«Insisto mucho en la necesidad de escribir sobre las experiencias que se realizan, ya que la escritura ayuda a sistematizar el pensamiento, facilita el intercambio, sirve de estímulo y hace posible la crítica» Esta recomendación de Miguel Ángel Santos Guerra, hace años que está clavada en mi corcho porque considero que no se nos puede olvidar escribir sobre experiencias y yo añado también escribir sobre sentimientos en Educación, porque de esta forma podemos hacer que la persona que nos lea reflexione y la sociedad en general salga beneficiada con el aporte de nuevas ideas.
Ayer se celebró el Día Escolar de la PAZ y la No Violencia, como cada 30 de enero, y durante todo el día fluyeron en mi cabeza recuerdos de la celebración de ese día en mi carrera profesional:
Vestidos de blanco,
actividades especiales (hasta viajes a Madrid),
inspiraciones de PAZ, suelta de globos y de palomas, recuerdos…
Horror a la guerra, pensamientos pacíficos, murales, canciones…
Pero lo que verdaderamente queremos imbuir en el alumnado es que la PAZ no es sólo el 30 de enero de cada año, de que la PAZ debemos hacerla cada día con los que tenemos a nuestro alrededor, la PAZ es ser ciudadanos justos y críticos, es una forma de vida, es una actitud ante la vida, es «el camino» como decía Gandhi.
Hoy quiero hablar de actitudes del profesorado que generan violencia y debemos procurar suavizarlas o cambiarlas en nuestras prácticas:
– Si el alumnado teme que llegue tu clase, mala señal. Replantéate por qué y de dónde viene ese temor, si hay miedo el aprendizaje no será constructivo, se convertirá en una mera reproducción de conocimientos que serán olvidados en el tiempo y que no impregnarán pozo cultural en el alumnado.
– Si tienes que gritar en clase, mala señal. Procura que se cultive un ambiente de cordialidad y de motivación hacia el aprendizaje de forma que no haga falta estar callados, a no ser que sea respetando el turno de palabra, sea del profesor o de un compañero o compañera. Trabajar la motivación del alumnado es tan importante como el enseñarles a descubrir los conocimientos.
– Si tienes que hacer uso de la autoridad que el cargo te confiere, mala señal. Ser profesor o profesora debe conllevar una serie de habilidades para hablar al alumnado de forma pacífica, sin herir a nadie, con respeto y armonía, debe conllevar habilidades para ser «líder» de forma que encuentren interesante lo que planteas y estén aprendiendo, incluso puedes llegar a ser modelo para alguna persona a las que te diriges.
– Si no te prestas a tutorías individualizadas, mala señal. En las clases hay que crear vínculos que entrelacen a las personas, si no tenemos entrevistas personales algo se nos escapará y quizás no estemos actuando adecuadamente con las problemáticas particulares que se dan en el grupo. hazte amigo, no colega, de tus alumnos y sacarás más aprovechamiento de ellos, decía Machado.
– Si llegas criticando a tus compañeros y no demuestras un afán de trabajar por un clima positivo en el Centro, mala señal. Los claustros se hacen difíciles por las posturas individualistas de las personas, si cada uno aportamos claramente nuestras ideas y no criticamos por detrás, sino que nos respetamos y tratamos de llegar a un consenso, la comunidad se verá beneficiada.
– Si no favoreces el contacto con las familias, mala señal. Dos partes que están educando a una misma persona, deben llegar a acuerdos conjuntos, no a imposiciones. Favorecer la tarea de integración de las familias en el proceso de aprendizaje beneficia la labor educativa.
– Si sólo te preocupas de la instrucción y no de la educación, mala señal. Estás olvidando a la persona y la estás considerando como una máquina que engulle y después repite lo que le has transmitido, eso no lleva nada más que a aprobar el examen y después olvidarlo, eso no genera conocimiento, eso no genera buena ciudadanía, eso no forma personas críticas ante la vida, no genera compromiso social, ni genera actitudes positivas hacia el cambio.
– Si rechazas la tecnología y no te actualizas, mala señal. Estás viviendo atrasado a tu tiempo, el alumnado ha nacido en una era tecnológica y demanda avances para aprender con la tecnología que tiene a su alcance, aprovéchala como motivación y no los ridiculices, integra los móviles, los ordenadores, las tabletas… todas estas herramientas te pueden ayudar en la motivación hacia el conocimiento, su prohibición no te ayudará en el proceso.
– Si hablas mal de los orientadores y no quieres saber nada de Pedagogía, mala señal. Estar ejerciendo como docente, aunque seas químico, matemático, filólogo… necesita de unas nociones de Pedagogía para saber cómo llegar al alumnado, cómo desenvolverte en ambientes educativos, cómo enseñar, cómo programar, cómo evaluar…
– Si no escribes lo que haces, ni compartes en las redes, mala señal. Estás desaprovechando todo lo que las demás personas voluntariamente y sin nada a cambio, te están ofreciendo.
Gracias Jesús, pienso que este tema es importante para la reflexión del profesorado, muchas veces vamos reproduciendo esquemas y cuando te paras puedes comprobar que has hecho daño a esas personitas que tenemos como alumnado. Un saludo.
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Hola Dolores:
Me ha encantado tu post. La paz empieza por nosotros y por reflexionar sobre lo que hacemos, como recomienda Miguel Ángel Santos Guerra (¡Qué lujo!).
…Cuando de un pequeño problema hacemos uno mayor.
Gracias y saludos