Una reflexión en voz alta (en el día de …)

por José Antonio Jiménez Ramos

Me voy a permitir en el día de hoy hacer una reflexión en voz alta aprovechando el supuesto día de reflexión. Este día, en realidad, es un anacronismo en una sociedad «supercomunicada» como la actual, ¿cómo se puede evitar en el mundo de las redes sociales y medios digitales de comunicación que un día después de la campaña electoral no se siga influyendo en el voto de las personas?.

Esa reflexión me la sugirió anoche Loly volviendo a casa, al contarle como había vivido la intervención de Antonio Maillo en el mitin de cierre de la campaña de IUCA en Sevilla. Ella tenía muchas ganas de ir, pero no pudo ser (el clima no acompañaba) y yo trataba de explicarle en pocas palabras las ideas principales del discurso. La admiración hacia Antonio la compartimos por muchas razones, unas de carácter político y otras, quizás las más importantes, por razones personales y profesionales. Era más de la una de la madrugada y no teníamos ni mente ni cuerpo para hablar mucho del asunto y me espetó un reto de manera firme, «mañana cuenta en tu blog lo que sentiste y así lo compartes con el que quiera». Y en ello me encuentro.

En las circunstancias del momento y después de casi tres horas de pie escribí este tuit

Que alguien diga, en un mitín abarrotado de público que está esperando la clásica «caña» a los rivales políticos,  que las soluciones a los problemas actuales son complejas dada la característica de que los problemas también lo son, es un atrevimiento que solo es capaz de abordar una persona de pensamiento fuerte y profundo.

Un poco más adelante también escribí este otro tuit en la cuenta de Iniciativa por Andalucía-Izquierda Abierta:

Para decir esto, Antonio Maillo, se paró un instante en el fragor del discurso y lo digo con contundencia, «el político tiene que ser un espejo emocional para reflejar las vivencias que transmite las personas que aquí estáis» y ese reflejo es que da fuerza para seguir avanzando.

Ambas ideas me llamaron profundamente la atención, porque estaban marcando, a mi entender, el perfil de una persona que no duda en ningún momento en decir que las que se dedican a la política tienen que tener claro que esa dedicación es temporal y que después de terminar su periodo político hay que volver a la actividad normal de cualquier persona como fue el caso de Julio Anguita o será el suyo.

Introducir una idea tan poco electoralista como la necesidad de dar soluciones complejas, mientras estamos hartos de escuchar de todas las partes que las cosas tienen un arreglo sencillo (1 millón de empleos, 475€ para cada andaluz gracias a la rebaja de impuestos, etc.) es mojarse mucho en otra dirección que el propio Maillo ha expresado por todos lados, «la izquierda tiene que hacer pedagogía del discurso político». Responde a la necesidad de que las campañas electorales son una oportunidad para poder explicar lo que sustenta a los programas electorales.

Pero introducir  la metáfora del espejo emocional como modo de advertir que las personas que se dedican a la política no pueden olvidar donde está la raíz de su actividad diaria, es una apuesta definitiva para dignificar la política. Perder ese enlace emocional es lo que permite que el discurso político se convierta en un desgranar palabras vacías de contenido.

Desde luego todo esto está dentro de un contexto como el de esta campaña que en el caso de IUCA ha sido modélica de principio al fin y que ha sorprendido, desde el principio,  a todos y a todas con este video:

No es necesario decir más sobre lo que ha supuesto esta campaña para IUCA y para Antonio Maillo.

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