Campos de fresas de Jordi Sierra i Fabra nos relata una historia estremecedora y nos hace reflexionar sobre la juventud. Trata dos problemas muy frecuentes que pueden truncar la vida de una persona: las drogas y los trastornos alimentarios.
En Campos de fresas, Luciana forma parte de un grupo de amigos que una noche determinada en un sitio para el baile y el disfrute, se toman una pastilla para aguantar toda la noche, según ellos. Luciana acaba en el hospital y entra en coma. En ese túnel oscuro, se juega una partida de ajedrez con la vida, ya que ella es una buena jugadora. Ella se entera de todo, pero está colapsada mentalmente, en coma, y no puede hablar a nadie, ni siquiera moverse o mostrar afecto.
Entre las amigas está Loreto que sufre bulimia y está en una situación delicada. Se atreve, a pesar de su estado debilitado por la enfermedad, a ir a ver a su amiga al hospital y el contemplarla en tales circunstancias le hace replantearse el ritmo de su propia vida.
Campos de fresas es recomendable para jóvenes porque en él pueden ver los peligros que pueden llegar a sufrir por dejarse llevar por comportamientos grupales, no reflexivos. También es recomendable para los docentes y agentes culturales; porque con Campos de fresas pueden vislumbrar comportamientos que siguen los jóvenes. Incluso es recomendable para las familias para que vayan aprendiendo de los comportamientos inadecuados de sus hijos e hijas.
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