Ceniza en la boca. Brenda Navarro. (Sexto Piso, 2022)

por Dolores Álvarez

Ceniza en la boca de Brenda Navarro es un libro para pensarlo, para tomar conciencia sobre el trato que le damos a las personas migrantes, sobre la vida que a cada persona le toca vivir por nacer en un determinado lugar. Es duro escuchar de boca de Brenda Navarro los sufrimientos que les ha tocado vivir, desarraigo, desigualdad, xenofobia, aporofobia…

Esta novela narra la situación de una familia que vive tras las injusticias que le va presentando la vida. Diego se suicida tirándose por el balcón de un quinto piso, su hermana cuidó de él desde pequeño, cuando su madre se vino a España en busca de un futuro mejor. Más tarde Diego y su hermana se vienen también a España. En México vivían a cargo de los abuelos. Cuando vienen a España pasan por la discriminación, la incomprensión, la aporofobia… viven la desigualdad a la que la sociedad los somete cada día, Diego en el instituto y la hermana en trabajos precarios. Ellos no querían Madrid porque no les gustaba y no la comprendían. Diego fue dando señales del malestar en el que vivía pero no supieron entenderlo.

Esta novela narra el viaje emocional de una joven que intuye las razones del suicidio de su hermano y protagoniza su propio síndrome de Ulises, en el que ni la ida ni la vuelta son realmente destino. Una historia de separaciones y abandonos, de pérdida e iniciación a la vida, en la que Brenda Navarro aborda con enorme valentía cuestiones esquivas como la desigualdad, la xenofobia o el desarraigo, y que la confirma como una de las narradoras más potentes y audaces de nuestra literatura. Escrito con el alma y las entrañas, Ceniza en la boca es un libro que quema y plantea la dolorosa pregunta de qué vida merece la pena ser vivida.

Este libro te hace pensar en el trato que damos a las personas migrantes que además de que vienen a ayudarnos, a hacer trabajos que los de aquí no quieren, los tratamos de forma injusta porque tenemos un sentido de la nacionalidad en el que no entran otro tipo de personas con costumbres y culturas distintas.

Diego, el adolescente que se suicidó, tuvo problemas en el instituto, no encajaba porque no aceptaban que fuera migrante y ante sus salidas disruptivas la solución que le daba el profesorado era expulsarlo de clase, no había comprensión de qué estaba pasando con ese joven que se revelaba ante las injusticias. Quizás si el equipo de orientación lo hubiera entendido se hubiera podido hacer algo para que Diego no hubiera sufrido tanto.

Estos dos hijos, Diego y la hermana, de los que habla la novela se sintieron abandonados por la madre, primero cuando ella se marchó de su país y después cuando ellos se trasladaron para estar con ella y tampoco les dio la ayuda y el calor familiar que necesitaban.

“ A ver, vamos a ver. Siéntate. Tienes que ser una mujer fuerte, porque ya eres una mujer, ¿verdad que sí? Sí, sí lo eres. Me voy a ir y ustedes se van a quedar, pero no para siempre… es por un tiempo, luego vendrán conmigo y todo estará mejor… Me voy a ir porque ¿qué hago aquí?… ¿Has pensado en Diego?… Tengo que confiar en ti y tú tienes que confiar en mí… Me vas a ayudar porque sólo ayudándonos te vas a ayudar. Lo que hagas hoy, lo que decidas hoy, te va a ayudar mañana. ¿Verdad que sí?”

Brenda Navarro nos muestra una realidad muy cercana que vive una parte de la población con la que convivimos y que no atendemos adecuadamente, los vemos lejanos, no confiamos en ellos e incluso hay gente que se muestran hostiles porque piensan que deben quedarse en su país y no venir aquí a quitarnos el trabajo; nada más lejos de la realidad, la sociedad es plural y debe ayudar y compartir con las personas sean de donde sean, las fronteras han sido inventos del hombre que hacen mucho daño y por este motivo no se respetan los derechos humanos y se falta a la justicia social que debe guiarnos para la riqueza y la mejora de esa sociedad plural.

Brenda Navarro nos está apelando para que reflexionemos sobre este tratamiento que damos a los migrantes, gente sin recursos, provenientes de otros países en los que su sociedad no les atiende y deben salir de su país, incluso dejando a sus familias, para simplemente atender a sus necesidades básicas y enviar dinero a los que dejan en su país de origen.

Esta novela “Cenizas en la boca” es un gran trabajo para analizar desde Secundaria porque nos da las pautas reales de por qué ellos vienen a nuestro país y cómo sienten el trato que nosotros les damos. Creo que hay suficientes motivos de análisis y de reflexión para que haya un cambio de actitud con los compañeros que se sientan en nuestras aulas.

Creo también que puede ser un gran libro para el análisis en los clubs de lectura que libremente se forman en torno a una librería o una biblioteca. Debemos analizar desde los distintos contextos para que la sociedad salga beneficiada de la pluralidad de las personas que la conviven.

“Y yo pensaba que la abuela tenía razón, que la vida no era justa, pero que no le había jugado chueco a nadie, al menos no a mi mamá, que nunca se dejaba abrazar y no abrazaba. Chueco, quizá Diego, que se fue, que no dijo adiós, que supo que la vida no era justa, pero que no se esperó a que yo lo abrazara. No nos violaron, hermanito, no nos han hecho un daño horroroso de ese que sale en las noticias, ni hemos naufragado en pateras, ni nos han pegado, ni hemos salido en vídeos virales en los que nos gritan de cosas, pero sí que estábamos lastimados y eso era lo más cerca que estábamos de ser iguales a todos a los que nos decían que nos parecíamos”.

Puedes leer la reseña completa en El Diario de la Educación, publicada el 11 de diciembre de 2024.