Carolink Fingers
06.08.2007

Fischerspooner (crónica)

por carolinkfingers

En la historia de las vestimentas estrafalarias que han pasado por este Festival, posiblemente nunca habíamos tenido una tan poca cosa. Con la fama de performers que les precede, habríamos esperado lentejuelas o plumas y no un… calzoncillo. Pero la imprevisibilidad y la fantasía (dirigida en todos los sentidos posibles) forman parte de la esencia de Fischerspooner, que en los directos se transforma en un conjunto de instrumentistas y bailarines al servicio de la performance. Casey Spooner es el maestro de ceremonias, a medio camino entre un Jaz Coleman (esperpéntico) y un George Michael (más esperpéntico). Ni hombre ni mujer, ni vestido ni desnudo (casi): a medio camino, en la más pura indefinición. Y algo así sucede también con su música, y con el espectáculo en sí. Tres bailarinas ejecutan junto a él espectaculares coreografías que apoyaban con ímpetu. Tres músicos (bajo, guitarra y batería) ponen manierismo rock sobre las bases pregrabadas. Y en el centro, Spooner. No es rock ni tecno, no es teatro ni danza. Pero se tiene que bailar. “Just Let Go” empezó a romper el hielo del público, no muy apretado, que estaba ante el Escenario Verde; más tarde entregaron un inédito (el tercer disco, dijo, está prácticamente listo en Nueva York). Para la cuarta, los músicos soltaron sus instrumentos y bailaron sobre la música escupida desde los altavoces. “Cloud”, con ese estribillo que dice “I lost myself”, trajo uno de los temas más habituales en las canciones de este grupo, las identidades borrosas. Ejecutaron sobre el escenario una ¿improvisada? sesión fotográfica. En otro momento, Spooner interrumpió la actuación para darles instrucciones a las chicas. Aunque el público celebró sus bailes y coreó con ganas “We Are Electric” o “Never Win”, de alguna forma, en el desarrollo del concierto, uno no podía dejar de pensar que estaba asistiendo a una gran broma.

Mejor momento: “Dance, motherfucker, dance!”, nos gritó Casey Spooner desde el scenario. A ver quién no le hace caso a este señor tan cuadrado.

Publicado en FIBER Domingo 22 de Julio 2007.

01.08.2007

Bostezo. Soledad acompañada.

por carolinkfingers

Lo que no se vio, ni se oyó, ni se filmó, ni se grabó, ni se fotografió en Benicàssim. Lo que hacen las reporteras terroristas cuando están solas.

Sábado 21 de julio en Benicàssim. Conspiro con la manía mía de reafirmar mi independencia (ese espejismo), de planeta sin satélites, de cuerpo celeste transitoriamente libre de fuerzas gravitacionales. Andar sola, consumir sola, decidir sola: me encanta, a ratos, estar así de sola. No pedir a nadie consentimiento ni opinión para las ridículas-insignificantes decisiones que conlleva almorzar sin compañía.

Salgo del hotel hacia el pueblo, me dirijo a un restaurante que, como es de prever, está muy concurrido, y pido mesa para una. “¿Te importa compartirla con un chico?” El caso es que sí me importa, pero he decidido no ofrecerme de canto a las insaciables posibilidades de lo real. He decidido estar sola, al mismo tiempo que he decidido sentir yo sola. Nada me ata.

El “chico” parece un hombre de cierta edad. De piel seca, correosa, labios partidos, una cabeza grande de ídolo etrusco, una nariz de algún modo aplastada, desprotegida, sobre una boca gruesa de africano. Yo hubiese dicho más de cuarenta. No quiere almorzar. ¿Para qué está allí? La terraza está a rebosar y él solo quiere un bourbon con hielo. Fumarse un Marlboro tras otro, jugar con el siguiente Marlboro hasta que aparezca un encendedor providencial. Quiere y no quiere conversar. Aparenta darse cuenta de que la situación que nos ha reunido es la más torpe de las coincidencias. Sabe, o al menos al principio sabe, que hemos de respetar nuestro espacio, que se trata de una privacidad anulada a regañadientes. Pero su torrente no cesa. Siquiera, a ratos, diríase que no parará por nada del mundo. Me da lo mismo. Puedo escuchar sus letanías, sus consejos o sus amonestaciones, de aquello y de lo otro, o no escucharlos. Conversa con descaro, con soltura, con acento fuerte (de francés o del árabe o de todo a la vez). Conversa con la idiotez y la espontaneidad de un niño; con el atrevimiento de un viejo que ha visto de todo.

