Educación global para mejorar el mundo: Cómo impulsar la ciudadanía global desde la escuela. Fernando Reimer. (SM, 2021)

por Dolores Álvarez

Educación global para mejorar el mundo de Fernando Reimers, editado por SM en 2021, nos presenta un modelo teórico con el que podemos ayudar a hacer otro tipo de educación, integrando todas las perspectivas educativas para formar una ciudadanía crítica y justa, de modo que responda a las necesidades que se nos plantean cada día en este mundo incierto.

Tanto el alumnado como el profesorado necesita una educación global de forma que responda a las necesidades actuales que nos va exigiendo la sociedad. Este libro ofrece un modelo teórico multidimensional de la educación global que sitúa a docentes, directivos y otros integrantes de la comunidad educativa en el centro de la definición de lo que debería ser la educación de ciudadanas y ciudadanos globales y cómo debería desarrollarse. Su objetivo es dar orientaciones acerca de cómo educar al alumnado con una mentalidad global para que sea competente y responsable a la hora de actuar ante los desafíos mundiales de su tiempo.

“La ciudadanía global empieza por casa, por la comunidad”, explicó Reimers, agregando que “Cuando uno se interesa en comprender cuáles son las causas de la pobreza y cómo responder a un mundo de pobreza, no empieza estudiándolo en el sitio más lejano, sino en su comunidad, en la comunidad de al lado, en su país, y a partir de ahí va ampliando su comprensión de las esferas más inmediatas en la que uno vive hasta las más amplias donde uno también vive”.

Temas que son globales y locales a la vez, como la migración, el comercio, las relaciones internacionales, el cambio climático, entre otros, son clave para formar ciudadanía global, según Reimers.

Reimers nos pone de manifiesto que la educación debe ser para todos y todas en una sociedad democrática que atienda las diferencias y, como nos dice Howard Gardner en el prólogo, en este libro se argumenta que debería centrarse en temas importantes y desafiantes para nuestro tiempo y para el futuro ( la sostenibilidad, el cambio climático, las instituciones y métodos democráticos, el respeto a la diversidad, la preocupación social…) La educación debería ser global, es decir, para todo el mundo y al servicio de una población conectada globalmente.

Fernando Reimers reflexiona sobre esta educación y cómo podemos lograrla. Plantea cinco perspectiva en las que debemos centrarnos:

La cultural. Estudiando los contextos más cercanos y también los más lejanos.
La psicológica. Estudiando cómo aprenden los niños y las niñas.
La profesional. Viendo las habilidades, actitudes y disposiciones que necesitan los docentes para enseñar.
La institucional. Necesitamos las instituciones para que faciliten los cambios necesarios.
La política. Necesitamos apoyo y competencias políticas que hagan crecer la escuela y apoyar a los docentes.

Alcanzar y mantener esta educación global de la que nos habla Reimers sería más factible si confluyen estas perspectivas anteriormente mencionadas. El propósito de este libro es acercar el conocimiento académico y el conocimiento práctico sobre la educación de ciudadanos globales.

Nos dice Reimers que comprendió que las competencias ciudadanas son esenciales para que los estudiantes puedan ser arquitectos de sus propias vidas y que la educación para la ciudadanía es el camino lógico para empoderarlos en este sentido.

“Mi esperanza es que el enfoque de la educación global que presento aquí sea valioso no solo para los académicos estudiosos de la educación global y del cambio educativo, sino que proporcione, además, una base teórica a los profesionales en el campo de la educación global y permita un diálogo más fructífero entre las comunidades de académicos y profesionales”.

Esta visión de la educación me parece muy necesaria para el mundo en que vivimos. La sociedad es plural y necesita del respeto de todos sus habitantes. Esta perspectiva de la educación pienso que debe ser asumida por los docentes y las administraciones de forma que podamos mejorar el mundo en que vivimos y que la justicia social sea un bien al que podamos acceder toda la ciudadanía.

En definitiva, un libro recomendable para agentes sociales, docentes y políticos, de forma que puedan entender este modelo de educación, con su fundamentación teórica, y podamos proyectarlo en el alumnado para que en el futuro podamos disfrutar de un mundo mejor, donde se respeten y valoren las diferencias, donde se sea dueño de nuestros propios pensamientos, donde haya justicia social y respeto a los derechos humanos…

Puedes ver la reseña completa en El Diario de la Educación, publicada el 2 de octubre de 2024