Carolink Fingers
10.09.2008

Capuccino

por carolinkfingers

Me anduve quejando más de la cuenta y Alfredo, tan atento él, me había llevado a la pisicina aquel martes. Siempre pasa igual. A cierta hora, ya no soportaba más el potaje granulento que hacíamos todos en el caldo clorado, así que me lo llevé a la cafetería, pidiéndole un helado. Él nunca me negaba nada. Había una penumbra irisada en aquella terraza, que me reconfortó por un segundo del griterío y el calor, y casi me hizo olvidar. La mujer estaba al frente, embadurnando de grasa la espalda de la hija, ya colorada. No sé cuánto tiempo llevaban ahí, ni por qué ejecutaba el ritual de la crema en las mesas de la terraza y no en el césped. Alfredo regresó. Traía su sonrisa y un magnífico cono de sabor capuccino. Lo mejor eran aquellos tropezones redonditos, como cacahuetes de sabor café, como rocas lunares hechas para mi boca. Alfredo sabe lo que me gusta. Lo sabía. El sol cortaba ya en diagonal, pero su luz era igual de molesta, de insidiosa. Ahí lo vi. Ahora, la hija repasaba con amor de hija la espalda de la madre. Se aplicaba, impertérrita, sobre un tapizado que yo veía, desde la distancia, como un bajorrelieve de pústulas violáceas, como un puntilloso decorado de granos gordos como legumbres, cubriendo el pecho, los hombros y la espalda ofrecida por el bañador, que pedían de todo menos protector solar. Estaba hipnotizada. Tal dedicación ponía la hija en su cometido que, al cabo de un rato, me di cuenta de que el capuccino chorreaba lánguido sobre mis dedos y la blusa, y de que Alfredo estaba zarandéandome de un hombro para llevarme de vuelta a la piscina. Es una pena, con lo que me gustaba Alfredo. Y más el capuccino.

05.09.2008

Por qué soy contemporánea

por carolinkfingers


Por qué me siento bien entre compositores contemporáneos:
Aunque no tenga ni papa de música, soy una de ellos.
Escribo en un lenguaje que pocos entienden, como les sucede a ellos.
A este blog llegan cuarenta o cincuenta personas para leer cada nueva entrada, lo que se reduce a diez o doce cuando se trata de un relato. Con esto, puedo considerar que tengo casi el mismo público que uno de estos compositores cuando estrenan una obra nueva.
Confiamos ciegamente en nuestros procesos cognitivos, tenemos dificultades de relación interpersonal y nos remitimos exclusivamente a nuestra obra para tratar de comunicarnos con el mundo. Pero…
Creemos estar aportando una visión nueva, personal y diferente a la cultura contemporánea, aunque a nadie más parezca importarle lo más mínimo.
Nos expresamos en un lenguaje abstracto hasta decir basta. Nos odian por ello.
Algunos de estos compositores, incluso, hasta saben quiénes son Sonic Youth. Yo, por mi parte, ya sé pronunciar Stockhausen.

19.08.2008

Bombón

por carolinkfingers

– Ya, niños, a la caja.
El niño, con obcecación, se interpone entre su madre y el carro y deposita productos en la cinta.
– Ven aquí, Cristina. Deja eso.
– Buenas tardes, señora. ¡Vaya calor tenemos!
– ¡Tero chotolate, mami!
– ¡Cuidado con eso que son los huevos, hijo!
– Esta niña lo que quiere es un bombón.
– Mami, señó me ha dado tadamelo.
– ¡Qué rica, cómo habla!
– Álvaro, empújame esas cosas, anda.
– ¡Está bueno el bombón, ¿eh?!
– ¡Qué hartura de compra todas las semanas!
– Mami, tero upa.
– ¡Ay, qué salada!
– ¿Me ha pasado el tres por dos de los yogures?
– ¿Qué tiempo tiene la cría? Va a ser poco mayor que mi sobrina…
– Álvaro, ¡ten cuidado con los putos huevos! Cristina, bájate ese vestido, por Dios.
– Son ciento diecisiete con cincuenta. ¿Tarjeta de puntos? Ahí tiene, muchas gracias. Que tenga buen día.
El niño tira de la mano de la niña, que tira del vestido de la mujer. Se alejan hacia el pasillo, rumbo a un depósito de cadáveres de acero. El cajero se quita a tirones el chalequillo de cuadros escoceses.
– ¡Nieves! Hazme el favor, cierro la caja que voy al aseo. Un momento.

