El capítulo 9 del libro«Esto lo hago yo» (Residencias de arte en la escuela) de Eva Morales Gómez (ed.) está dedicado a la experiencia que Antropoloops llevó en el CEIP San José Obrero de Sevilla, un centro con una mayoría de alumnado migrante y etiquetado como «centro de difícil desempeño» por parte de la Administración educativa. Está situado en un barrio obrero y acoge también a niños y niñas de un poblado chavolista. Los contextos también influyen en los aprendizajes y , en este caso es más que evidente por sus peculiares características.
La narración, de lo que estaban experimentando en torno a la música, está hecha de forma amena por Fran Torres y Rubén Alonso. En primer lugar destacan la buena disposición del profesorado y el Equipo Directivo ante tan novedosas propuestas de talleres. Fue el propio profesorado el que los invitó a relacionarse más con el claustro, circunstancia que invitaba a pensar que lo que hacían no les parecía nada extraño y que empezaban a formar parte de las actividades cotidianas del centro. Destacan también cómo el profesorado es capaz de convertir cualquier experiencia cotidiana en una posibilidad de reflexión y aprendizaje con su alumnado.
Dada la buena disposición y flaxibilidad del profesorado las intervenciones empezaron en las clases de Música y siguieron expandiéndose en Lengua, Inglés, Ciencias y Educación Física, algo que estaba facilitado por el enfoque multidisciplinar de los talleres y la actitud abierta del profesorado involucrado.
Llevaron a cabo, con el alumnado de 5º y 6º de Primaria, remezclas musicales y diversidad (SANJOMIX), historias de vidas musicales con la gente del barrio, cartelería, podcast, intercambio sonoro con el alumnado de un colegio de Varsovia (¿A qué suena tu colegio?), collages sonoros con músicas tradicionales de todo el mundo, loops musicales, collages sonoros con historias de vida musicales del alumnado, intercambios sonoros con un colegio de Estambul…
Uno de los objetivos es que el alumnado interactuara con la remezcla. Al lado del mapamundi que ya existia en el colegio con todas las nacionalidades del alumnado se colocó el mapa sonoro con las historias de vida musicales de los miembros de cada familia «un universo común lleno de canciones que encapsulaban sus experiencias vitales y las de sus familias, entre mundos que se dejaban atrás en otros países y otros que se abrían en Sevilla»
«La celebración de lo común en lo diferente que transmitía la remezcla musical y gráfica de las canciones encajaba perfectamente con la educación inclusiva y centrada en valores que el colegio desarrollaba en el barrio»
Fran y Rubén se sentían satisfecho el trabajo se había expandido a las familias y al mundo » Todo encajaba: lo que estábamos haciendo, el esfuerzo, los debates en el grupo de trabajo, el diálogo en el pasillo con el profesorado, el trasiego de actividades y proyectos del segundo año, el montaje de la exposición… todo cobraba sentido»
Antropoloops fue el germen capaz de involucrar al profesorado en el desarrollo de la música, la educación y la tecnología y además tuvieron la suerte de que la Fundación Carasso apoyara el proyecto.
Una experiencia muy particular donde la música llega a ser protagonista y entrelaza culturas entre distintas nacionalidades. Una experiencia con la cual el alumnado y el profesorado se nota que ha disfrutado. Una experiencia en la que las familias y el barrio han interrelacionado. Una experiencia en la que se ha abierto la escuela al mundo y se ha trabajado con distintos países. Una experiencia de educación expandida que haría falta que se replicara en otros centros y otras comunidades. ¡Enhorabuena, Antropoloops!