Empero, me divierte. He decidido no hacerle mucho caso, y quizá con eso se dé cuenta de que no necesito actitudes paternales: pido para comer paella, por más que insiste en que no es buena opción allí donde estamos. Puedo participar en una conversación, someramente, impelida por la circunstancia, pero no me tomes por el pito del sereno. Sale a colación la vida, su vida, y hasta la mía. Sale su mujer, la que “él amaba”, la que era “para siempre”. A pesar de sus esfuerzos, no me queda claro quién dejó a quién. ¿Él, que no quería salir nunca con ella, o ella, amargada, por el hombre que rehúye la vida por quedarse cerca de la botella? No me queda claro, y aún así no pregunto. Preguntar es comprometerse. Interrogar es revelar. Es mi timidez. Me entero, sin preguntas, de que tiene cuatro hermanos. Padres, retirados, descansando en una villa de Benicàssim. Ha vivido en cien lugares: terremoto de México en el 85, Mundial de Fútbol del 86… Dice que, para entonces, tenía doce años. Y eso le deja… con los mismos que yo tengo.

Le esperan para almorzar, pero él tiene que ponerse ese bourbon, y otro más, antes de ir a encararlos. No lo dice así. Pero dice sentirse “vigilado”, “perseguido”. Nadie viene. Mi paella es mucho arroz a medio hacer y media docena de alcachofas. No está agradable. Y su conversación dista mucho de serlo. Tiene cuatro sobrinos, y habla de ellos como si fueran sus hijos. Pregunta, todo el tiempo, y yo me veo obligada a dejar caer alguna que otra información. Quisiera tener hijos, dice, pero en vez de eso es hostelero: tiene una residencia de estudiantes. Eso me produce un escalofrío. Peor aún cuando dice que, cuando mis hijas se hagan grandes, las envíe a estudiar a Valencia. Porque él se dedica a la restauración, y a vueltas con la residencia. Entonces, “¿trabajas para el festival?”. “Ah, ¿pero no eres benévola?”. Lo dice mal, poniendo la tónica en la sílaba “vol”. Y ¿de qué carajo me habla? ¿Buena? ¿Honrada? El momento de confusión me hace casi tirar la toalla, pero… Quiero almorzar, tranquila, sola, abierta, disfrutando. No lo consigo. En un solo minuto, recuerdo la correspondencia del francés: voluntaria. No, no soy voluntaria. Voluntaria para escuchar hombres echados a perder, tampoco. Pero ya ha perdido el interés en mí. Necesita nuevas víctimas. La ha tomado con los chicos de la otra mesa, ingleses, que están preparando una tarta de cumpleaños para agasajar a uno de ellos. Las velas, gordas, enormes, rojas, exclaman sobre el pastel: 18.

30.07.2007

!!! (chk chk chk) (Crónica)

