Volvemos a poner de relevancia el estudio de las emociones en los períodos escolares porque eso les va a llevar a un buen entendimiento en el futuro, sabiendo elegir el campo de actuación, de profesionalidad, de estudios, de relaciones…
Es muy frecuente encontrarse con grupos que parecen estar uniformados, hay una persona que los lidera y los demás se dejan llevar, con consecuencias positivas o negativas. No se han puesto en funcionamiento ni el pensamiento ni las emociones de los que le siguen, se han dejado o se han visto llamados a anular su personalidad.
Un ejemplo de lo expresado anteriormente lo podemos ver en los grupos de adolescentes. Hay una persona que marca las pautas y los demás las siguen, en algunos casos con graves consecuencias (Ayer, precisamente, murió una niña de 12 años por un coma etílico, estando en una botellona en Madrid).
Según Damasio, afamado médico neurólogo de origen portugués, referenciado por Goleman en su libro «El cerebro y la inteligencia emocional» (2013), para tomar una buena decisión tenemos que aplicar sentimientos a los pensamientos y así podremos conectar lo que pensamos con las ventajas y los inconvenientes emocionales. Es decir, ante un pensamiento mi reacción debe cargarse de la emoción y con ella discernir cuál me conviene más, una vez valoradas las ventajas y los inconvenientes que me producen.
Educar las emociones con el alumnado nos llevará a un tiempo de relación de persona a persona, no solo de intercambio de conocimiento. Las asambleas que se celebran en Educación Infantil deberían ser un ejemplo a seguir tanto en Primaria como en Secundaria, es un tiempo en el que el grupo se comunica y comparte sentimientos, esto les llevará a hacer más conección de grupo y a compartir penas y alegrías con los demás, en definitiva, estará educando sus emociones para después tomar una decisión antes de una actuación, así se evitarían algunos conflictos de convivencia en los centros educativos.
En estas asambleas se reforzarán la autoestima y las emociones personales, se sentirán valorados dentro del grupo, se producirá un bienestar por el hecho de que los demás le escuchan y, en definitiva, se creará un clima beneficioso para su aprendizaje y su formación personal.
Tanto en las familias, en las intituciones como en los centros educativos podemos hacer mucho para ayudar a la infancia y a la adolescencia a tomar decisiones, usando sus emociones, de manera que se hagan personas fuertes ante lo que deban hacer. Para ello debemos darles responsabilidades, hacer que aprendan de sus propios errores y acompañarlos en sus toma de decisiones pero sin olvidar su autonomía e independencia.
«Para una situación concreta, tomar decisiones de modo autónomo y responsable es sopesar los pros y los contras de las distintas alternativas posibles en una situación y aceptar las consecuencias de la elección. Así pues, cuando hay que tomar una decisión se debe valorar las posibles consecuencias que se pueden derivar de ella y, si esas consecuencias pueden ser importantes es recomendable no hacer lo primero que se nos ocurra o dejarse llevar por lo que hace “todo el mundo”. Cuando nos enfrentamos a un problema o a una decisión que puede tener consecuencias importantes es necesario pensar detenidamente qué es lo que se puede hacer y valorar cada alternativa.
A tomar decisiones se aprende. La autonomía se va desarrollando desde la infancia, y a cada edad le corresponde un nivel de autonomía. Durante la infancia muchas decisiones importantes son tomadas por los padres/madres y por otros adultos, pero a partir de la adolescencia las decisiones van siendo cada vez más responsabilidad del joven. En este proceso de aprendizaje también es importante distinguir cuándo no importa ceder ante los deseos de los demás u otras presiones y cuándo es importante seguir los propios criterios». (A. Marcuello)
Imágenes: Plataformaetf.com/ Crianza y salud.com
Buen artículo, en cualquier caso debemos tener claro que, en lo que la toma de decisiones se refiere nada es fácil. La toma de una decisión por parte de una persona o, del responsable de una empresa, tiene como característica predominante un cierto riesgo y más de alguna que otra dificultad en un entorno tan complejo y “caótico”, como puede ser una empresa. Limitar la percepción de estas señales claras e inequívocas forma parte de los atributos de cualquier directivo en una empresa. Liderazgo – Gestión – Toma de decisiones.
Es importante estimular esa inteligencia,pero también dejar que dentro del proceso se asuman las consecuencias que esto conlleva,como las soluciones fáciles o la falta del autocontrol,pues cada uno debe de experimentar la intensidad de sus emociones y pensamientos. En ocasiones me he he topado con la situación de que los padres cuando tienen problemas de pareja, acudan o no a terapia de pareja, tienden a dejar solos a los hijos en este proceso para resolver los suyos o lo opuesto,sobre protegerlos y victimizarlos a la situación a la que viven ellos. Gracias por el planteamiento.