Nada es igual después del Festival Zemos98 en la cultura de Sevilla. Parte 1ª

por José Antonio Jiménez Ramos

Probablemente habrá alguna gente que cuando se han enterado de la noticia habrá dicho sin ningún pudor: «Mucho han tardado en quitarse de en medio, porque esta gente de Zemos98 se creían el ombligo de la cultura y no son más que un grupo de niñatos que pretendían vivir de las subvenciones públicas para hacer todas las tonterías que se le ocurriera«. Cuando digo esto, sé lo que me digo, lo he escuchado o me lo han contado a lo largo de estos años, en más de una ocasión. Desde el primer momento, desde el mismo 1998, siempre ha habido personas e instituciones que han tratado por todos los medios que el Festival Zemos98 fuera un fracaso, apoyando con la boca chica, poniendo trabas casi siempre y sobre todo, desprestigiando en cualquier lugar la labor de este grupo de personas que supieron ser punta de lanza de muchas vanguardias culturales tanto en El Viso del Alcor, como después en Sevilla y más tarde en Andalucía, España y la humanidad.

Escribo todo esto desde la rabia y la tristeza de que una propuesta como el festival Zemos98 se vaya al garete por las malditas políticas culturales de nuestra sociedad. Conozco muy de cerca la labor de este colectivo por distintas razones, los primeros pasos del festival se dieron en mi casa y todas las etapas del propio festival las he vivido en primera persona y he estado en todas las ediciones y estaré en la próxima, que me resisto a aceptar que sea la última edición. Conozco bastante el trabajo y los sufrimientos de esta panda de personas entregadas en lo que creen y a lo que quieren dedicar sus vidas. Sé también que las realidades diarias de la gestión del festival han tenido satisfacciones y muchas singladuras e incomprensiones como queda claro en el artículo, pero hoy quiero decir de manera contundente NADA ES IGUAL DESPUÉS DEL FESTIVAL ZEMOS98 EN LA CULTURA DE SEVILLA.

No me quedo aquí, sólo hago una pausa en mi relato.

Continuará….