por carolinkfingers

Lo que yo decía. !!! son puro sexo. En sesenta minutos, aquella carpa fue incendiada en una multitudinaria orgía, superando incluso lo conseguido un rato antes por Cansei de Ser Sexy. Es que el electro-funk-punk-dance-jam-rock de los californianos, desplegado por los ocho músicos (más una cantante invitada), es la perfecta materialización de lo que una party trance bailable debe ser y eso resulta, a día de hoy (que estamos hasta las narices de tensiones y malos rollos) francamente irresistible. El glamour anti-glamour de Nic Offer (¡salir a cantar en bañador!) que se mueve sin parar, recorre de punta a punta el escenario, baja al foso, arroja agua… es el elemento que nos hace identificarnos, inevitablemente, con su performance, entregarnos al baile y al ejercicio de seguirles el ritmo. Y, en la creación de la magia, no se puede pasar por alto a ese peaso de freak que es John Pugh, al que no se menciona nunca en su denodada labor de poner patas arriba la fiesta: el baile más psicótico que imaginarse pueda lo ejecuta este zanquilargo con sietes en el pantalón. Su gran momento fue intentar hacerle entender al público que estaba hablando de “pisar una mierda”, y la interpretación que hizo de “Shit, Scheisse, Merde” junto a la chica fue de delirio. Offer y Pugh ofician de andrajosos frontmen, la vanguardia del octeto, y la estupenda sintonía existente se pudo sentir en “Heart of Hearts” (uno de los mejores momentos de su segundo disco, “Myth Takes”). Pero !!! son una especie de monstruo que muta y se transforma de canción a canción, haciéndolas cambiar desde dentro y fabricando con cada una de ellas una rotunda jam: los guitarristas se ponen a las percursiones, los teclistas se ocupan también de las secuencias, pregrabados y osciladores, y a ratos se convierten en sección de viento… El sexy Nic Offer se roba todo el protagonismo (porque carisma no le falta), pero el exquisito trabajo de texturas (gruesas, calientes y de groove prometedor) es trabajo de los demás. Hoy por hoy, !!! ofrecen uno de los shows más brutales y comunicativos del rock y eso es justo lo que pudimos ver anoche. Este grupo es una bomba… sexual.

Mejor momento: el punto final de “Pardon My Freedom” y toda la concurrencia gritando con Nic Offer: “fuck, fuck, fuck, fuck!!!!”.

Publicado en FIBER Domingo 22 de julio 2007.

30.07.2007

Amy Winehouse (crónica)

por carolinkfingers

Su voz es tan grande como su timidez. El potencial de esta menuda mujer es tan rotundo como la certeza de que aún le queda mucho por aprender. Al menos, en lo que toca a conducir una actuación y comunicarse con su público. Un público, todo sea dicho, que la ama. La hemos recibido efusivamente, pero no sabemos si le hemos hecho sentirse bien del todo, en todo momento. Abajo, una masa de incondicionales desbordaba los límites de la carpa, esperando con ansiedad la puesta de largo de la cantante, por primera vez en España; arriba, un grupo de selectos seguidores -The Hives y The Pipettes entre sus fans. Amy ha salido a nuestro encuentro cautelosa, solicitando instrucciones con la mirada, aquiescencia para acometer las canciones, llevando los ojos continuamente al suelo. No ha empezado a desmadejar un poco su voz (parecía querer ceñirse estrictamente al guión, como si fuésemos a castigarla por improvisar encima del molde de lo conocido) hasta «Back to Black», y la vimos algo incómoda, al menos, durante un buen rato. La primera sonrisa abierta llegó con «Cupid» (el clásico de los sesenta). Para cuando acometió «Me & Mr Jones», por suerte, la cantante se creció un par de palmos por encima de su enorme peinado. Sonó hermosa, juguetona y cálida. Y a partir de la segunda mitad, se relajó, todos comenzamos a disfrutar felices y por fin el repertorio pareció querer brotar de sus labios con seguridad y confianza: «I Am No Good» elevó los corazones, «Wake Up Alone» puso la carne de gallina. Aún así, en ciertos momentos, Amy parecía querer salir huyendo, a esconderse tras las espaldas de uno de esos cantantes-bailarines que la secundaban. Pero me he hecho una promesa: hoy no habrá quejas, sólo una petición a futuro. Queremos a Miss Winehouse tal como es, con sus contradicciones, sus turbiedades y su voz poderosa, rota y palpitante. La queremos aquí en FIBs venideros, para verla volar por la estratosfera de las divas, cuando por fin quiera dejarnos verla volar.

Mejor momento: los excelentes músicos que la acompañaron, creando en el Escenario Fiberfib.com el auténtico ambiente propio de un show soul de los sesenta.

Publicado en FIBER Lunes 23 de Julio de 2007. La crónica que aparece en el Fiber online es algo distinta, porque tuvimos que modificarla sobre la maqueta.

