Mr. MM
10.02.2008

Algunos de los sucesos acaecidos en 1998 (y III)

por comcinco

De como, tras pesenciar una HUELGA histórica se produjo un histórico ENCUENTRO que me haría TEMBLAR. Un milagroso cumpleaños octogenario y un nacimiento emocionante. Los amantes, los que aman y los dos patitos. Últimas reflexiones en torno a MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y OCHO. Regresa al Futuro.

Previously on MrMM:ya hemos conocido los misterios que rodearon a aquel concierto de ZENDAL, y cómo la séptima copa de Europa ganada por el Real Madrid condicionó (para bien) aquel concierto. Pero un encuentro misterioso está por suceder, y no conocemos qué ocurrrió el día anterior al final de temporada de Expediente X. Algunas preguntas siguen en el aire.

**

En 1998 yo cumplí 22 añazos (los dos patitos) y fue el año en el que Julio Medem estrenó una de mis pelis favoritas: «Los amantes del círculo polar» , cuya protagonista imparte cursos de locución en un conocido programa de radio . Meses más tarde, Isabel Coixet estrenará su película más fallida, «A los que aman», peli muy irregular y manierista pero que adquirió un hermoso lugar en mi memoria por motivos biográficos y extracinematográficos. La vi acompañado en Sevilla, en el Avenida, ya que la oferta cinematográfica de Córdoba era penosa, sobre todo tras el cierre del cine Santa Rosa, curiosa historia de telepatía que reaparecerá en estos relatos pronto, pues así lo merece.

Una de las escasas opciones de la Córdoba de 1998 (y creo que lo sigue siendo) era la FILMOTECA DE ANDALUCÍA. Toda una suerte tener acceso a una programación alucinante y en v.o. pagando una entrada de 150 pts. En el mes de Octubre del año que nos ocupa, la programación estuvo presidida por un ciclo monográfico a Sergei Eisenstein, cuya foto encabeza este artículo (de los dos, el que tiene pelo).

Recuerdo que el jueves 1 de Ocubre hizo un día precioso, uno de esos en los que el verano se resiste a despedirse del todo, inundando el atardecer de un naranja eléctrico, pero en los que el Otoño comienza a dejarse la puerta abierta, dejando entrar la corriente. Aquel día tocaba ir a ver «La Huelga», su primera peli, de la que luego se avergonzó y cuya única copia secuestró para que no fuera exhibida (sin éxito, of course). A mí me gustó; recuerdo que ir a la Filmoteca me hacía sentirme un privilegiado y disfrutaba del nostálgico ruido del proyector (momento regreso al futuro) en la cabina.

Volvía a casa sosteniendo el peso de las reflexiones políticas que la peli me había dejado sobre la cabeza, y cabizbajo, me planteba los límites hasta los que se puede llevar un conflicto asociado a una huelga (¿como la de los guionistas de Lost?). Pues bien, llegando a la plaza de las tendillas, desde la esquina de David Rico, LO VÍ,

ESTABA ALLÍ,

ERA ÉL

ERA:

CHIQUITO DE LA CALZADA.

No daba crédito; llevaba años siendo FAN incondicional de él (lo sigo siendo). Y debo aclarar en este punto que hay mucha gente que no me toma en serio, y piensan que forma parte de una pose o que lo digo con la intenció de épater al personal, y nada más lejos de la realidad. Lo admiro profundamente y creo que su creatividad y sus hallazgos en el lenguaje, el movimiento y el sentido del humor han alcanzado una cota de excelencia que distan de ser ni siquiera imitadas por el resto de los mortales.

Verle frente a mí aquella noche de Octubre de 1998 me dejó petrificado, como una quinceañera frente a su pop star. Pensé en no acercarme, por pudor y por prudencia, en seguir adelante, conforme con la batallita para contar de habérmelo cruzado y punto. Pero metros antes de encontrármelo frente a frente, un grupo de chicas se acercaron a él y le pidieron un autógrafo. Él, con amabilidad y sosiego, sacó del bolsillo interior de su americana unas postales con su foto que traía previamente firmadas desde casa. Era mi oprotunidad, estaba lo suficientemente cerca como para unirme al grupo de chicas y así lo hice. Nerviosísimo me acerqué a él y, en un extraño efecto de mimetismo, le dije con tono chiquitero: – Chiquitooor! Tiene vd. un autógrafo para mirrrr??. Él me dijo que sí, por supuesto, pero hablaba como D. Gregorio, no como Chiquito, evidentemente. Y me dio esta reliquia que me acompaña desde entonces:

Cuando me lo dió estaba emocionado, y no sé por qué extraño resorte, en mi mente se iluminó una imagen: la de mi funda del bonobús. Semanas antes, mi amigo Pedro (el cantante de ZENDAL) me había regalado un pequeño recorte de periódico con la foto de Chiquito con uno de sus gestos singulares. Era un punto de foto y yo la pegué con papel celo en mi funda del bonobús, de modo que llevaba su rostro encima siempre, como un devoto con la estampita laica de un verdadero Santo. Pues bien, la saqué de mi bolsillo y se la enseñé (la funda del bonobús, claro), mientras le decia: -¡Chiquitooor! ¡Mire! ¡¡Que yo a vd. lo llevo siempre conmigo!!. Inicialmente él miró con extrañeza lo que le mostraba (quizás no daba crédito a mi grado de frikismo) y en cuanto descubrió de qué se trataba, el personaje de Chiquito de la Calzada entró en Don Gregorio y, en su habitual tono y prosodia me dijo: -Jarrrrll!! Pero si me llevas ahí pegaaadooooorrrr! ¡muchas graciaaas!. Y yo, mientras me retiraba haciendo reverencias (textualmente) le decía – Norr, gracias a usterrrr, gracias a usterrrr…

Dando pasitos chiquiteros me dirigí a la parada del 11, con una emoción contenida que sólo estalló al llegar a mi casa y grité lo mismo que luego plasmé en mi agenda:

***

Siendo justos, diré que aquélla emoción había sido superada en intensidad por la vivida meses antes, el 19 de Marzo, en el Gran teatro de Córdoba, cuando vi tocando el Concierto para violín de Sibelius (uno de mis favoritos) a uno de los mejores violinistas de la historia, Ruggiero Ricci el mismo día que cumplía … 80 años!! Fue algo impresionante. ver a este señor tocando con la intensidad de cuando era unniño prodigio.

O intensa igualmente fue la emoción sentida el 14 de mayo, en que mi amigo Ricardo tuvo que adelantar precipitadamente su vuelta de Nueva York porque una personita, su hermano Guille, llegaba a este mundo para quedarse.

Con esta miniserie recordando el año 1998 me he reencontrado con un chaval de 21/22 años que jamás se habría imaginado DIEZ años después tal y como hoy ES. Esto es REGRESO AL FUTURO. Creo que en este ENCUENTRO yo le he reprochado algunas cosas a él y él a mí, pero ambos hemos salido contentos.

***

Ahora estamos en 2075 y, si todo sigue igual, cumpliré 98 años en Junio. Aprovecho para decir que fue un gran acierto la decisión que tomé durante la DECIMA EDICION DEL ZEMOS98 y que si ocurrió lo que ocurrió, fue porque nadie podía evitarlo: ninguno de nosotros debe culparse; además AQUÉLLO trajo muchas cosas positivas.

Es el año DOS MIL SETENTA Y CINCO.

Suena a broma.

Parece Ciencia Ficción.

FELIZ 2075.Mr.MM

***

Quedan algunas incógnitas por resolver (expediente X, AQUELLO ocurrido en la 10a del ZEMOS98, el cierre telepático del cine Santa Rosa…) pero para ello, deberemos esperar a la SEGUNDA TEMPORADA.

***

5

comentarios

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comcinco dice:

Sencillamente magnífico. Ese encuentro con Chiquito de la Calzada y ese final a lo LOST… parece escrito por el mismisimo JJ Abrahams.

Saludos

Pedro Jiménez dice:

genial… plas! plas! plas! plas! 🙂

Anónimo dice:

interconexión chiquitocalzadiana…cuando veas el «habitación 98 – 02» lo entenderás…

y sí, lo que pasó en la 10a edición nada podía evitarlo.

te quiero!!!!

la bambola dice:

me encanta que le saques partido a las pequeñas cosas de la vida, es fácil ser feliz …

Miss you!

carmen dice:

feliz 2075, granfran

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