En el proceso de enseñanza-aprendizaje se pueden seguir varios caminos, aunque no todos llegan a Roma, es decir, no todos obtienen los mismos resultados.
Si el profesor o profesora se dedica a ser el eje central de la clase, el que tiene todo el poder, la persona que manda y los demás (el alumno o alumna) obedecen, si es la persona que marca los tiempos y los espacios,… esto va a dar unos resultados; el alumno o alumna va a aprender algo que va a soltar en un examen y que después va a olvidar, podemos hacer la prueba con cualquier persona que haya sacado una excelente nota en un examen y comprobaremos que al preguntarle qué recuerda de eso te diga que lo ha olvidado. Desgraciadamente en este saco se encuentran aún parte del profesorado.
Por otra parte está el profesor o profesora que ayuda al alumnado a descubrir su propio conocimiento, le acompaña a investigar, a descubrir, a practicar teorías, le acompaña en un grupo donde todo el conocimiento no está en una sola persona, le acompaña a compartir sus propias experiencias de la calle, de sus familia, de su entorno… Ese alumno o alumna se siente partícipe de su proceso educativo y lo que aprende no lo va a olvidar porque lo ha obtenido experiencialmente y nadie lo ha descubierto por él.
Esta segunda propuesta es más difícil para el profesorado porque tiene que ir investigando y el propio alumno o alumna, en algún campo puede ser el que tenga el conocimiento, propiciando el conocimiento en comunidad. Hacia esta tendencia camina parte de las personas que asumen la Educación con mayúsculas en este siglo XXI.
María Acaso nos propone que hagamos rEDUvolution y nos muestra en su libro el Decálogo que Raúl González (México) ha desarrollado como los diez mandamientos del profesor como acompañante (coacher), un auténtico decálogo de la rEDUvolution:
1. Priorizarás la agenda de tus alumnos…
2. Aprenderás a generar responsabilidad y compromiso…
3. No competirás con el teléfono móvil, … te aliarás con él
4. No te rendirás al no obtener resultados inmediatos cuando intentes fomentar la participación en el aula
5. Valorarás la autoestima, la motivación, la confianza y otros aspectos emocionales… más que cualquier contenido
6. Tu objetivo… debe ser entrenar habilidades y actitudes
7. Actualizarás y adaptarás tus herramientas educativas permanentemente
8. No dejes que el proceso de evaluación formal condicione el proceso de aprendizaje
9. Serás consciente de que lo que haces en el aula es muchísimo más importante de lo que dices
10. Cuanto más te calles tú y más conversaciones e interacción generes entre tus alumnos, mejor
En el enlace podéis consultar la explicación que Raúl nos da a cada uno de los mandamientos.
(La imagen está tomada de conektio.com)
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