28.07.2007

Rufus Wainwright (crónica)

por carolinkfingers

Viernes 20 de julio – Fiberfib.com Sesión Tarde

Querido Rufus: hacía mucho tiempo que nadie reunía tal cantidad de gente en esa carpa, a una hora tan temprana. Hacía mucho que no veía vapulear de ese modo al público, subiéndolo y bajándolo en una montaña rusa de emociones. Has hablado de “orgía”, porque veías a la masa generar calor y amor en olas; pero la oleada de sensualidad llegaba directamente desde tu micrófono. Posees la estrecha cercanía de un cantautor, y al mismo tiempo conoces el misticismo interno del pop. Has hablado de “flamenco”, que quizá sea sólo una palabra para ti, y ese rumoroso “clapping” que nos has pedido para acompañarte en “Beautiful Child” (¡cómo nos íbamos a negar!): nos consta que tienes mucho en común con Camarón, habéis explorado la cara oscura del alma a través de vuestro instrumento. Tú tienes a tu favor un impresionante manejo de los registros, y esa voz: recia como la de un bluesman, franca como la de un cantaor, ilusionista como la de una cantante lírica. Has sudado, poniéndote en nuestro lugar, interpretando con colorista pasión “Going to a Town” y “Do I Disappoint You?”. Te has esforzado por saludarnos en español, por explicarnos el significado de esa bandera (tu propia versión de la norteamericana), por caernos bien (¡no hacía falta!), y agradecemos el sentido del humor. Has dirigido como un verdadero maestro a ese puñado de músicos entregados, valientes “gentlemen” de otro tiempo (¡cuánto sex appeal!), y has aporreado con rabia el piano, salpicándolo todo. Pero no termina todo aquí: para redondear, nos has dejado verte en albornoz, agigantándote, en el “Hallellujah”, que tan universal se ha vuelto. Y, aún, último golpe de efecto: ¡te has pintado los morros! Has transmutado a tu grupo, haciéndoles bailar, en un número de revista musical de tres al cuarto. Hacía mucho tiempo que nadie me ganaba de ese modo el corazón. Yo no era tu fan, pero es que tú enamorarías al mismísimo diablo.

Mejor momento: la emoción y la sorpresa de ver a Rufus Wainwirght quitarse el albornoz…

Publicado en FIBER del Sábado 21 de julio.

28.07.2007

!!! (chk chk chk): Bailar pegados

por carolinkfingers

Bailar, bailar, bailar, ¿para qué? ¿Por qué? La respuesta no es otra que: follar, follar, follar. Es una ecuación sencilla, pero su resultado se nos había vuelto opaco. Retornemos a los tiempos en los que el baile no tenía otra significación.


Que suene crudo: el baile es un ritual tan antiguo como fornicar. Hombres y mujeres han bailado desde siempre para intercambiar feromonas, y los abuelos del rock tenían muy presente la relación entre baile, música y sexo. Pero, con el mundo cada día más cargado de culpa y despropósitos, al cabo de una supuesta liberación sexual que nos evitaba ponernos a hacer el ganso para conseguir acostarnos… ¿qué le quedaba al baile?

Aquella energía de las parties psicodélicas, donde se perdió la inocencia, había que buscarla en otra parte. Sí, llegaron el funk, el soul y todo eso: episodios que traían breves e intensos fogonazos de pasión. El baile se hizo algo triste, imposible de realizar tanto en el barroquismo del rock progresivo como en la infortunada cuadratura punk. Ay, ay, pero ahí vienen !!!, los del impronunciable nombre, a utilizar sin complejos el lenguaje físico, espeso, cuajado de hormonas; ocho culos blancos dispuestos a medirse con las armas del ritmo endiablado. Porque, además, es música ejecutada en directo, hecha para el directo, donde lo sintético tiene escasa presencia. Dance-punk lo llaman, pero hay que admitir que hay mucho de jam en su puesta en escena, amor por lo alucinógeno y un nivel de elaboración que lo aleja del mero exabrupto.

