Reivindicar la igualdad de género significa que durante todo el año prestemos atención a todos los estereotipos que marcan la diferencia, que dentro de nuestras familias no se hagan distinciones por sexo y los niños y las niñas vean que, excepto las diferencias biológicas, padre y madre cumplen con las mismas tareas de educar y de gestionar el hogar en el que habitan.
Es muy fácil hablar hoy de derechos de la mujer, pero en mi casa no se cumplen. Hay que predicar con el ejemplo y eso hará que a lo largo de algunas generaciones las niñas se crien en igualdad y no haya distinciones en trabajos, en la sociedad, en los grupos de amistades…
No se trata de celebración vacía sino de reivindicar los derechos que pertenecen a las mujeres.
Pienso que aún hoy en día hay que desterrar de nuestros comportamientos hechos que discriminan y hacen que esta sociedad no llegue a ser igualitaria:
– Se sigue usando la imagen bonita de la mujer en la publicidad, cultivando en exceso el cuerpo y no la mente. Hoy en la Comunidad de Madrid se regalan bonos de lencería y clases de aerobic, por ejemplo. Se celebran cenas y meriendas, argumentando que salgan a respirar, al menos un día.
– Se siguen dando puestos de responsabilidad a más hombres que mujeres.
– Se siguen responsabilizando a las mujeres de las tareas domésticas. El hombre no debe ayudar en casa, debe compartir las tareas de la familia. Si la mujer trabaja no tiene por qué cumplir doble horario, debe participar al cincuenta por ciento con las misiones que toda familia debe satisfacer para vivir en un hogar agradable.
– Se sigue encomendando a las mujeres la tarea de la educación, preocupación por la asistencia a reuniones, deberes por las tardes, contactos con profesorado…
– Se sigue considerando que la mujer es la que mejor lleva el cuidado médico de sus familiares, sean chicos o grandes, los padres también pueden preocuparse por una fiebre, por llevarlos al médico, por una corrección de vista, de espalda…
– Se sigue considerando que las mujeres son las mejores cuidadoras de los mayores, incluso en el caso que no haya hijas, son las nueras en muchas ocasiones las que los cuidan y los hijos se desentienden de esta tarea familiar.
– Se sigue viendo que hay muchas mujeres acomodadas en el machismo y son ellas mismas las que incentivan estas tareas y siguen educando a sus hijas de la misma forma, así no vamos bien.
– Se sigue considerando a la mujer como un ser débil, sin fuerza, a la que hay que adular y proteger.
– Se sigue diferenciando en algunos sectores, en cuanto al salario, con lo evidente que es que a igual trabajo igual sueldo.
– Se sigue teniendo que poner cuotas de mujeres en la política porque si no sería un terreno casi exclusivo para los hombres.
– Se siguen programando en las televisiones públicas, programas dedicados al cotilleo, en franjas horarias para las mujeres.
– Se sigue olvidando la mente de las mujeres, no se cultivan espacios para su desarrollo, hoy las mujeres salen a desayunar, a andar… pero no se juntan para asistir a un curso, para ponerse al día en Internet, para leer, para ver cine…
– Se sigue viendo a hombres muy comprometidos en política que hablan de una forma fuera y que después dentro de casa son reproducen estos comportamientos discriminadores.
– …
La lista sería interminable porque aunque algo se ha conseguido, son las mentalidades masculinas las que en muchos casos no terminan de aceptar esta responsabilidad en la igualdad. Hace falta educar a los hombres para que las mujeres salgan adelante, por eso siempre me he negado a los eventos exclusivos para mujeres, creo que debemos estar juntos para verdaderamente transformar la sociedad y crear un nuevo modelo de sociedad igualitaria.
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