Paulo Cosín en su libro Para qué leer nos invita y nos justifica el proceso de la lectura como algo que engrandece a las personas y que es necesario para el desarrollo humano.
Nos hace reflexiones y propuestas para llevar a los jóvenes el gusto por la lectura.
Nuestro deber como educadores es fomentar en los jóvenes el gusto por la lectura, demostrarles que leyendo se aprende, te diviertes, conoces otros mundos, a otras personas… Una tarea difícil cuando te aferras a darles ese libro que no le llega, que no es de su mundo, que no le dice nada.
Algo imprescindible para que los jóvenes y cualquier persona se ponga a leer es elegir el libro adecuado, ese que te atrapa porque te sientes identificado, porque te gusta el tema del que se habla, porque en ese momento te absorbe y te dejas llevar por el relato de las palabras del autor.
Creo que en la escuela se dedica poco tiempo a la lectura, todo se deja para casa y después se manda hacer un trabajo o un examen de lo que se ha leído. Para leer hay que estar motivados y no es precisamente un examen el centro que más les motive. Si en vez de tantos exámenes se dedicara un tiempo a dialogar sobre lo que se ha leído quizás sería más motivador y serviría de conexión al grupo lector, entre ellos y con el profesorado.
Podéis ver la reseña completa en el Portal de INED21.