En el libro de «Educar es emocionar» de M. Ángeles Jové y Andrea Zambrano, nos hacen reflexionar sobre la importancia de la relación, sobre la importancia de la escucha a nuestros hijos e hijas.
En ocasiones estamos presentes con ellos y ellas pero pensando en qué tengo que hacer con respecto al trabajo, mirando el móvil, viendo la tele…, es decir, es una presencia ausente. Nuestros niños y adolescentes se percatan de esta falta de plenitud al estar con ellos y desde luego no es nada positivo para nuestra relación con ellos y ellas.
Es bueno recordar el poema «Escucha» de R. O’Donnell, para reflexionar sobre esta forma de escucha activa a la que nos estamos refiriendo.
Escucha
Cuando te pido que me escuches
y tú empiezas a aconsejarme,
no estás haciendo lo que te he pedido.
Cuando te pido que me escuches
y tú empiezas a decirme por qué yo no debería sentirme así,
no estás respetando mis sentimientos.
Cuando te pido que me escuches
y tú piensas que debes hacer algo para resolver mi problema,
estás decepcionando mis esperanzas.
¡Escúchame!
Todo lo que te pido es que me escuches,
no quiero que me hables ni que te tomes molestias por mí.
Escúchame, solo eso.
Es fácil aconsejar.
Pero yo no soy un incapaz.
Tal vez me encuentre desanimado y con problemas,
pero no soy un incapaz.
Cuando tú haces por mí lo que yo mismo puedo
y tengo necesidad de hacer,
no estás haciendo otra cosa
que atizar mis miedos y mi inseguridad.
Pero cuando aceptas, simplemente,
que lo que siento me pertenece a mí,
por muy irracional que sea,
entonces no tengo por qué tratar de hacerte comprender más
Y tengo que empezar a descubrir lo que hay dentro de mí.
R. O’DONNELL (El mosaico de la misericordia)
(Imagen tomada del portal HacerFamilia)