Mr. MM
05.01.2011

Cinema Vérité

por mrmm

01. flashback

Esta es la historia de un estudiante de medicina de 27 años que decide dejar Granada e irse a Madrid a estudiar Cine. Hasta aquí todo puede parecer más o menos normal, pero lo curioso de esta historia es que sucedió en  1962 (en medio de lo más gris de la España franquista) y que ese joven era mi padre, Rafael Martínez Sierra. De este modo,  en la recién bautizada como Escuela Oficial de Cinematografía (hasta entonces Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas) estuvo mi padre un año cursando la especialidad de Dirección (entre sus profesores, por ejemplo, Berlanga; entre sus compañeros, Olea, Borau o Miró). Año que, durante mucho tiempo después, ha sido evocado en las conversaciones familiares pues, aunque finalmente optó por su pasión investigadora hasta hacerse Catedrático en Farmacología, la influencia del cine fue y sigue siendo crucial en su (nuestra) vida.

02. plano secuencia. interior. tarde.

09/11/2010. Madrid. ca. 17h. Tras una extraña siesta (de esas demasiado largas) me levanto con una idea clarísima en la cabeza que, seguramente (no lo recuerdo), proviniese del mismo sueño  del que aún estaba escapando: – Ya tengo regalo de Navidad para mi padre: Voy a encontrar sus trabajos en la escuela de cine. Así, decidido, dispuesto, me lancé al ordenador que también reposaba a mi lado y comencé mi investigación. Yo no recordaba en qué año estudió mi padre, ni cuánto tiempo; ni siquiera recordaba dónde. Y no se lo podía preguntar, pues debía de ser  una sorpresa. Así que comencé a googlear un poco a tientas, hasta que llegué a la web de la ECAM, en cuya sección de historia encontré la pista de la EOC.

Comencé a escribir un confuso mail al Gerente de la ECAM, en el que no conseguía aclarar muy bien lo que buscaba, ni siquiera sabía dar fechas, ni siquiera sabía si había algo que buscar… La euforia post siesta comenzaba a remitir, dando paso a ese momento que ocurre en tantas ocasiones en la vida en que uno empieza a verle las costuras a la realidad, y de repente todo son problemas y dudas, sobre todo dudas; qué tontería, cómo va conservarse algo, de esto hace casi 50 años! Pf, bah, paso. Delete, delete. Descartar borrador. Apago el ordenador. Fin de la película.

03. Lo importante.

Ahora que toda la historia ha pasado vuelvo la vista atrás y lo veo claro. Se acerca lo importante: el momento crucial en el que todo cambia.

Voy al baño, me lavo la cara. Voy a la cocina. Me preparo algo, un té, creo. Y vuelvo al baño. Me miro al espejo y (ahora, sí, plano detalle a los ojos) me encuentro frente a frente con una pregunta que popularizó Manuela Trasobares: ¿Y per qué no? ¿Por qué no intentarlo?

Parecerá ingenuo mi relato en este punto, convirtiendo en épico algo tan sencillo, tan común y cotidiano como un diálogo interior, como la toma de una decisión sencilla. Pero ahora que empieza el año, ahora que hago balance del 2010 y que el 2011 se presenta ante mi como un misterioso libro por abrir, me visualizo tomando esa determinación «VOY A INTENTARLO» y me gusta. Y me juro a mi mismo que me lo voy a repetir cada vez que dude, cada vez que me rinda. Hacer las cosas ES intentarlo.

04. secuencia de acción en estilo epistolar.

Enciendo mi ordenador con una nueva euforia: la de la decisión tomada. ¿Al Gerente? No, voy a escribirle al Director de la ECAM, Fernando Méndez-Leite. Al ataque:

«Estimado Sr. Méndez-Leite: Me dirijo a vd. con la esperanza de que pueda ayudarme en la búsqueda que acabo de iniciar y que le expongo brevemente a continuación.  Mi padre, D. Rafael Martínez Sierra (que en la actualidad tiene 75 años), estudió durante algunos años la especialidad de Dirección en la antigua Escuela Oficial de Cinematografía, formando parte de una de sus promociones (aunque creo que no se tituló finalmente, debió de cursar estudios entre 1962 y 1965, aproximadamente). Él recuerda, a menudo y con bastante exactitud, anécdotas y experiencias de aquellos años de formación y, a pesar de que su carrera profesional se alejó del cine, siempre ha mantenido un recuerdo vivo de dicha experiencia. Cita como compañero de estudios, entre otros, a Pedro Olea.
La cuestión es que en los últimos años ha entrado en un proceso bastante rápido e irreversible de pérdida de visión debido a una
degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y esto me ha empujado a iniciar una búsqueda que llevo años postergando y que quisiera que fuera más rápida que el fastidioso proceso que afecta a mi padre. Y es que me gustaría recuperar, acceder o simplemente saber si existen aún los trabajos (cortometrajes y mediometrajes) que me consta que realizaron los alumnos de dicha especialidad en aquel organismo, la E.O.C., predecesor según leo en la reseña histórica de la web, del organismo que vd. dirige y donde, según tengo entendido, usted también estudió. Debo aclarar que realizo dicha búsqueda sin su conocimiento, con idea de sorprenderle en caso lograr el objetivo. Agradecería cualquier información que me coloque sobre la pista de dicho material, que confío haya sido conservado y que espero poder encontrar con la celeridad que las circustancias explicadas más arriba imponen.