17.08.2008

Últimas dos horas y cincuenta y ocho minutos (reseña)

por carolinkfingers

«Últimas dos horas y cincuenta y ocho minutos»
Miguel Ángel Maya
Lengua de Trapo

“Últimas 2 horas y 58 minutos” es una primera novela o, mejor dicho, una primera publicación. Es ejercicio formal que no peca de formalismo. Es novela experimental, hecha con un sentido de la honestidad, con una cercanía tal entre autor y lector que no se parece a ningún experimento. Es un trabajo serio, dividido en dos. Se puede empezar a leer por la primera (o segunda) parte, o bien por la segunda (o primera) parte. Se cuenta entre las novelas de escape, de viaje o de carretera más desquiciadas y coherentes que se hayan visto en mucho tiempo. Tiene un formato de espejo, tiene un (falso) narrador omnisciente, y la excusa del amor, detrás de todo como impulsor. En ese espejo no se entra en disquisiciones morales y apenas estéticas, y en la imagen que refleja es, a menudo, más importante, lo que no refleja: el fuera de campo adquiere una fuerza curiosa. Es un libro que se debe sólo a sí mismo, avanza imparable por caminos de medio mundo en la desastrosa huída de los personajes, ensarta episodios delirantes y, a veces, pide ralentizar la lectura para elaborar debidamente la peripecia de esos dos seres oscuros. Es una exquisita ventana a las casualidades que dominan nuestras vidas, sin otorgar ninguna suerte de magia o bondad a esas casualidades: son, sin más. Entrar en el primer libro de un autor novel, por mucho que traiga el sello de ganador del VI Premio de Narrativa Caja Madrid y aparezca en Lengua de Trapo, puede ser para muchos poco tentador. Sáltense los prejuicios y verán.

//Publicada en Go Magazine, julio-agosto 2008//

11.08.2008

Siouxsie // Fib 08: crónicas

por carolinkfingers


Reina, maga, sultana, bruja. Lo ha sido todo por un rato frente a nosotros. Ataviada como una azafata de la retrógada serie «UFO», pero aún más estilosa, ha presumido de dotes de gimnasta y ha coreografiado profusamente cada canción, en un show que abrió con algunos de los temas más eficaces de su «Mantaray». Cercana, bromista y políglota, ésta es la nueva Siouxsie: nos dice guapos y guapas y se muestra orgullosa, tranquila en un repertorio que, quizá, no perdure en el tiempo, pero por ahora es el suyo. Por encima de «madonnas» y fenómenos varios, ella arrastra el saber hacer de muchos años de escenario; ahora bien, no esperábamos verla moverse en competencia con Shakira. «Here comes that day», «Loveless» o «Drone Zone» han ilustrado a la perfección a esta magmática mujer en su nueva faceta, que también tiene tiempo para desempolvar algunas de sus viejas y recordadas canciones («Hong Kong Garden», «Christine», «Israel»…); aunque el antiguo repertorio en las manos de estos nuevos músicos suena como una sinfonía tocada por un grupo de cámara, la oscuridad más punzante ha llegado con una carismática interpretación de «Nightshift». No deja de tener su poderío de bruja, pero ahora también puede ser hada buena.

Mejor momento: esos ojos alucinados con que nos miraba la diosa, en los gorgoritos finales de «If It Doesn’t Kill You».

// Publicado en Fiber Lunes 21 de julio //

11.08.2008

Death Cab For Cutie // Fib 08: crónicas

por carolinkfingers


Dura competencia para Death Cab For Cutie. Leonard Cohen, a un par de centenares de metros, comenzando con su «Dance Me to the End of Love», mientras Gibbard y su banda se hacían esperar un tanto… Cuando comenzó por fin el show, nos llevaron a los verdes prados de un campus recorrido por historias de desamor, o de amor probable, o de amor futuro, hermosas y genuinas. Porque cuando estos norteamericanos se deciden a poner los vellos de punta a base de pop -donde la energía hace pareja con la sutileza-, lo hacen requetebien. Ben, hiper-kinético, melenudo y saltarín, orquesta feliz a su banda entregando un concierto de puros hits encantadores: nos dejaron «The New Year», «Title and Registration», «Soul Meets Body» (con todo el aforo femenino tarareando ese «parapara pa pa»), «Crooked Teeth» y otro montón de preciosas gemas de nuestro tiempo -de las que recordaremos en veinte años más, porque de sintetizar la magia en canción, Death Cab For Cutie saben un rato. Para ponerse contemporáneos, miraron un rato a su delicioso «Narrow Stairs», y «I Will Posses Your Heart» maravilló, mientras «Cath» puso electricidad en el ambiente. La compenetración del grupo era el espectáculo en sí mismo. Entro lo agrio y lo dulce de su repertorio, primó esto último.

Mejor momento: ver a Gibbard arrojando la guitarra al técnico y saltando hasta el piano para continuar la impresionante introducción de «I Will Posses Your Heart», y agitar las melenas sin parar mientras tocaba.