Ocho músicos como la copa de un pino, comandados por la urgencia salvaje del frontman Nic Offer: maestro de ceremonias en busca desesperada del exorcismo, la energía niveladora; creadores de un espectáculo que insiste en tu participación, con cabeza y pies y manos, su historial de apariciones en directo en España ya no deja lugar a sorpresa, pero nada de lo que se pueda poner en palabras hará justicia a su show. Cuando un grupo se sube a un escenario es para afirmar su ego: con !!!, más bien sentirás que estás dentro de su fiesta, en una casa en la que están todos –grupo y público- a un mismo nivel. Horizontal, así es. Para ellos, bailar no es un escapismo, sino una postura, un compromiso, una reacción. Porque en este momento estás vivo, y no tienes ni idea de lo que va a suceder en el momento siguiente. Que el mundo está podrido, que todo es un asco: puedes esconder la cabeza o salir a bailar. En eso, estoy con Offer: ‘like I give a fuck’.

Publicado en FIBER – sábado 22 de julio. El título de este artículo fue elegido por «votación popular» en Twitter. El texto original contiene una errata que aquí me he olvidado de poner.
25.07.2007

Fiber 2007. Una selección.

por carolinkfingers

Viernes 20 – Sábado 21 – Domingo 22 – Lunes 23 de julio de 2007. Honrada de haber participado en la redacción del FIBER, periódico oficial de Festival Internacional de Benicàssim. Jodida pero contenta. Una vez ahí, toca hacer de todo, no es lugar para melindrosos: cubrir conciertos y actividades extramusicales, satisfacer compromisos y poner el corazón, a toda prisa, en lo que escribimos. Enlazo los textos, en Fiber online, de mi autoría (la lista es exhaustiva, pero no todos los textos están en la web). Y dejo sitio en este blog para, a continuación, apuntar los textos de los cuales me quedé más satisfecha.

FIB-Art – «Vengo buscando pelea»
Mustang Fashion Weekend FIB – «Fronteras que se diluyen»
Musac y Benicàssim – «Fueron felices, y comieron perdices»
Festival de Cortos FIB – «Personal e instransferible»
FIB-Actúa – «Tiempos de risa floja»
GusGus – «Esto no es normal»
Crónica Brazilian Girls (jueves 19)
Fischerspooner – «Sociedad ventajosa»
!!! – «Bailar pegados»
Sondre Lerche – «Geniecillo»
Crónica Rufus Wainwright (viernes 20)
Crónica Ok Go! (viernes 20)
Mustang Fashion Weekend FIB – «Emoción bicromática»
Cristina García Rodero – «Retratando la fiesta contemporánea»
Crónica !!! (sábado 21)
Crónica Sondre Lerche (sábado 21)
Crónica Fischerspooner (sábado 21)
BricABrac Teatro
XLR Connections
Clap Your Hands Say Yeah – «Dolor de orejas»
Ciëlo – «Banda futura»
Crónica Amy Winehouse (domingo 22)

17.07.2007

La cagada (3)

por carolinkfingers

Intento de poética, en tres partes dije (habré de guardar mi palabra).

Parte 3. Yo soy el mundo entero.

Lo decía por ahí el otro día; quizá es que soy yo la que no sabe jugar. Quiero el juguete, y las pinturas, y los disfraces, y las tijeras, y los muebles. Lo quiero todo, pero no quiero reglas. Hablo claro – consecuencias llegan, canta mi rapera favorita. Si te quieres pringar, acabas con una nariz rota, por lo menos. Para eso tengo a McNamara/Troy. Voy a desvestirme de cosas aprendidas. Hago este camino como escritora. Como persona, por cuanto la que escribe soy yo y yo soy la que escribe. Trato de ocultar a una en la otra, sin mucho éxito. Voy a desvestirme, pese a quien pese a quien pese a quien pese.

Bien. Cuando decimos, así, sin dobleces: este es un discurso de poética, estoy ensayando mi propio lenguaje y busco una forma de texto que habita en mí. Decimos, decía, escribo porque no tengo otro remedio. Invento. No me atengo a la ficción, no me pidas realidad. Injerto matices entre ambas cosas. Dame ficción que yo te daré fermento. Dame concreciones que yo te daré lírica. Estoy de servicio, se oye decir a la mujer policía, siendo invitada a tomar una copa por el guapo hombre al que acaban de soltar en comisaría. Estoy de servicio, majo, siempre estoy de servicio.

