Después de haber leído «La edad de la ira» y «En casa me lo sabía» del mismo autor, Nando López, tenía claro que seguiría leyéndolo porque escribe sobre educación con el conocimiento real de haber estado en las aulas, porque está activo en las redes y conoce las inquietudes y los problemas de la adolescencia, tema que me apasiona y que quiero ir descubriendo cada día porque esta edad hay que verla como una oportunidad, no como un problema y eso es imprescindible para que esta sociedad se vuelva más tolerante, más inclusiva, más democrática, más justa…
Me resistí a comprar el libro porque no lo había en digital y ya he comentado que leo en mi kindle porque en casa ya no tengo espacio físico para tener tantos libros, a pesar de tener una habitación dedicada a ellos, pero la editorial me comentó que no tenían pensamiento de sacarlo en digital, algo que no entiendo en estos tiempos que corren y además si va dirigido a la juventud, pero bueno, será política de la empresa con la cual, por supuesto, no estoy de acuerdo. Leer en digital es muy cómodo, amplías la letra a tu necesidad visual, es fácil de llevar a cualquier sitio, tiene luz incorporada, puedes subrayar, añadir notas, consultar diccionario, divulgar un párrafo en las redes, lo compras a un clic…
El libro te atrapa desde las primeras páginas porque trata temas tan reales, a pesar de ser ficción literaria, que les pones cara a cada uno de los personajes, te metes en el papel de la orientadora que llega al club y te sobrecoge ver cómo ella sufre en su profesión, por lo que ha vivido en su anterior trabajo (centro de ayuda a las mujeres maltratadas) y por lo que está viviendo con estos jóvenes que pertenecen a un club y que se encuentran inmersos en un asesinato de difícil comprensión.
Toca el tema de la rivalidad entre dos institutos porque en uno están casi todos los migrantes, se puede ver el racismo, la homofobia, la pasividad del profesorado, el aliento de las familias hacia ese incomprensivo racismo, trata el tema del despertar sexual en algunos de sus miembros, con los tabúes propios que no acaban de erradicarse.
A pesar de ser un tema con un asesinato por medio, la novela saca a la luz los temas que preocupan al alumnado de bachillerato, sus estudios, sus relaciones, sus amistades, sus inquietudes deportivas, con la presión de los dirigentes (aquel nefasto partido final que perdieron), su futuro no definido en esa edad tan temprana, sus relaciones con la familia y con el profesorado, los consejos del personal que lleva el club de waterpolo, siempre imbuido en la competitividad y en el aplastamiento al contrario, sin empatía con los jugadores y jugadoras, tirando al machismo; trata el tema del acoso, del maltrato familiar…
«Un thiller apasionante que nos sumerge con realismo en algunos de los conflictos más acuciantes de nuestra sociedad»
Y nadie mejor que el propio autor, Nando López, para hacernos el comentario de «Nadie nos Oye».
«Nadie nos oye» es un libro de fácil lectura, con una trama que puede dar mucho juego para el diálogo en clase, sería ideal para hacer tertulias dialógicas, es recomendable para el alumnado de Bachillerato, para el profesorado, para las familias, para todas aquellos agentes sociales que tratan con estas edades, preocupados de hacer de esta juventud una ciudadanía más justa, más democrática, más tolerante, más inclusiva…
«Todo el mundo opina. Todo el mundo juzga. Todo el mundo sabe lo que te conviene y lo que necesitas. Pero nadie presta atención a lo que dices. Solo ven en ti lo que buscan antes de conocerte. Eso es lo que hacen. Lo que hacemos todos. Imponemos lo que pensamosy cubrimos con ello lo que vemos. Porque es más importante tener razón. Hablar más alto Gritar hasta que solo se escuche nuestra voz. Hasta que eso tampoco importa y el grito es tan fuerte que ya no se puede escuchar nada».
[…] Dilo en voz alta y nos reímos todos y En casa me lo sabía, y de títulos de gran éxito como Nadie nos oye, En las redes del miedo, Los nombres del fuego o El reino de las Tres Lunas y su continuación, El […]
[…] «Nadie nos oye» […]