Durante los últimos días del mes de junio, una vez pasadas las Elecciones Generales del 26J, y a escasos días de finalizar el curso escolar, se han ido produciendo una serie de hechos que no favorecen para nada la Educación y que dejan en franco retroceso los derechos del alumnado y del profesorado, bajando, por extensión, la calidad de la Escuela Pública.
Se recortan plantillas, horas de preparación de proyectos, horas de atención al alumnado, horas de coordinación de equipos directivos, se nombran directores a dedo...
¿Cómo es posible, señores y señoras dirigentes, que no les emocione la Educación?
Están dando la razón a los profesionales docentes que hacen su tarea por un sueldo, cumplen con su horario y no les importa nada más, que al igual que ustedes, están tratando con números y de ahí no se salen, que aluden frecuentemente que «están quemados» por las administraciones y que no merece la pena darse un mal rato porque nadie se los va a agradecer.
Están aburriendo a las personas entregadas, a los verdaderos educadores, que se emocionan con su profesión, que sí creen que la Educación puede transformar una sociedad y que luchan por ello, sin importarles las horas que a ese menester deban detraer de su horario personal.
El mundo educativo tiene que emocionar y respirar por otros derroteros porque la Educación de nuestro alumnado va a suponer:
Como colofón pediría que los señores y señoras dirigentes evalúen sus actuaciones, al igual que los docentes lo hacemos en cada una de nuestras acciones, que tengan en cuenta las voces de los expertos, en este caso los docentes, y que den marcha atrás a ese sinfín de acciones desmotivadoras para el profesorado que redundan en la falta de calidad educativa del alumnado… de sabios es rectificar.
(La imagen pertenece a Acción Educativa)