En este momento donde la calidad como objetivo de la educación es un elemento de debate, Freire en el año 1992 ponía de manifiesto cuáles son las condiciones que se han de dar para que la calidad tenga un valor democrático y suponga una posibilidad de mejora para las clases populares.
«Un elitista entiende la expresión [Educación para la calidad] como una práctica educativa centrada en los valores de las elites y en la negación implícita de los valores populares. El culto de la sintaxis dominante y el repudio, como fealdad y corrupción, de la prosodia. la ortografía y la sintaxis popular. Por otro lado, un demócrata radical, jamás sectario, progresistamente posmoderno, entiende la expresión como la búsqueda de una educación seria, rigurosa, democrática, en nada discriminatoria ni de los renegados ni de los favorecidos. Eso, sin embargo, no significa una práctica neutra, sino reveladora de las verdades, desocultadora, iluminadora de las tramas sociales e históricas.»
«Calidad de la educación; educación para la calidad; educación y calidad de vida, no importa con qué enunciado se encuentren, educación y calidad, son siempre una cuestión política, fuera de cuya reflexión y comprensión no nos es posible entender ni una ni otra.
No hay, por último, educación neutra ni calidad por las que luchar -en el sentido de reorientar la educación- que no implique también una opción política y no exija una decisión, también política, de materializarla.» Del libro Educación y Política de Paulo Freire
En esta ocasión, quiero ligar este texto de mi admirado, poco conocido y menos seguido Paulo Freire con el trabajo espléndido que una maestra, Lola Urbano, viene realizando en el ámbito de las TIC. No quiero forzar las cosas, pero cuando una profesional de la educación toma la opción de hacer las cosas de esta manera está apostando porque sus alumnos y alumnas reciban una educación de calidad, está trabajando por la calidad de la educación y está haciendo educación para mejorar la calidad de vida de su alumnado y además lo hace desde un punto de vista no neutral, hace un trabajo político en el mejor sentido de la palabra, donde prima los aspectos de mejora de todos y todas frente aquellos que segregan en nombre de los que tienen interés por aprender, pero no se preocupan que todos y todas tengan interés por aprender.
Gracias Lola @NoLolaMento por enseñarnos que es posible otra escuela y hacerlo realidad. Creo que si fuera posible un cruce de ideas entre Freire y todas las personas que están trabajando en esta línea nos encontraríamos con caminos más diáfanos para la mejora de la educación.