¿Debe corregir la educación las tendencias sociales?

por Dolores Álvarez

LO HUMANO Y UNIVERSAL

¿Por qué el profesorado debe adaptarse a los cambios sociales, caracterizados por la incertidumbre? ¿El sistema educativo tiene que adaptarse a las tendencias sociales o son las tendencias sociales las que deben ser corregidas por la educación?

Esas preguntas y otras muchas se las hace José Penalva en su libro “Cartas de un maestro. Sobre la educación y en la escuela actual”.

“Ser “funcionario” de un Estado no significa en absoluto que haya que servir “una ideología” concreta, o que haya que servir unos “intereses sociales particulares”. El educador es funcionario… pero funcionario de la humanidad, como dice Husserl. No está en función más que de lo humano y universal¹ que se manifiesta en cada estado, país o sociedad”

OBSTÁCULOS DE PROGRESO

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Giner de los Ríos estaba convencido de que la regeneración social de España no iba a venir de la “España oficial”, sino del fortalecimiento de los pilares de la sociedad. Para Giner esa transformación verdadera de la sociedad vendría de las fuerzas intelectuales y morales. Con estos convencimientos se embarcó en la Institución Libre de Enseñanza (ILE), convencido de que solo existe enseñanza si se respeta la libertad de enseñanza y la conciencia del profesor.

Parece que en estos tiempos de incertidumbre política este malestar está llegando a los centros educativos y parte del profesorado se escuda en ello para demostrar su apatía ante lo que significa una verdadera educación y el ejercicio de una profesionalidad con verdadera vocación.

Por delante de todo esto está el alumnado, persona a la que tenemos que acompañar en su formación integral, y no creo que deba influir el ambiente negativo que se respira en contra de una ley que no los tiene en cuenta, que no atiende a la diversidad, que va a desarrollar los talentos con vistas a una mayor productividad del país, que va poniendo obstáculos de progreso…

INTENTAR TRANSFORMAR

Mi experiencia en este mundo educativo me ha enseñado que, a pesar de las leyes vigentes, en la clase se puede hacer mucho por intentar transformar todo aquello que vemos que en nuestra sociedad circundante no funciona bien:

Debemos formar al alumnado para que piense, para que defienda sus propias ideas y no se deje llevar por lo que les vendan los gobiernos de turno.
Debemos formar al alumnado para que participe en su comunidad, en sus centros educativos, en las asambleas de barrio, en los centros cívicos… defendiendo sus derechos y tratando de desarrollar su creatividad en beneficio de la comunidad.
Debemos formar al alumnado para que sea partícipe de la cultura, reivindicando espacios y tiempos que beneficien el desarrollo de las personas. Debemos enseñarlos a que además de la televisión hay cine, teatro, deportes… que ayudarán al crecimiento personal.
Debemos formar al alumnado para que sean espectadores críticos con los medios, “no todo es verdad porque lo haya dicho la tele”.
Debemos formar al alumnado en habilidades sociales para que sepa comportarse como ciudadanos activos en cualquier espacio donde se encuentre, que sepa respetar los espacios, los diálogos, los tiempos, las personas… que sean sujetos activos con los que se pueda llevar a cabo un proyecto común.
Debemos formar al alumnado para que respete las diferencias y sea partícipe de una sociedad inclusiva en la que cada persona tiene su cometido.
Debemos formar al alumnado para que ayude a transformar los espacios ciudadanos y sean una fuente de comunicación en la que las personas estén verdaderamente integradas.
…

EDUCACIÓN DE CALIDAD

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Mucho nos queda por hacer, a pesar de las leyes que nos vengan, y ahí es donde debemos demostrar nuestra verdadera profesionalidad y vocación hacia una Educación de calidad.

Por delante de todo esto está el alumnado

Animo al profesorado que está en activo a que ponga en práctica las finalidades educativas, a que realice un verdadero estudio de su Proyecto de Centro y a que luche por la Educación que respeta la diversidad de las personas, haciéndolas crecer cada una a su ritmo.

(Este artículo me lo publicaron en el Magazine Ined21 el día 28/09/2016. Gracias)