Reciba un cordial saludo, agradezco de antemano su colaboración. Francisco Mateo Martínez Cabeza de Vaca»

Reconcozco que al darle a ‘enviar’ tuve un nuevo ataque de inseguridad y visualicé mi mail en una bandeja de correo no deseado en mitad de la nada, pero el paso estaba dado y no había vuelta atrás. Tal es así, que A LA MAÑANA SIGUIENTE!!, el Sr. Méndez-Leite ya me había respondido a mi demanda:

«Querido amigo, efectivamente las prácticas rodadas en la EOC – al menos en su mayoría – están conservadas en Filmoteca Española, por lo que debería dirigirse usted a esta entidad y contactar con María García Barquero para localizarlas.  Es cierto que yo también estudié en la EOC, pero no coincidí con su padre, que espero se encuentre mejor de sus dolencias.

Un afectuoso saludo y quedo a su disposición. Fernando Méndez-Leite»


JA! La historia empezaba a fluir. Ahora sólo quedaba cruzar los dedos y confiar en que entre esas «prácticas rodadas en la EOC» hubiera algún material firmado por mi padre. Escribí inmediatamente a la responsable de la Filmoteca Nacional citada por el Sr. Méndez-Leite, y de nuevo (yo no sé qué tendrá ese momento de darle al botón de ‘enviar’) pensé que mi investigación acababa ahí. Mais non! De nuevo con una celeridad inaudita, sólo unas horas más tarde recibí respuesta de la Sra. Gª Barquero.

«Estimado señor: Tomamos nota de su consulta. En unos días le ofreceremos información sobre la existencia de materiales de las prácticas en la EOC de su padre y la posibilidad, en caso afirmativo, de facilitarle un duplicado.

Atentamente, María García Barquero. Jefe del Servicio de Cooperación. Filmoteca Española»

Arrrggg!! Estaba cada vez más cerca, pero aún no había nada. Contención, era el espíritu. Ese «en unos días» me sonaba al famoso «ya le llamaremos», eufemismo de «hasta luego, Lucas». Pero la rueda estaba girando ya, no había vuelta atrás. Y al día siguiente, al no encotrar respuesta, me lo volví a repetir; y el segundo día de espera, y el tercero, cuando ya casi me había convencido de que lo importante era participar, que ya daba igual, que había sido bonito mientras duró. Hasta que el cuarto día me encontré este mail.

«Estimado Sr.:Perdone el retraso en contestarle, pero le confieso que me he despistado y no he respondido a su petición. No obstante, sí que trasladé su solicitud respecto a El viudo (Rafael Martínez Sierra, EOC, 1962, ) para que nuestro Servicio Técnico le hiciese una copia de esta Práctica de la EOC. Creo que para finales de este mes de noviembre tendremos la copia en DVD y volveré a ponerme en contacto con usted para entregársela, bien por correo certificado (a nuestro cargo) a la dirección que me indique, bien para que la recoja en mano en nuestra sede.Pidiéndole de nuevo disculpas por no haberle contestado, le saluda atentamente. Eduardo Sastre Gómez. Servicio de Cooperación. Filmoteca Española»

SÍ!! Por fin lo tenía: una certeza. ¡El Viudo! Claro, cómo no lo había recordado. Ése era el título del corto que, al final del curso, había realizado mi padre en la escuela. Él nos había contado algunas veces su argumento, pero yo lo tenía completamente olvidado. Incluso una vez leído el nombre no lograba recordar mucho más. Sí recordé que alguna vez, viendo alguna película en la tele o en el cine, mi padre reconocía como actriz secundaria a Elena Flores, una de las protagonistas de su corto. Así, que, con la alegría intensa de ver colmadas las más optimistas de mis espectativas, esperé tranquilo a recibir el mail (una semana más tarde) en el que me confirmaban que podía recojer la copia en dvd de El viudo. Con ella en mi poder, fui corriendo desde la sede de la Filmoteca hasta mi casa.
Y, horas más tarde, ya visionado el corto, con la emoción de haberme encontrado con un episodio no previsto de mi historia, escribí a Don Eduardo Sastre, a Dª María García Barquero y a Don Fernando Méndez-Leite, dándoles las gracias por ser mis cómplices en esta secuencia de detectives en el tiempo.
..
05. epílogo
Mi padre, que paradójicamente enviudó muchos años después de aquel 1962, filmó con asombrosa maestría una breve y compleja reflexión sobre el deseo y sus recovecos, sobre la soledad, el error y la culpa. Y hace unos días, 48 años después, la noche del 24 de diciembre de 2010, tras la cena y los regalos, por fin se cerraba este círculo, esta visita inesperada a una etapa anterior a mi propia existencia y a la de mis hermanos, pero que nos conectaba con el principio de todo lo que ha pasado después, esa otra película real que está siendo nuestra vida.
Al darle al ‘play’ del dvd, viví, junto a mis hermanas, mi hermano  y mi padre,  los 4 minutos de cine más especiales que recuerdo. Cine de verdad.
.
.

