Llevábamos un mes de obra en el piso, ya estábamos dando los últimos toques, es decir organizando, habíamos vaciado el piso entero, mudamos los muebles a un guardamuebles y nosotros nos quedamos en casa de mi madre, con la ropa imprescindible. El día antes yo estuve colocando la despensa, incluso subida en una escalera… a pesar de mi avanzado estado de gestación, pero era imprescindible, sabíamos que el niño, o la niña, porque por aquella época (año 1981) no se sabía el sexo hasta el mismo momento del nacimiento, iba a llegar pronto y la casa no se podía demorar más, así que nos dimos un buen tute cuando ya se fueron los albañiles y los pintores.
La mañana del Primero de mayo de 1981 me levanté cansada, era normal después del trabajo realizado los días anteriores, después de desayunar me senté a descansar un poco… sobre las doce de la mañana empecé a notar agujetas y así se lo dije a José Antonio y a mi madre «Tengo agujetas de la despensa», mi madre me miró y se rió, era mi segundo hijo, pero nada que ver con los síntomas del primer parto…
Las «agujetas» eran cada vez más fuertes y más frecuentes… me llevaron al hospital sobre la una de la tarde y directamente, sin pasar siquiera por el mostrador, me metieron en paritorio… Llamamos a Ana (médica amiga) y a Merche (matrona familiar), a esta segunda le dio tiempo llegar pero a Ana le había pillado en un contratiempo familiar y cuando llegó ya estaba todo finalizado.
Era sábado de feria de Sevilla y los médicos decían «¿Os habéis puesto todas de acuerdo en hacernos trabajar el 1º de mayo? A la una de la tarde ya llevaban 32 partos realizados…
Cuando llegó Merche ya estaba yo montada en el borriquete,una de las matronas entró y dijo: «¿Esta es de las modernas que no quieren nada? Se refería a ayuda en el parto… porque por lo visto ya estaba saliendo la cabeza… entró ella y dijo, esta es mi amiga y le vamos a quitar los últimos dolores… me pusieron algo para cinco minutos y el niño nació, casi sin sentirlo… Gracias Merche, eres una amiga genial.
Pues sí, entré a la una de la tarde y a las tres menos cuarto ya estaba el niño en el mundo… Cuando Merche me llevó al niño le dije: «Otra vez me quedo sin Teresa», el niño era morenito, con el pelo negro y muy tieso, pesó tres kilos seiscientos cincuenta gramos y estaba todo muy rellenito, un muñeco aunque de momento lo vi un poco regular…
Al llegar Ana me contó lo que le había pasado y por qué se había retrasado (había sido un asunto con el padre y el novio) nos reímos un rato y me zampó «Hija, es que tú no pares a los niños, tú los cagas»
Ese fue mi trabajo especial el día uno de mayo de 1981, cuando nació mi hijo Pedro. A él, como regalo especial, le dedico hoy este relato, para que conozca las circunstancias del día de su nacimiento.
Hoy Pedro cumple 31 años y me siento muy orgullosa de su forma de ser y de su realización en la vida… Bea cuídamelo mucho.
Bueno está lo que ocurrió, está dicho casi todo, falta algo poco importante pero tengo que contarlo, porque si no lo contará otros con mas mala leche. Cuando nació Pedro y ya subió a la habitación y llegó el momento de decidir de quién se quedaba con Loly, su madre se impuso como era habitual en ella, a mi me mandó a casa. Como dice Loly ha escrito era sábado de feria, Benito José que tenía casi 4 años estaba con mis padres y cuando salí del hospital, ni corto ni perezoso, me fuí a dar una vuelta por la feria, me parece que tardé mas tiempo en entrar y salir de la feria que el tiempo que estuve dentro. Cuando Loly se enteró de lo que había hecho, no me lo perdonó ni melo ha perdonado nunca. Ahí está lo que faltaba, felicidades Pedro
Por eso a ti te gusta tanto la feria y olé, jojojojo
[…] Un trabajo especial el 1º de mayo […]
Gracias. Y que nunca me hayas contado que he sido cagado… ajjaja me hace mucha ilusión que escribas esto por todo lo que supone. Y que ahora la casa en la que vivo es la misma en la que nací… y que ahora entiendo que mi hermano me dijera que nací cansado, leches si estuve con la despensa liado!!
Siento no ser teresa… pero ya con Lola creo que has superado cualquier «necesidad» de tener una niña en tu familia. jiji, escurriendo el bulto.
Gracias de verdad!!! :==( (llorando a moco tendido)