En tiempos de crisis parece que un antídoto que nos tranquiliza es pensar que tenemos talento y que eso nos traerá éxito. Y cuando esa gracia reside en un cuerpo de menos de 1.20 metros y sin mucho juicio, esto es, en un menor de 13 años, en la mayoría de los casos, entonces eso significa que nuestras generaciones venideras nos salvarán de este caos en el que estamos inmersos en estos últimos años.
Últimamente nos hemos encontrado en la parrilla de televisión estos programas:
Quiero cantar (antena 3)
Cántame cómo pasó (además de musicales)
Cántame una canción (Telecinco)
Generación de Estrellas (Autonómicas)
Menuda noche (Canal Sur)
“Qué bien, tengo un niño que canta”
Los jefes de programación y contenido no se lo piensan y prueban con la siguiente fórmula:
Niños + adolescentes + canciones + presentador/a con gancho (*)
(*) En el caso de que sea un hombre, el perfil es el de alguien de buen parecer y/o perfecto yerno (véase Jorge Fernández o Juan y Medio, el rey de las abuelas andaluzas). Si por el contrario se decantan por una presentadora eligen a la mujer perfecta, guapa, alta y sonriente, un perfecto equilibrio que gusta tanto al papá como a la mamá. Genial. Ya está creado el producto multitarget, ideado para toda la familia.
Pero antes de que las cadenas de televisión, de que los creativos de contenidos, den con la certeza de que este formato es perfecto para una televisión actual, antes que todo eso, hay otras personas que desean encontrar un contenedor donde verter el arte que desparrama su vástago.
Hace unos años trabajé en una agencia de modelos, actores, publicidad, etc y aunque creí que no en su momento… aprendí muchísimo. ¿Es normal apuntar a un niño a una agencia con un mes de vida? ¿De qué sirve eso? La mayoría de los rodajes o grabaciones con menores están bien reguladas y se puede decir que nunca trabajan más de las horas estipuladas por convenio… Pero si por algunos padres fuera las jornadas podrían ser más extensas y siempre irán a respaldarse a cuestiones como “ellos se divierten muchísimo haciendo esto”… Lo siento, yo sigo pensando que es tratar a una persona como un producto del que sacar partido, sobre todo económico, es decir, explotar.
(No he logrado encontrarlo, pero me hubiera encantado ilustrar este post con un vídeo que vi hace ya tiempo en la tele. La madre de un niño experto en grabar anuncios, hablaba de la capacidad de su hijo para abordar los personajes, de su virtud de proponer otro punto de vista del personaje al director del rodaje… El niño tenía 4 años y simplemente no obedecía por diversión, eso no es improvisar. La madre tenía un problema de distorsión de la realidad). (*)
No dudo que los niños, o que la mayoría, disfrute en un plató de televisión, cantando junto a sus “artistas favoritos” (que son los que el equipo de producción ha podido conseguir para ese día, nadie se muere por Las Seventies), pero lo toman como algo divertido, no como un futuro modo de vida. Además, muchos de estos padres creen que con solo poner ahí a su hijito conseguirán algo, como si fuesen una vela en el altar de un santo! Bueno, esto creo que tampoco da resultado… Yo seguí con fervor de pequeña Lluvia de Estrellas y maldecía el programa porque por mi edad no podía participar . Yo no canto especialmente bien, no como para ir a un programa a derrochar vozarrón, pero recuerdo que había una modalidad que era imitar a un cantante mediante playback, creo recordar, quizás mi memoria haya distorsionado aquello en favor de mis virtudes. Os aseguro que hubiera ganado todas las finales habidas y por haber… pero ahora entiendo que mis padres me quitaran las ganas. Gracias.
En el caso de Little Miss Sunshine (foto de este artículo) de Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2006, se dan factores muy contradictorios. Toda una familia aparentemente casa con ese estilo de vida de explotación de recursos infantiles, siendo también la propia niña la que anhela a toda costa ganar ese título. A medida que la historia avanza entendemos que solo quieren su felicidad, aunque el único que hace algo por cambiarlo es el abuelo, que viene a hacer lo que en ZEMOS98 llamamos un jajá: (el vídeo es la última secuencia, espoiler!!):
Y los niños, niños son
La manipulación paterna y materna está presente inevitablemente también en lo que el niño canta. Tengo dos sobrinas y escucho música con ellas, de todo tipo. Mi hermana, que es su madre, también lo hace, lo mismo escucha Aute, que folcklore africano, que canciones infantiles, que los Beatles. Yo crecí así, y también muchos de mis amigos. Pero eso no quiere decir que un niño se sienta cómodo interpretando una canción de Luis Miguel o una copla. ¿Qué hace una cría de 6 años cantando María de la O?:
¡María de la O!
Qué desgraciaíta, gitana, tú eres,
teniéndolo tó.
Te quieres reír
y hasta los ojitos los tienes moraos
de tanto sufrir.
Maldito parné,
que por su culpita dejaste al gitano
que fue tu querer.
Castigo de Dios, castigo de Dios,
y es la crucecita que llevas a cuestas….
¡María de la O!
Técnicamente la puede cantar y no dudo que lo pueda hacer bien, pero ¿no le viene un poco grande la letra? No tiene bagaje en su vida para encontrar sentimientos similares a los que se reflejan en esas estrofas… Resultado: la niña canta como le dice su madre, padre o sus maestros y parece que en vez de 6 años tiene 36. ¿No es una pena? Viendo un rato con mi madre el viernes pasado Generación de Estrellas, una chica de 13 años lo decía: “Esta canción no le pega a mi edad, no me sentía cómoda” . Se refería a una de Paulina Rubio que decía:
Y yo sigo aquí, esperándote
y que tu dulce boca ruede por mi piel.
En cuanto al horario infantil… sigue sin respetarse. Es paradójico que los que se venden como “programas de niños” se emitan a partir de las 22h. Pero quizás sea más lógico que a las 16.30h hagamos un zapping y veamos a cuatro desquiciados metiéndose gritos en Sálvame (todavía no le encuentro sentido al título… por mí que nadie los salve y se caigan en un agujero negro). Pero claro, no hay que ser ilusa, el principal interés en esos espacios no son los pequeños, si no sus padres, que ejercen de público, de jurado, de profesores, son ellos quienes van a enviar sms con la palabra FINAL al 4783, son ellos quienes llevan a los niños al casting…
La fama cuesta y a veces se quiere pagar demasiado caro para alcanzarla.
(*) ACTUALIZACIÓN: He logrado encontrar el vídeo! Es un programa de Documentos TV, merece la pena verlo entero. Sobre el minuto 35.40 se habla de los castings de los niños pequeños (Laura Cepeda, directora de castings y actriz y la señora madre del niño creativo). Lo podéis ver aquí.
Hacía falta un post como este, por el desarrollo y la meticulosidad. Un apunte del que solemos olvidarnos, si se me permite: la misma legislación de protección que pita los tacos en Sálvame o pixela rostros de hijos de famosos en la calle regula estos niños famosos, que actúan, a veces en directo, en franjas horarias que salen del horario «de protección».
Y para continuar explorando el agujero legal, esa misma norma que protege la intimidad de los niños españoles o europeos es conculcada sistemáticamente por reporteros y publicistas cuando los niños son haitianos, afganos, ugandeses o de la catástrofe que corresponda, bajo la excusa de la sensibilización.
Vaya!!! me ha gustado mucho, muchísimo el artículo. Y es verdad lo que dices al final, si ni siquiera los padres tienen juicio para seleccionar educativamente los contenidos que ven sus hijos/as…. ahora está de moda una serie, creo se llama «Patito feo» y una vez la ví, era para adolescentes desde mi punto de vista… pues mis niñas de 4 años están enganchadas y sus familias les dejan ver la serie.
Después se preguntan porque desde tan pequeños hablan de besarse, tener novios/as, «explorarse»…. (y otras cosas) pero si es lo que están viendo en la televisión con el consentimiento de los adultos.