10

comentarios

comentar
Cri dice:

¡Qué emocionante, amico! Me habría encantado verle la cara a tu padre…

labambola dice:

Rendondo, Fran!
Qué bueno que lo hayas subido a youtube. A favoritos!
Ya te dije que me parecía un regalo fascinante, ganas de que me lo cuentes en persona!

Brutal Fran, brutal… en estos momentos (por las fechas) en las que el regalo parece que también está en crisis (lo digo por la gente que mira el precio antes para saber si es un buen regalo o no) me parece que esto que has contado en este post resume muy bien cuál es mi idea de regalo… eres un maestro!!! Y está bien que te hayan respondido con tanta celeridad desde las instituciones… a veces ocurren esas cosas mágicas!

Goio dice:

Felicite, por favor, a su padre. Por el corto y por el hijo.

Louise dice:

Cine de verdad y acto de amor hacia tu padre de verdad e infinito.
On a pas besoin de réalité, on a besoin de l’infini, de l’infini, de l’infini…
Louise pleure

Lula dice:

Qué bonito!! y emocionante, es como un cuento de navidad laico 🙂 El corto muy chulo, le vas a poner la música?

abrelatas dice:

Anoche me conectaba a Twitter en el Iphone y pensaba: «Fran tiene razón, voy a hacer un experimento, estar un mes sin conectarme a twitter». Luego he llegado a la oficina y he incumplido mi promesa: he abierto twitter antes de leer tu post.

Twitter es como la comida. Cuando te pasas, te sientes culpable. Pero en el fondo, hay algo en ese alimento digital de no más de 140 caracteres, que es adictivo. ¡Dieta de twitter!

Y pensarás…¿y a qué viene ahora este con twitter? Pues verás, hace 2 noches, otro gran amigo como tú (otro medio-hermano) me devolvió a la realidad. Muchos de aquí lo conocéis. Es enfermero. Su trabajo está en la UCI de Pediatría de una pequeña isla al sur de Europa. Y me narró la crudeza de su trabajo. El día 26 de Diciembre se les murió un niño de apenas dos años.

Llaman a esta red de informaciones digitalizadas y globales «la nube». Bonita metáfora si pensamos en que la historia de mi amigo me devolvió los pies a la tierra. Igual que la tuya. Cine de verdad.

Se lo decía medio de broma a una persona en twitter, pero es que este post, lo podría haber escrito yo. Por eso, creo que lo mejor es trasladarte una respuesta acorde con lo que has hecho. Como dice DJ Spooky, si nuestra voz podría no ser la nuestra, haré como si tu padre hubiera contestado en palabras de mi padre (en otro texto, en otro contexto y en otro mundo…pero verás, que legítimamente apropiable en este caso):

«Un padre y una madre nunca tienen la sensación de acertar con la formación y la educación de sus hijos, por tanto, conviven siempre buscando la victoria y abrumados por una posible derrota. En realidad, siempre están a la busca de un buen final de un partido que sólo se termina cuando uno ya no está aquí. Un partido del que nunca se sabe a ciencia cierta el resultado del mismo. Pero hoy, por fin, después de leer tu texto me he atrevido a mirar de reojo el marcador para ver cómo iba nuestro particular partido, y con satisfacción y tranquilidad he visto que, vamos ganando…».

Gracias por sacarme de la nube, vamos ganando.

pedazo de post, pedazo de regalo y pedazo de hijo que ha criado el padre! un abrazo para ti y tu padre

Juan Jiménez dice:

WOW, buenísimo tu regalo, como dice Pedro, la IDEA de regalo que debería ser. Felicidades.

carmen dice:

¡qué buena respuesta a tu búsqueda!¡muy grande!

comentar

Por favor, cíñete al contenido propuesto, sé respetuoso contigo y con los demás, con la ortografía y la gramática. Los comentarios pueden ser moderados por una cuestión de SPAM, pero además nos reservamos el derecho a no publicar cualquiera que resulte violento u ofensivo

Acerca de Mr. MM
El blog Mr. MM está hecho con Wordpress 4.8.12 para ZEMOS98.
Follow

Get every new post on this blog delivered to your Inbox.

Join other followers: