El libro La pasión de los extraños (Una filosofía de la amistad) de Marina Garcés, editado por Galaxia Gutenberg en 2025, nos da una perspectiva completa de la amistad y las relaciones entre las personas. Reflexiona sobre la amistad desde el punto de vista de los clásicos y nos lleva a conclusiones, bajo su mirada, de cómo los amigos y las amigas entran en nuestras vidas y forman parte de esa familia elegida a la que tanto queremos aunque no haya vínculos sociales ni familiares que nos unan.
Decían los clásicos que la amistad es algo tan bueno que nadie querría vivir una vida sin amigos. Hay una larga tradición filosófica y literaria que pone en valor la amistad y que hoy sigue vigente a través de las series, el cine y las propuestas de autoayuda. El centro de este valor es que se da la amistad pura, separada de cualquier vínculo social y familiar. El valor de la amistad se pone en el centro, porque si algo nos hace sufrir actualmente son nuestras vidas abocadas a la falsedad, al aislamiento y a la soledad no deseada.
Este libro parte de una sospecha hacia este ideal ético de la amistad. ¿Qué se esconde tras este ideal de pureza? ¿Cómo se ha podido mantener estable a lo largo del tiempo y a quién se dirige? ¿A quién deja fuera? ¿Nos sirve para explicarnos el sentido, el dolor y los miedos que atraviesan nuestras relaciones de amistad? Estirar el hilo de estas preguntas nos descubre otra manera de entender qué papel juegan los amigos y las amigas en nuestras vidas. ¿Por qué están ahí? Podríamos vivir vidas perfectas, perfectamente socializadas a través de la pareja, la familia, el trabajo o nuestras aficiones, y no tener nunca ningún amigo.
Hace unos años, estando con una amiga, nos atrevimos a definir qué es la amistad; dijimos que era poder estar en silencio sin la necesidad de recurrir a frases o preguntas que rompan el tranquilo momento de disfrutar de la compañía. A veces ese silencio es incómodo entre gente con la que no tenemos esa confianza y recurrimos a hablar del tiempo o de otras cosas vanales. “En el adivinar y permanecer callado debe ser un maestro el amigo: tú no tienes que querer ver todo”
“Estar juntos más que hacer algo juntos: esto es seguramente lo que distingue a los amigos de los meros contactos y de la gente de quien esperamos algo específico”.
Nos dice Garcés que hablamos de nuestros amigos y amigas como aquellos que siempre están ahí y que apoyan, cuidan y acompañan nuestras vidas, condicionadas por la incertidumbre y la precariedad. Tener amigos es como la certeza que nunca nos vamos a encontrar solos y que nos van a entender en la problemática que la vida nos va presentando.
Este libro nos hace reflexionar sobre los amigos y las amigas con los que no nos une lazos de parentesco y sin embargo, en ocasiones, nuestras vidas van más en paralelo que con aquellos con los que formamos familia. Hoy hablamos de esa familia elegida que hemos formado libremente y que está a nuestro lado y nos ayuda cuando reímos, cuando nos acompañamos o cuando nos necesitamos para superar la soledad.
“La amistad es a la vez tan cotidiana y tan rara que no hemos construido instituciones para ella. Para ser amigos no nos casamos ni necesitamos firmar documentos o inscribirnos en un registro, elaborar unos estatutos o aprobar un proyecto. Las relaciones de amistad están atravesadas por múltiples reglas, costumbres, rituales, formas de regulación, modos de expresarse y de reconocerse, pero, por alguna razón, nos hemos olvidado o hemos evitado convertirlas en institución”. ¿Por qué?. Cada uno de los capítulos de este libro nos va a dar pistas para descubrir algo de lo que ocultamos con la amistad.
Actualmente el gran amor por los animales está enmascarando una sociedad falta de afectos, una sociedad individualista que se mueve por los intereses de la sociedad del consumo y que no deja tiempo ni crea espacios donde la amistad pueda desarrollarse.
También actualmente llenamos el vacío de esa falta de amistad con las redes sociales en las que pretendemos encontrar personas afines que sean una ilusión de amigos. Nos sentimos dichosos contando la cantidad de amigos que tenemos en las redes y estamos pendientes de cómo interaccionan con nosotros sin caer en la cuenta que ese amigo virtual nunca va a poder llenar el vacío de las personas con las que nos puede unir una relación de amistad.
Nos dice Garcés que a través de los amigos aprendemos que ser quienes somos no depende solamente de quién nos ha criado y educado, sino de a quién hemos encontrado y con quiénes nos hemos vinculado a lo largo de la vida.
La lectura de este libro sería buena en Bachillerato como medio reflexivo de la vida. Su lectura nos puede llevar a través de las ideas de grandes filósofos y nos puede hacer aterrizar en situaciones de la vida cotidiana. Este debate puede ser enriquecedor para los estudiantes y pueden conseguir un aprendizaje de su propia experiencia con el tema que se trata.
Puedes ver la reseña completa en El Diario de la Educación, publicada el 23 de mayo de 2025.