Familias inteligentes.Claves prácticas para la educación. Antonio Ortuño

por Dolores Álvarez

En mis años de docencia siempre he echado en falta alguien que se preocupara por la educación de las familias. se habla continuamente de la estrecha relación que debe existir entre familia y escuela pero nunca nos hemos preocupado por educar también a las familias para que esa conexión no tenga choques en las distintas formas de ver la educación. Las familias se preocupan por el cuidado de sus hijos e hijas pero… ¿quién los enseña a ser padres y madres? No es tarea fácil y por muchas tutorías que se hagan, las familias necesitan una formación educativa que no tienen a mano en algunos casos. Este libro puede ayudar a esa formación familiar de la que estamos hablando.

Sinopsis: Este libro ayuda a quienes ejercen la función de educar a saber tomar decisiones para que las niñas, los niños y los adolescentes aprendan a ser responsables. Explica una técnica sencilla (el Semáforo Inteligente) que muestra cómo los adultos pueden decidir, para que sus hijos e hijas aprendan a decidir, a anticipar, a asumir las consecuencias de sus comportamientos. Una estrategia que ayuda a las familias a diferenciar cuándo son ellos los que tienen que tomar las decisiones, cuándo deben compartir las decisiones con los menores, y cuándo dejar que sean estos los que tomen sus decisiones. Para manejar los conflictos, para prevenirlos. Para construir personas buenas, buenos ciudadanos. Para invertir en la infancia, en la educación, porque nos lleva a un crecimiento más sostenible. (2014)

Antonio Ortuño es Psicólogo Infanto-juvenil y terapeuta familiar. Lleva trabajando desde el año 1990 con diferentes problemáticas asociadas a la educación familiar: manejo de conflictos, rabietas, falta de atención, impulsividad, ansiedad, dificultades de relación social. La primera entrevista la realiza con los padres, y en ella plantea un modelo de trabajo sencillo y eficaz para fomentar la responsabilidad de los hijos. Este modelo tiene dos pilares: el amor incondicional y el control respetuoso.

El autor de la obra tiene a su favor la experiencia de llevar años trabajando con las familias para que el camino de la educación haga que sus hijos e hijas sean más responsables, autónomos y tengan estrategias para afrontar la educación. Las familias «tienen claro que no hay que chillar, ni regañar, ni desesperarse. Que tienen que comunicarse con sus hijos, fomentar su autoestima, ponerles límites, quererlos, educarlos. Claro, pero… ¿cómo?»

«Debe existir, primero, un cambio de comportamiento en el mundo adulto. Un cambio en lo que se decide y cómo se decide, para facilitar que luego los hijos cambien. Y no al revés. Las personas que dan seguridad a los niños, deben ser significativas, cercanas, disponibles, creibles. Eso es lo que necesitan todos los menores para poder crecer de forma saludable. La construcción del apego no tiene caducidad».

Ser una familia inteligente es tener todas aquellas habilidades y conocimientos para poder llevar a cabo la educación de los hijos e hijas hasta que se independicen y se hagan responsables por ellos mismos. En esta obra encontrarán estrategias para mejorar la convivencia familiar, para fomentar una buena comunicación, para potenciar el buen trato, para conocer, reflexionar, fomentar y mantener un apego seguro, para fortalecer la responsabilidad, la madurez y la toma de decisiones.

Es un libro recomendable para las familias y para todas aquellas personas que tengan una estrecha relación con la infancia o la adolescencia. El autor se vale de experiencias muy comunes que nos pueden servir de guía en nuestro ambiente familiar, nos abre caminos y expectativas para que hagamos de nuestros hijos e hijas personas más autónomas y responsables en la sociedad que vivimos.

«… ser inteligente es saber tomar decisiones, es saber dirigir la conducta para resolver los problemas que afectan a la supervivencia y al bienestar… es necesario que los padres proporcionen a sus hijos situaciones a resolver, ofertando alternativas con sus consecuencias para que el cerebro infantil pueda tomar decisiones, pueda anticipar, pueda imaginar el futuro. Es la mejor manera para que madure»

En el siguiente vídeo podemos ver al autor hablando de este libro