Volvamos a la poética –sin saber muy bien si así la puedo llamar. Voy a desvestirme. Y con esto, voy a colonizar las palabras, todas las palabras, todos los registros, todos los recursos estilísticos, todo el arcoiris expresivo. Estén donde estén: nada me será vedado. Yo soy el mundo entero. Me apropio de los códigos, otros los pusieron en el camino para mí, otros los probaron con desiguales resultados, es mi tarea y mi derecho y mi desafine y mi obsesión hacerlo, tocarlo, palparlo, usarlo, agotarlo, agostarlo. ¿Alguna vez funcionó decirle a un niño “eso no se toca”?

Meo, cago, follo. Mierda, ano, forúnculo. Polla, culo, teta. No hay nada más poco sutil. Pero los invito a aparecer. Acto gratuito de provocación. Pequeñísima parte de la paleta expresiva. Recurso de sopapo lingüístico, remezón infértil. No busco quedarme en este lugar, sólo visitarlo en el momento en que me convenga. Porque (¿por ser yo quien soy, por ser lo que soy?) algunos parecen objetar algo, cualquier cosa, a mi derecho sobre ellos.

Me tomo muy en serio lo que hago. Aquí y aquí y aquí y en todos mis cuadernos. Son las etapas necesarias, casillas a completar. ¿Todo vale? Todo vale. Busco sentidos, esencias, certezas sin pedir permiso. Juego y mi juego no tiene limitaciones. Eso me creo, a eso aspiro. Sobre las limitaciones, los perros que me ladrán (¡perra!: ¿poética? ¡Por el coño te voy a meter tu poética!) estoy en composición de una nueva diatriba.

13.07.2007

La cagada (2)

por carolinkfingers

Un intento de poética en tres partes. Y las que están al caer.

Parte 2. Afila tu guadaña

Dije demasiadas tonterías en mi vida y no venían al caso. No había pensamiento detrás. Ahora, ya sé lo que no sé y también sé unas cuantas cosas que sí sé. Tengo por donde empezar.

Sé que he de empezar por la NECESIDAD. Abrir la boca cuando es necesario. Decir lo que se debe decir. Cuando se produzca el milagro: la carta, la bomba, la flor, el mensaje, el poema, la historia, el libro o el invento; tendrá que ser necesario. Es una forma de decir que tiene que valer. Ser útil, producir un efecto, dotar al conjunto de unidad. Es una forma de decir que cuando emita por esta boca cualquier cosa, estaré respondiendo a su necesidad de existir.

He de empezar por la OSADÍA. Mojarme de todo lo que moja, mancharme de todo lo que mancha. Sí sí. Ya estoy mayorcita para jugar. Por eso mismo, reivindico mi derecho. Porque busco un lenguaje y no pienso repetir cual papagayo. Sin pringarme no hay encuentro. No hay hallazgo. No hay emoción. No hay vestido de colores. Sin cuestionamiento no hay nada. La osadía para levantar las tapas de todas las ollas, abrir las puertas de todas las habitaciones, meter las manos en todos los guisos y debajo de todas las faldas. La osadía es fundamental. Un día fui minusválida creativa. Pero ahora me he levantado, como Locke. Y voy a dar por culo.

También he de empezar por la LIBERTAD, esa devaluada nuestra, esa mitómana. Parece algo obvio, ¿no? Inténtalo, intenta practicarla como artista, intenta traerla aquí y hacerla quedarse. Verás cómo no es tan sencillo. Verás cómo aparecen segadores voluntarios que utilizan su propia guadaña, no para desbrozar la maleza de las patrañas, sino para segar tu libertad. Tu libertad para buscar un lenguaje.

Parece mentira que después de todas las revoluciones vividas, de haber tirado abajo todos los muros y empujado lejos todas las alambradas, estemos en este punto de insolente maniatado de las inteligencias, los discernimientos y las sensibilidades. No es que me haya caído de un guindo ayer (que también), sino que ayer quise aprender a utilizar mi libertad y mi osadía y mi molde de la necesidad. Y, ay, en ese punto es cuando hay roces. Incomprensiblemente. Almas sensibles que no saben jugar. Que se toman todo demasiado literalmente. Que se permiten juzgar o amañar una posible, una probable, un atisbo de… censura.

10.07.2007

La cagada (1)

por carolinkfingers

Un intento de poética en tres partes (y las que están por venir).
Parental advisory. No apto para meapilas.

