El libro Un cerebro lleno de palabras de Mamen Horno, editado por Plataforma en 2024, nos acerca a la comprensión de las palabras y a ver cómo ellas influyen en nuestros sentimientos y en nuestro pensamiento. “Desde que se despierta hasta que se acuesta, el ser humano vive y convive a través de las palabras. Reflexionar sobre cómo se almacenan, se procesan, se adquieren y se pierden y sobre el poder que tienen sobre nuestro estado de ánimo es un modo extraordinario de reflexionar sobre nuestra misma naturaleza”
Tener un cerebro lleno de palabras nos da seguridad para relacionarnos, para expresar sentimientos, para defendernos ante las adversidades… Mientras más palabras acumulemos en nuestro cerebro más garantía tenemos de envejecer más tarde y de defendernos contra esas enfermedades que a ciertas edades te roban las palabras. Este libro es un instrumento social con el que podemos convencer a las personas para que se sigan cultivando a lo largo de la vida y así formar parte de la cultura de nuestro entorno. Desde que nos despertamos hasta que nos acostamos vivimos, convivimos y nos comunicamos a través de las palabras. Mamen Horno, psicolingüista, experta en la materia y dueña de una prosa sencilla y clara no exenta de ironía, nos invita, en este ensayo ameno, interesante (y, sí, también emotivo), a reflexionar sobre su poder con el convencimiento de que hacerlo es un modo extraordinario de reflexionar sobre nuestra propia naturaleza.
El libro está dividido en cinco capítulos que nos van llevando por el difícil mundo del cerebro y las palabras:
Ha querido la casualidad que la lectura anterior a este libro haya sido Las gratitudes de Delphine de Vigan y que aún con el sentimiento de esta gran novela en la que la protagonista va perdiendo las palabras, me vuelva a topar con las palabras y con el cerebro, Con Un cerebro lleno de palabras se vuelven a avivar sentimientos y recuerdos, Mamen Horno sabe tocar la fibra sensible de las personas y nos lleva a la curiosidad a través de sus investigaciones como psicolingüista.
Creo que es muy interesante la dimensión social y transformadora que podemos percibir en este libro, en el que las palabras van a formar parte de la vida misma de las personas, nos va a ayudar a sentirnos bien, nos va a ayudar a desahogarnos, nos va a ayudar a entender a los niños y las niñas, nos va a ayudar a comprender muchas situaciones de la vida con las que nos enfrentamos cada día tanto en nuestra familia como en la sociedad en la que vivimos.
La primera cita con la que Mamen Horno comienza el libro está sacada de Inmaculada de la Fuente de su obra El exilio interior. La vida de María Moliner, otra gran mujer que te hace emocionar con el estudio de las palabras y con lo que pasó haciendo el DUE. Cuando lo leí escribí esto: Emociona conocer la infancia, la juventud y la vida adulta que pasó María Moliner, narrada con todo lujo de detalles por la autora de esta biografía: su nacimiento, su infancia, la marcha de su padre a Argentina, su educación en la ILE, su vida de muy buena estudiante, su independencia materna, sus diferentes trabajos, su visión de madre de 4 hijos, sus nietos, su amor a las plantas y a la naturaleza, su defensa ante el Movimiento de que «no era roja», la enfermedad de su marido… y en todo momento marcada por la visión política de la que ella, aunque no lo confesaba abiertamente, se sentía crítica y marchaba con ideas progresistas, liberadoras y no afines al régimen. En todo momento su gran pasión fue revisar el DRAE (1914) y escribir el DUE.
Resulta muy interesante los cuadros que nos va poniendo sobre Las reflexiones de la vida cotidiana o Desmontando mitos con información, en los que podemos ver de forma práctica lo que anteriormente nos ha estado explicando. Algo tan sencillo como bajarse al nivel del lector y darle pautas para que entienda mejor cada uno de los apartados teóricos en los que nos va introduciendo.
A modo de conclusión de cómo y dónde se almacenan las palabras, Mamen Horno nos dice:“ Recuerda que las palabras se vinculan unas a otras con múltiples relaciones. Tu pensamiento divaga de un concepto a otro también gracias a los puentes construidos por las rimas, a los pasadizos secretos creados por las palabras polisémicas, a las puertas abiertas por las relaciones léxicas. Las palabras que pueblan tu cerebro te permiten pensar, te permiten sentir y te permiten crear. Y cuantas más palabras tengas, sean de la variedad lingüística que sean, más lejos podrás llegar”.
Cómo funciona el cerebro para que los bebés empiecen a hablar, cómo ampliar nuestro vocabulario, cómo ir componiendo nuestro lexicón mental, cómo perdemos las palabras, cómo protegernos de estas enfermedades que nos roban las palabras… de estas y otras muchas cosas nos va documentando Mamen Sordo para llegar a conformar la mejor versión de nosotros mismos.
En definitiva, un libro muy recomendable para seguir ampliando nuestro conocimientos de las palabras, de nuestras relaciones, de nuestros comportamientos con respecto a la cultura y a la diversidad que funciona en nuestra sociedad plural y vertiginosa en la que estamos viviendo, porque las palabras dañan pero también sanan, son liberadoras de sentimientos y nos ayudarán a controlar nuestras emociones para llegar a convivir en entornos más armónicos.