Recuerdo que cuando yo estudiaba literatura mi profesora me decía que los escritores, en la mayoría de los casos, están influenciados por el momento que viven y por la sociedad que les tocó vivir. No sé por qué pero esto se me quedó grabado y lo he aplicado en muchos momentos de mi vida.
Al pensar en lo que voy a escribir en este blog, me ocurre la misma cuestión, me siento influenciada por los momentos en el que el tiempo va transcurriendo. Llevo varios días pensando que debo escribir sobre los Reyes Magos y reivindicar la ilusión de los mayores.
Por estos días mucho se habla de la ilusión de los niños y las niñas pero pocas personas hablan de las ilusiones de un adulto.
A las personas mayores también nos gusta recibir sorpresas, nos ilusionan pequeños objetos, detalles que las personas de tu familia se esmeran en regalarte para que disfrutes, detalles que demuestran que se han fijado en ti, en lo que deseas, en lo que prefieres, en lo que no te compras a pesar de que te guste…
Observo a mi alrededor, gente de mi edad, que el día de Reyes tristemente te dicen que no les han regalado nada, que los RRMM no se han acordado de ella y que eso ya es de gente más joven. Detrás de esa afirmación hay todo un tratado familiar. El hecho de que no se hayan acordado de ella implica que ni su pareja (si la tiene), ni sus hijos, ni ningún familiar, se ha puesto a pensar en la ilusión que le haría a esta persona recibir un pequeño detalle en este día tan señalado, no hace falta grandezas, las circunstancias no dan para ello, se trata de pequeños presentes con los que se haga sentir querida por los que le rodean.
Personalmente vivo esos momentos como si fuera una niña, con la misma ilusión que esperaba ansiosamente la noche de Reyes para que se hiciera de día y poder descubrir los regalos. Recuerdo que esa noche no tenía sueño y mi madre siempre me mandaba a la cama, a pesar de eso yo, despierta, escuchaba el ir y venir de mis padres. Con ansia esperaba por la mañana la venida de mis padrinos que siempre fueron muy generosos conmigo y con mi hermano.
Desde aquí quiero reivindicar la ilusión de los mayores, que ninguna persona se quede esa noche mágica sin un pequeño detalle. Esto demostrará Amor, Ilusión, camino de Felicidad y Alegría. Si es importante la ilusión y la alegría en los niños, también considero importante la alegría de los mayores que los cuidan, se relacionan con ellos, viven y forman parte de su entorno.
(La imagen está tomada de Google)
Me sumo a esa ilusión de recibir. ¡Pero cómo se disfruta también buscando el regalo perfecto de los que nos rodean!
¡Qué tengas tu deseado regalo de Reyes!