Parte 1. De la crítica del vertido. Corte sin puntada.

Ensayo una nueva forma de hablar. Ejercito una nueva manera para la crítica. Para decir, para producir, para escuchar, para sentir. Tomemos todo como palabras llanas. Sin dobleces. Y la etimología de la “crítica” es: corte, separación. “Crítica” es hermana de “crisis”. La crítica se ejerce hacia dentro tanto como hacia fuera.

Busco deshacerme de las barreras levantadas. Tres son las paredes de mi casa que no quiero: una en mi creatividad, otra en mi lenguaje y una más en la imaginación. Parcelas que no sé cómo, cuándo aparecieron: muros de maleza, quizá, de ejercitar esas facultades poco y mal durante algún tiempo.

Quizá siempre escuché. Años de necesaria investigación. Aprehender, tanto y tan intensamente como aprender. Veo maneras, opciones, sendas a mi alrededor. Estudio modos. Siempre fui buena estudiante. No de las contestonas. De las soñadoras. De las que suspiraban por un buen verso o una irrefutable teoría. Básicamente, si te faltan categorías, no puedes dar la réplica en según qué temas. Hoy es diferente.

Nip/Tuck. Hoy no me callo. No es que lo sepa todo. No, no. Ya sé cuáles son las cosas que no sé, eso es todo. Hoy tengo una guadaña –y no un bisturí- bien afilada para, como la amiga de mi amiga la melancolía, ejercer la crítica, el corte. Usted pasa, usted no pasa.

Bla-bla-bla. Elefant talk, everywhere. Medios de comunicación, gente de la política y del show business –misma cosa-, de la cultura y del deporte. A diario, abren la boca y sueltan. No hay pensamiento previo –Descartes, ¿dónde estás? No hay poética: y poieses es realización, transformar el pensamiento en acción. No hay consecuencias. El vertido es insano, de proporciones pantagruélicas. Asesinaron nuestras conciencias a base de verborrea y baba. Anestesia total. El hambre oblicua e infinita de dotar de contenidos a nuestros mass media tiene a los spokesmen y women trabajando a destajo en el sinsentido. Se aventuran patrañas, órdenes, directrices, amenazas, teorías, reportajes, tendencias, visiones del mundo, obras totémicas, novelas monstruosas, paradigmas culturales, económicos, sociales… Dictados por quién, por qué, desde qué poder. Y, mira, mira más de cerca: con qué tasa de errores, con cuánta irrelevancia o inconsistencia entre forma y contenido. Spread the word, it gives me the creeps.

Como primer paso. No se puede decir de todo, no se puede decir de cualquier manera. Perdemos los referentes, emborronamos los contornos, se desafila la guadaña como inmersa en líquido viscoso y caliente. Hemos de ser pesados, pesados hasta decir ¡basta! La duda infinita, la inquina, el corte. No podemos dejarnos colar tanta mierda con queso. En todos los órdenes. Ejercer la crítica sabia, responsable e implacablemente. ¿No dudáis nunca, sacos de pensamiento débil?

Es que ocurren demasiadas cosas, se dicen y producen demasiadas sandeces. Algo de todo esto nos va a salpicar de mala manera, tarde o temprano.

Busco algo de verdad, ahí fuera. Aquí dentro, busco un modo de expresión, una voz, un estilo. Si alguna vez encuentro alguno, será como en aquel trip en busca de cápsulas lisérgicas en los lavabos más asquerosos de Escocia. Así será.

Hay que pringarse para encontrar algo. Para sacar algo en claro. La guadaña corta y desbroza el infame vertido de contenido incontinente sobre nuestras cabezas. Eso es hacia fuera. Y hacia dentro: está el rotulador. El papel de gramajes tozudos. La luz de interrogatorio, la silla alta y dura y el abismo. Instrumental imprescindible. Dentro / fuera. Nip / tuck. Tú pasas / tú no pasas. Abismo / Más hondo. Quiéreme / Olvídame. Hablar / Callar. No hables si no tienes nada que decir.

Acerca de Carolink Fingers
El blog Carolink Fingers está hecho con Wordpress 4.8.12 para ZEMOS98.
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