personas se agolpan en las decenas de tiendas de souvenirs que hay en esa calle. Camisetas, gorras, fotografías antiguas, chuminales y carlotas… Seguimos subiendo por la calle y vamos viendo en lo alto la Basílica del Sagrado Corazón. Pero antes te asalta un hombre de tez oscura (siii, negro) que te dice incesantemente en media docena de idiomas que esperes un momento que te va a mostrar algo, son más pesados que una vaca en brazos, y me quedo corto, hasta que descubren que eres español, imagino que por la forma de decir no, y te dicen, no, no te vayas, no pasa nada… Lo único que quieren esta gente es ganarse la vida como sea y lo hacen haciendo pulseritas para los extranjeros que pasan por allí. Eso si, si pasas 20 veces, 20 veces te van a dar el coñazo.

Vista de París atardeciendo desde la escalinata del Sagrado Corazón.

También se puede intuir la Torre Eiffel al fondo.

El día 18 de agosto iba a ser la pesadillas para nuestros pies y piernas, nos esperaba una jornada maratoniana desde las 8:30 a las 17:00, paseando por París, por sus sitios más emblemáticos, sin tiempo para entrar en nada, pero pudiendo verlo casi todo. El 19 por la mañana salía nuestro avión para Sevilla.

El día comenzaba con el metro, línea 12, algunas estaciones en dirección contraria al día anterior, hacia Mairie d’Issy. Nos bajamos en la estacion de Concorde. Salimos directamente a la Plaza de la Concordia. Una explanada inmensa, en su centro el Obelisco de Luxor con una fuente a cada lado.

La atravesamos y nos encontramos de frente con Los Campos Elíseos.

Y al final del todo, el Arco del Triunfo, que aunque es enorme, se ve acosado por cientos de turistas que le hacemos fotos sin cesar.

Rodeamos toda la Plaza Charles de Gaulle, donde se encuentra el arco y tomamos la Avenue Marceau. Junto al Puente d’Alma nos encontramos con una llama, réplica de la que hay en la Estatua de la Libertad en Nueva York, rodeada como no puede ser de otra forma de turistas, y de algunas fotos de Lady Di, cuanto menos, curioso.

Cruzamos el puente y paseamos por la otra margen del río Sena, por el Quai Branly. Quai en español significa muelle, de río o puerto, donde atracan los barcos. En esta avenida nos encontramos con un monumento a los caidos, de los dos bandos, en la guerra con Argelia. Sus nombres y otras frases van apareciendo en tres columnas de leds con los colores de la bandera francesa.

La Torre Eiffel comienza a divisarse entre la arboleda para al momento mostrarse imponente, majestuosa, sobre los Campos de Marte. Una colosal estructura de 324 metros de altura y 10.000 toneladas de peso y 50 toneladas de pintura cada 5 años. Es el monumento más visitado del mundo. Se comenzó a contruir en 1887 y se acabó dos años después. Su color original era el amarillo. Trabajaron en ella 200 personas uniendo 18.038 piezas de hierro con 2 millones y medio de roblones, de los cuales la mitad son solo por precaución, se mantendría en pie sin ellos. Sus cimientos llegan hasta los 30 metros de profundidad. Casi na.

Las colas para subir daban vueltas y mas vueltas a la plaza bajo la torre. Como el día todavía iba a ser largo, preferimos no subir, además había que hacer una hora de cola.Continuamos andando por los Campos de Marte. Recuerdo entonces un vídeo que usamos en el ZEMOS98.IV de un mexicano, la verdad es que no me atreví a representarlo.

Aunque curiosamente nos encontramos con un grupo de mariachis, vestidos de mariachis cantando una canción en directo y un nota que los rodea y hace planos «guays» para imagino un videoclip. Estoy ansioso por verlo en Youtube.

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Atravesamos la Plaza de Joffre y continuamos por la avenida Tourville hasta llegas a Los Inválidos.

Luego por Boulevard de Los Inválidos cruzamos por la calle Grenelle, seguimos por Rue du Bac hasta el Boulevard Saint-Germain, continuamos por esa avenida y nos topamos con la iglesia de Saint-Germain des Prés.

Seguimos por el Boulevard Saint-Germain y damos a la calle Mabillon desde Rue du Four, pasamos junto al Mercado de Saint-Germain. Dede Mabillon accedemos a la calle Saint-Sulpice y de ahí a la iglesia de Saint-Sulpice, famosa desde que apareció en la novela de Dan Brown: El Código Da Vinci. Ahora esta iglesia está siendo restaurada.

Volvemos al Boulevard Saint-Germain para llegas hasta el Boulevard Saint-Michel desde donde accedimos a la calle Champollion para ir a un restaurante referenciado en la Guía Routard y que resultó estár cerrado. Al salir de nuevo a Saint-Michel divisamos un restaurante donde ponen comida italiana y entramos.Después de un poco de papeo nos dirigimos al Panteón por la calle Soufflot.

Luego visitamos la iglesia que está justo detrás del Panteón, Saint-Étienne du Mont.

Dejamos la iglesia atrás por la calle Clovis, luego por Cardinal Lemoine y por rue Monge cruzando el Boulevard Saint-Germain y saliendo por la calle Lagrange a la orilla del Sena por el Muelle de Montebello. Atravesamos el Pont au Double y nos plantamos en la Place du Parvis, frente a la Catedral de Notre Damme. Muuuchisima gente.

Continuamos en dirección a Sainte Chapelle. Cogemos Quai du Marché Neuf, le dimos toda la vuelta al Palacio de Justicia por Quai des Orfévres, rue de Harlay y Quai de l’Horloge para entrar en Boulevard du Palais. Entonces nos dimos cuentas, ignorante de nosotros, que la Saint-Chapelle está dentro del Palacio y no se puede ver desde el exterior. 7,50€ vale entrar a ver esta obra de arte de la construcción, solo cristal y algo de hierro, nada de piedra. Pero siendo la hora que es, las 4 de la tarde, y viendo que no podemos terminar muy tarde, además estamos hechos polvo tampoco entramos y continuamos andando. Lo siguiente es el Louvre. Así que salimos por el Pont au Change y giramos por Quai de la Mégisserie, donde nos encontramos muchos puestos donde lo que más se venden son antiguedades, revistas, periódicos, más souvenirs… Pasamos por delante de La Samaritaine, ya en Quai du Louvre, es un gran centro comercial fundado en 1869.

En Quai Du François Mitterrand entramos a la explanada del Louvre llamada Carrousel du Louvre.

Ahí es donde encontramos la pirámide de entrada al museo. Al asomarnos por las pequeñas pirámides de alrrededor vemos la publicidad de El código DaVinci.

Acabamos el día paseando con los pies dándonos bocados de realidad por los Jardines de las Tullerias que nos llevaba de nuevo a la Place du Concorde para entrar por la boca del metro y dirigirnos de nuevo al hostal Caulaincourt, para dar una vuelta por Montmartres buscando algún recuerdo, pero no encontrando nada interesante.

El domingo 19 casi a las 9 de la mañana le hago una foto a la Torre Montparnasse como despedida.

Algunas fotos más del viaje en Flickr

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