En Las durmientes, Nando López nos muestra cómo una vez más las jóvenes son víctimas de abusos de los hombres mafiosos que no tienen respeto por las mujeres. Una mafia que oculta problemas muy graves de trata de personas. El periodista que tanto sufrió en su pequeño pueblo y del que tuvo que marchar por no sufrir más los atentados contra su homosexualidad, va a ir desgranando el verdadero problema y las personas que están detrás de él. Una temática muy actual que nos puede ayudar a reflexionar sobre los propios acontecimientos que van ocurriendo.
Aparece una chica, Chloe, de dieciséis años desnuda en un descampado y aparentemente drogada. Cuando despierta descubre que le han grabado en su propio móvil un vídeo en tales circunstancias. La noticia atrae morbosamente la atención de los medios en busca de más información. Van surgiendo más denuncias de otras jóvenes agredidas en idénticas circunstancias. Entre los periodistas aparece Gael, un joven becario, nacido en el mismo pueblo en el que ocurren los hechos, que espera que al conocer el lugar pueda hacerse con una buena exclusiva ya que él mismo tuvo que huir al cumplir los dieciocho años por sufrir acoso.
En parte, por culpa de heridas que aún no ha superado. Pero, sobre todo, por un trágico suceso que marcó su vida seis años atrás: la desaparición de su amiga Vega al salir del mismo local en donde ha sido secuestrada Chloe. La irrupción de «las durmientes», como él mismo las bautiza en uno de sus artículos, no solo reabrirá ese dolor pasado —y ese interrogante pendiente— sino que lo obligará a tomar partido. Y es que Gael no está dispuesto a que el destino vuelva decidir en su lugar. Esta vez no.
El tema que se trata en la novela es de plena actualidad, esta misma mañana he escuchado en la radio una noticia que parece que estaba describiendo el libro, no podía ser más idéntica. El caso es que se sigue abusando de las mujeres y martirizándolas por razón de su sexo. Todo esto en una sociedad en la que el poder está en mano de los hombres, aunque cada vez hay más voces que se levantan en contra de estos abusos y en contra de no respetar los derechos de las personas, tengan la identidad que tengan, hay que respetar la diversidad y el acoso o maltrato no debe producirse por ninguna de las circunstancias.
Me ha gustado mucho cómo en el libro se describe con detalle el camino que recorre Gael para cubrir la noticia. Creo que ese acercamiento a las jóvenes, víctimas del suceso, hace que podamos ver más humana la condición del periodista que intenta descubrir el problema sin buscar el efectismo morboso de la noticia. A la juventud le va a servir para conocer desde dentro una profesión, en muchos casos, mal entendida por parte del propio gremio y de las empresas que se dedican a este menester.
Muy acertada también la posición de las jóvenes que quieren que se ponga el enfoque en los que no las han respetado y no hacer todo el entramado en torno a ellas como víctimas. Lo importante es sacar el caso a la luz, ver qué hay detrás de toda esta gente que hace esas barbaridades y poner todo el énfasis para que eso no se vuelva a repetir, que ya con ellas ha sido suficiente y está muy mal para un pueblo tan pequeño.
Dice Nando López, en una entrevista con Zenda libros, que se trata de un thriller en el que se abordan cuestiones que le preocupan especialmente, como las agresiones sexuales, los asaltos a la intimidad a través de las redes, o las gravísimas consecuencias sociales de la cultura de la violación.
En medio de toda la investigación Gael va sufriendo por todo aquello que le hizo salir de ese pueblo porque no se respetaba su identidad sexual, ni en su entorno ni en su propia familia. “Ha sido llegar y, sin ni siquiera haber ocupado su antiguo dormitorio, vuelven las mismas dudas y los mismos silencios. Los que aceleraron sus ganas de marcharse y acabaron empujándolo al tren que lo sacaría de allí”.
En el libro se habla de verdadera amistad y se hace patente con los amigos y las amigas que dejó cuando se fue y que terminaron aceptando los malentendidos que sufrían a raíz de la desaparición de su amiga Vera, hacía seis años, en iguales circunstancias que el tema que está investigando de Chloe, Damaris, Becca y Edén.
“Con Ingrid y Tirso puede ser él mismo sin necesidad de explicarse, a pesar de que lo que ocurrió hace seis años les haya robado las palabras y el tiempo que no han sabido cómo compartir”
Queda patente en la novela cómo una de las chicas, Edén, sufre una problemática familiar hasta el punto que ella no quiere participar de nada temiéndole a los padres, de hecho, en medio de toda la investigación, se quitaron de en medio y se fueron a vivir a otro lugar.
El ritmo de la narrativa te mantiene con la curiosidad desde el principio hasta el final, con lo cual la lectura es rápida y procuras arañar al día cualquier momento para saber cómo termina esa investigación y quiénes son los culpables de tantas barbaridades cometidas en ese pueblo.
Me parece un libro muy adecuado para Secundaria, quizás a partir de 3ª y para Bachillerato. Los temas son tan actuales que ellos y ellas los están viviendo en sus propios ambientes. La lectura puede dar lugar a la reflexión y el debate. Abre puertas a charlas dialógicas sobre los temas que trata, tanto para jóvenes como para adultos. En esta sociedad que vivimos hace falta mucho pensamiento crítico y mucha reflexión para que vayamos por unos derroteros más justos y más libres respetando los derechos humanos.
Puedes ver la reseña completa en El Diario de la Educación, publicada el 25 de octubre de 2023