Ignacio Morgado (@IgnacioMorgadoB) nos ayuda en este libro a entender situaciones que nos hacen daño, emociones corrosivas, y nos da pautas para el reconocimiento y su tratamiento posterior. Estas emociones nos producen un desgaste personal que puede llevarnos por caminos en los que la mente se vuelva disparatada ya que van todas entrelazadas y su ascendencia es cada vez mayor si a estas no se les pone freno y se trabaja para desterrarlas.
Hay emociones corrosivas que nos hacen estar fuera de nosotros mismos, que nos llevan a que cada vez tengamos más dificultades para relacionarnos con amigos y en sociedad, que nos hacen separarnos de nuestro verdadero espíritu comunitario si no se trabaja con ellas, que nos hacen perder el bienestar que como personas queremos alcanzar.
Este libro nos ayuda a entender este tipo de emociones y nos da pautas para saber comportarnos en los ámbitos que nos relacionamos, sean profesionales, familiares o sociales. De esta forma, personalmente, nos sentiremos mejor y sabremos controlar este tipo de comportamientos que nos llevan hacia la propia destrucción personal.
Ejemplos de estas emociones que nos hacen salir del razonamiento son: «la envidia, la codicia, la culpabilidad, la vergüenza, el odio y la vanidad, que el autor selecciona para abordarlas con detenimiento…en cuanto a los instrumentos, tres claves son esenciales: relatos de la vida cotidiana, trabajos empíricos de psicología y estudios del cerebro», según nos cuenta Cortina en su prólogo.
Morgado nos dice que es un libro de denuncia del mal que generan este tipo de emociones, escrito con la intención de aportar claves que permitan conocer su naturaleza para afrontarlas y mantenerlas a raya cuando no sea posible impedirlas. Son emociones que tienden a darse juntas y unas son consecuencias de las otras. «La envidia suele ser el camino a la codicia, puede convertirse en odio. Cuando la codicia y la avaricia son públicamente denunciadas y condenadas pueden dar lugar a culpabilidades y vergüenzas. La vanidad puede generar envidias, codicias y también odios profundos y sostenidos, además de egolatría y soberbia»
Al leer esta obra, casi sin querer, vas haciendo un análisis de tus actuaciones y emociones y puedes llegar a situarte delante de ellas con la reflexión y el análisis para ir mejorándolas. «Los buenos argumentos racionales son capaces de modificar los sentimientos de las personas y ponerlos así de su parte»
¿Por qué somos envidiosos, codiciosos, culpables, vergonzosos, sentimos odio, racistas, xenófobos, sentimos aporofobia, deshumanizados, vanidosos, soberbios…? Las claves podemos encontrarlas en el texto al que nos referimos con ejemplos reales, situaciones sociales, experiencias sociales e históricas… que van conformando la vida de la ciudadanía y que pretende ayudar para conseguir unas mejores relaciones y un bienestar personal.
«Una buena educación para combatir el odio debería enseñarnos a ser sabios más que inteligentes, pues el odio nunca resuelve problemas y lo que hace siempre es agravarlos y fomentarlos»
Es un libro recomendable para el público adulto en general porque el propio reconocimiento de estas emociones y las sugerencia que nos da nos puede llevar a sentirnos mejores personas y evitarnos situaciones de estrés al que nos lleva este tipo de comportamiento en contra de nuestras propias relaciones y sentimientos.