Hoy hemos estado en el Parque Nacional de los Glaciares, un paisaje muy desconocido en nuestra experiencia viajera y que ha estado lleno de agua, nieve, hielo, témpanos, naturaleza verde… y todo el día montados en un catamarán, desde las 9 de la mañana hasta las 16 h de la tarde. Otra experiencia que hay que vivir al menos una vez en la vida.
Si en Iguazú hacía calor y me picaron los mosquitos, hoy en la Patagonia hemos pasado frío hasta el punto de ponernos chaquetones, gorros…
Hemos estado en el Parque Nacional de Los Glaciares, a unos 40 minutos de El Calafate, la sensación de ver el lago helado por sus orillas fue grande, es un paisaje al cual no estamos acostumbrados, ni siquiera es frecuente que vayamos a la nieve, por lo cual la impresión de que esos témpanos de hielo se vayan haciendo cada vez más grande hasta formar montañas es algo que no se podrá olvidar.
Hemos podido contemplar y acercarnos con el catamarán al gran glaciar Upsala, al glaciar Spegazzini y al glaciar Seco. En todos ellos hemos podido comprobar pequeños desprendimientos que, según la guía, se están produciendo porque son glaciares que van en retroceso debido al calentamiento global de la tierra.
Comprobar esas montañas de hielo es precioso, hay que pensar que hay dentro del agua otro tanto solidificado. Se forman figuras caprichosas que hacen recordar animales, plantas, personas…
Casi todo el tiempo hemos ido en cubierta porque no era algo para ver entre las ventanas del barco, había que pasar frío, mojarse, sentir la fuerza del día soleado y comprobar que la naturaleza es muy caprichosa y que siempre tiene algo que hay que admirar.