La mujer helada de Annie Ernaux es una obra especial; con un gran relato desde su infancia a la vida adulta, la autora te va mostrando los acontecimientos a los que se ha visto llamada a seguir según las normas establecidas de la sociedad de esos años (década de los 80). Va defendiendo el sitio de la mujer desde su papel familiar en el que no hay tiempo para hacer algo que no sea criar hijos, atender al marido y a su casa. Es necesario romper con estos lazos que impiden el desarrollo femenino y que aún perduran en muchos círculos.
Annie Ernaux en la obra va recorriendo su papel como mujer desde la infancia a la edad adulta. Con treinta años es profesora, casada con un ejecutivo y madre de dos niños.Tiene un buen entorno familiar, sin embargo se siente como una mujer helada porque no puede progresar a causa del trabajo cotidiano que tiene asignado en la familia (baños, compras, cenas, limpieza…). Siente cómo su futuro se ve condicionado por el solo hecho de ser mujer.
Ernaux nos pone en contraposición el estilo de mujer estipulado por la sociedad del momento y el estilo de mujeres que han rodeado su infancia y adolescencia. Las unas eran… “Mujeres frágiles y vaporosas, hadas de manos suaves, pequeñas auras de sus casas a cuyo paso quedo surgen el orden y la belleza, mujeres sin voz, sumisas, por mucho que busque, no veo tantas así en el paisaje de mi infancia”.
Las otras… “Mis mujeres, las mías, vociferaban todas, tenían el cuerpo descuidado, demasiado pesado o demasiado plano, dedos rasposos, caras sin pintar o, al contrario, maquilladas como puertas, con gruesas manchas rojas en mejillas y labios”.
Es interesante cómo en la narrativa nos va llevando a ver cómo ella sin querer se va convirtiendo en ese tipo de mujeres con las que no está de acuerdo. Esas mujeres que van anteponiendo la crianza y la familia a su desarrollo personal, cómo le cuesta centrarse para preparar estas oposiciones que desea y no encuentra el momento.
Creo que describe en su personaje el tipo de mujer que, aunque no quiera, se ve desembocada a cuidar de los demás y dejar en un segundo plano sus preferencias de desarrollo profesional y personal.
Con gran sutileza describe el machismo y defiende el feminismo, defiende a la mujer que debe desarrollarse sin cortapisas, defiende a la mujer que no debe estar esclavizada por las tareas del hogar, defiende a la mujer que no quiere ser sola la que se dedique a la crianza de los hijos, defiende en general el papel de las personas en la sociedad, sin connotaciones de género.
El libro es divertido y encierra un gran mensaje. Un relato íntimo de autoficción con el que las mujeres nos podemos ver reflejadas. Ahora, en estos tiempos, que se dice que la juventud está dando pasos agigantados hacia esas posturas tradicionales y hacia esos comportamientos machistas, creo que debería ser de lectura recomendable al alumnado de Secundaria y Bachillerato.
Puedes ver la reseña completa en El Diario de la Educación, publicada el 9 de agosto de 2023