Anoche estuvimos cenando con unos amigos, con Paco -amigo de José Antonio- y Raquel a la que ninguno de los dos conocíamos, yo pensaba que iba a ser una velada aburrida, ellos se pondrían a hablar del tema que les une y nosotras a divagar sobre temas triviales, sin ningún lazo que nos uniera previamente… Así empezamos, hasta que Raquel nos dijo que es maestra que había trabajado en la empresa privada pero que resulta que este año ha empezado a trabajar en la escuela pública con una vacante para todo el curso. Así nuestras conversaciones tomaron un matiz diferente por eso quiero dedicar esta entrada a Raquel, la compañera de Paco.
Una persona que empieza y se emociona hablando de lo que ha hecho, de todo lo que ha tenido que prepararse, de cómo se ha resfriado con la chavalería pero también se ha divertido y se ha emocionado… esa persona empieza con buen pie y está demostrando que le gusta su profesión, no le han importado las horas que le ha dedicado a su puesta al día porque esperaba al día siguiente esos niños y niñas que entendían su trabajo, que se lo agradecían, que se emocionaban con ella y que con Raquel han estado aprendiendo de forma feliz porque ella se lo ha trabajado.
Ese es el tipo de profesionales que necesita la escuela del siglo XXI, personas que saben reciclarse para educar con sentido de forma que se llegue a producir un intercambio en clase y se aprenda de forma significativa, con pensamiento crítico y se trabaje de forma activa, creativa, trabajando la inclusividad, colaborativamente…
Raquel, desde este humilde blog, quiero decirte que, en lo que pueda, cuenta con mi ayuda, no me da pereza, podrías verlo en lo que anoche te transmití. quiero decirte que has elegido la mejor profesión del mundo y que, por mucho trabajo que te suponga, al final esas lágrimas de los niños y de las familias, reconociendo tu labor del curso pasado, son la mejor medalla que te puedes colgar y que te dan fuerzas para empezar un nuevo curso con el mismo entusiasmo que el anterior… y así hasta el final de tu carrera docente, aunque, si como vi, te apasiona este mundo educativo, nunca te jubilas.
Gracias, Raquel y Paco por las horas compartidas y… para la próxima nos tomaremos unas «mirindas»
Gracias, Raquel. Para mí fue una alegría compartir emociones en torno a la educación. Un abrazo.
Gracias Dolores por dedicarme esta entrada en tu blog. La verdad es que has sabido describir en pocas palabras lo que ha sido para mí este curso. Pase lo que pase en el próximo curso y en los siguientes…: Si me llaman de la bolsa, si no me llaman, si trabajo más tiempo, si trabajo menos…Lo que tengo claro es que este curso será único e inolvidable. Supongo que como los primeros cursos de todos los maestros y maestras…La diferencia es que a mi edad, después de más de veinticinco años trabajando en un sector que nada tiene que ver con la docencia, nunca habría imaginado que viviría esta experiencia. Dura, muy dura. No lo voy a negar. Pero muy hermosa también.
He tenido además la suerte de encontrarme con compañeras y compañeros estupendos. Profesionales como la copa de un pino, al lado de los que me he sentido muuuuyyyy pequeña, pero que me han ayudado mucho.
Ha sido un placer conocer a esos maestros y maestras y ha sido un placer conocerte a ti.