En fin, me gusta mucho. Felicidades un post muy bueno.
Esa Bea! Muchas gracias. Estoy al tanto de lo de Patito Feo, donde por supuesto hay una pandilla de niñas malas, Las Divinas y cuya canción empieza así: «Nadie pasa de esta esquina, aqui mandan las Divinas». Tampoco voy a exagerar porque lo del enfrentamiento de clanes se da desde siempre y en todos los registros: Montescos y Capuletos en Romeo y Julieta, por ejemplo. Pero claro, échale un ojo a las Divinas, que parecen que han salido del Antique o cualquier otra discoteca dosneuronas.
En cuanto a lo de que los niños hablen de besarse, tener novios, etc… matizaré algo: en muchos casos me parece natural, nos atraemos de mil maneras diferentes desde pequeños, por amigos, por compañeros de clase, y dependiendo de qué niño en algunos casos suele ser algo fuerte. Pero lo surrealista es que la mayoría de las veces en la televisión aparece de una forma autoimpuesta de vivir eso y que no corresponde a ningún sentimiento/emoción de alguien menor de edad. Ése es el modelo que ellos ofrecen y los niños lo toman. Me acaba de venir a la mente la película «Adiós, cigüeña, adiós» de M. Summers, donde una pareja de colegiales se ve en la papeleta de afrontar un embarazo y por ocultárselo a los padres de ella la pandilla de amigos se vuelca para que todo salga bien. Es un bombazo de película y es de 1971. Aquí un pequeño vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=8LvTt6qYEVk
El tema es el de siempre, es la naturaleza, el sexo, pero por eso mismo hagámoslo de manera natural, sin ningún modelo impuesto.
Hola, llegué a tu artículo desde el Myspace de Zemos98. Tienes más razón que una santa, pero a los parrillleros de las teles se la suda si te cortan las tetas o te queman en la hoguera… ¡Mira lo que hicieron de Marisol hace 50 años!
Estoy contigo en que niñas y niños se divierten en los rodajes, pero también se divertirían diseccionando un ojo de vaca o visitando una planta nuclear… Si todo está bien y crecen sanos, los niños se divierten y punto.
Reunidas en una mesa de dirección de un canal de telvisión con una directora de contenidos y otra de mkt, la segunda sostenía que la finalidad del canal era mostrar a la niña con las mejores zapatillas de marca, para que el resto de la clase se sintiese frustrada si no las tenía. ¡Eso es ética! Claro que todos los meses se llevaba a casa su buena pasta, para pagar los colegios de sus hijos, que llevaban zapatillas güenas, que le regalaba la marca por portarse bien.
¡Ay! Cuánta estupidez humana. Te recomiendo una organización volcada en demostrar que las TV lo hacen mal, aunque dicen portarse bien con la infancia: http://www.octa.org
Y si no, cría cuervos y te sacarán de casa.
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Bien! Hay que escribir más sobre esto, yo cada vez que me encuentro con «Menuda Noche» me entran ganas de escribir algo o incluso de denunciarlo al Consejo Audiovisual de Andalucía pero siempre me echo para atrás porque tendría que verlo durante un rato más largo y eso me termina enervando… un bucle…. lo has empezado tú… por eso me alegro 🙂
Lo de que las letras quedan grandes me recuerda a la cita con que empieza el artículo que hizo Bea «Una televisión que educa, una televisión que manipula» y que trabajamos con algunos adolescentes:
[…]
Después de tanto y tanto trabajar
que a veces las mujeres necesitan
una poquita, una poquita, una poquita, una poquita libertad
María Isabel. Eurojunior 2004. 7 años.
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Recuerdo cuando les dimos a leer la letra de la canción de María Isabel e hicimos un pequeño «debate» sobre aspectos muy evidentes de género y machismo que tiene esa canción… casi conseguimos que las chavalas odiaran esa canción…
Lo que más grave me parece de todo esto es ¿Por qué en una televisión pública? ¿Eso es servicio público?
jejeje, habrá que pasar a la acción 🙂