// Publicado en Fiber Lunes 21 de julio //

06.08.2008

The Courteneers // Fib 08: crónicas

por carolinkfingers


Cincuenta personas aparecen como sus oyentes en el popular last.fm, pero en el Fibclub anoche había dos mil, tomándose la revancha de lo que acabábamos de vivir en el Verde. Vasos y líquidos describiendo parábolas y la carpa tarareando cada estribillo sin perderse. Su propuesta: nada de pintas. El estilo no se lleva. Pero sí la melodía eficaz, los cambios de ritmo frecuentes para apuntalar estribillos juguetones y los dos minutos y medio para cada trozo de punk-power-pop autoconsciente de su tibia originalidad, apegado al suburbio con centro comercial y a la diversión del adolescente eterno. Ya mismo son estrellas.

// Publicado en Fiber Lunes 21 de julio //

06.08.2008

Eef Barzelay // Fib 08: crónicas

por carolinkfingers


Eef Barzelay se quiere mucho, pero más nos deja quererle. Una fan le confesó su amor tan pronto como apareció en escena y él, tan contento, contestó que también nos ama. Sucedieron entonces cincuenta y cinco minutos en que, ambientados por el penetrante olor de la yerbabuena y con el esforzado, talentoso y bienhumorado trabajo de Eef y los suyos, disfrutamos como críos. Tanto, tanto se quiere el bueno de Eef, que en un momento del concierto (no sé si llamarlo «el mejor»), nos hizo corear «if, if, if», enseñándonos a pronunciar correctamente un nombre que ya ha provocado algún que otro error (tipográfico, entiéndase). El humor está en el centro de todo, canta con un guiño todas sus letras, se mete en el bolsillo con alusiones y saludos («esta canción está dedicada a las señoritas», dijo, en buen español, para presentar «The Girls Don’t Care»). En definitiva, facturó todo un conciertazo lúdico y energético, una lección de rock bien hecho con una banda perfectamente integrada, donde todo gira alrededor de «el hombre». Pero mire usted, don If, a las chicas no sólo les interesa la dulce melodía. Que la rabia y el buen rock’n’roll es lo que nos tenía allí pegaditas.

Mejor momento: por supuesto, se le hizo caso. El aforo cantaba: «¡if, if, if!».

// Publicado en Fiber Domingo 20 de julio //

06.08.2008

Bracken // Fib 08: crónicas

por carolinkfingers


A Chris Adams se le fue rompiendo la voz a medida que avanzaba el show. A pesar de la afonía, algún problemilla técnico con un ordenador, y estar tocando por primera vez juntos -según confesó-, sacó sus mejores recursos para completar un show sensible y entretenido. Con esta electrónica mezclada de sentimiento, a duras penas se hace bailar al público (aunque invitaran), y es asimismo difícil atrapar por la emoción. Sin ser tan sorprendentes como los añorados Laika, ni tan intensos como Lali Puna, propusieron vibrantes canciones aderezadas de secuencias, entregando texturas imaginativas, y el punto fuerte de una batería potente que aportaba la energía al show. Prometedores.

// Publicado en Fiber Domingo 20 de julio //

05.08.2008

José González // Fib 08: crónicas

por carolinkfingers


Es un hecho: éste es el año de los melancólicos, los adictos a la tristeza, las emociones dañinas y la angustia existencial. Llegar al Vodafone Fibclub a punto de comenzar el concierto de nuestro sueco favorito y hallar la carpa llena hasta los topes lo confirma. José llegó puntual, solo, abrazado a su guitarra, y se sentó al fondo del escenario, obligando a los fotógrafos a trepar a las tarimas. Él no quiere ser capturado, presumo, prefiere lanzar su andanada de sentimientos e intensidad desde lejos, porque se te acercas puede salpicar. Tocó, único en el escenario, con esa maestría que hace que suenen tres guitarras y un bajo donde sólo hay un instrumento, dedicándose a su primer álbum, «Veneer». Pasó con dulzura por «How Low» (ralentizándola), por «Down the Line» y «The Nest», temas de su último álbum, más oscuro en matices. Aplaudimos entusiasmados la llegada de «Heartbeats», cómo no. Durante un rato, se dejó acompañar por sus secuaces, solventes Yukimi Nagano y Erik Bodin en percusiones. Puso los vellos de punta con «Cycling Trivialities» -hipnótica, cargada de dobles sentidos- y se veía, si te fijabas bien, alguna que otra lagrimita entre los asistentes. Nos ha privado de algunos temazos y se ha despedido a la francesa, agradecido y sonriente, pero bien que ha hecho vibrar a todos nosotros, los adictos al pesar. Ay, José.

Mejor momento: «Teardrop», por esa forma que tiene González de hacer engordar la canción sólo con su guitarra.

// Publicado en Fiber Domingo 20 de julio. //

Acerca de Carolink Fingers
El blog Carolink Fingers está hecho con Wordpress 4.8.12 para ZEMOS98.
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