22.11.2020
La educación, un engranaje bien trabado
por Dolores Álvarez
Cuando hablamos de educación parece como si fueran los niños y las niñas los que solo deben aprender, si ellos y ellas no estudian los conocimientos que el maestro o la maestra les imparte, algo va a fallar, va a haber más suspensos, se van a bajar las estadísticas de aprobados y por tanto el centro va a empezar a tener mala fama, algo que preocupa mucho en esta sociedad. Nada más lejos de la realidad.
La educación es un proceso complejo en el que influyen muchos sectores (familias, docentes, instituciones, administraciones, sociedad…) y que con la conjunción de todos ellos saldrá la educación hacia adelante para ayudar a los niños y niñas a ser buenas personas, a empoderarse mediante la educación para que su formación sea liberadora dentro de la sociedad y engrandezca la ciudadanía que nos hace marchar hacia un futuro más igualitario, más democrático, más justo… Está claro que mediante la educación las personas pueden salir adelante con sus propios pensamientos y siendo críticos ante lo que les rodea.
Pero no solo los niños y las niñas deben aprender. Todos los sectores influyentes que rodean a la educación deben ir renovándose y aprendiendo ya que son instituciones vivas que necesitan de evaluación , reflexión y cambio.
Miguel Ángel Santos Guerra en su libro «La escuela que aprende» (2020) nos invita a que nos preguntemos cómo aprende la escuela y nos propone una secuencia de verbos encadenados que nos pueden ayudar a esta reflexión, secuencia que deberá ir en bucle, como proceso continuo vivo que se practica y se vuelve a analizar para que verdaderamente se produzca esa reflexión continua que lleve a la mejora de la escuela. Estos verbos son los siguientes:
- Interrogarse: Es necesario pasar de las rutinas y preguntarse cómo podemos hacerlo distinto. Nadie dijo que fuera cómoda la tarea docente. No se trata de ir repitiendo año tras año prácticas que dejan a alumnos y alumnas por el camino, echándole la culpa a que no estudian, no le dedican tiempo, están mucho tiempo con las pantallas, las familias no colaboran… Al igual que avanza la sociedad, la escuela debe poner los medios para que ese cambio y adaptación se produzcan.
- Investigar: Se trata de buscar respuestas a las preguntas que nos hemos hecho, de indagar en nuestras prácticas, tratando de buscar evidencias que nos ayuden a mejorar. Si algo no da resultados debo buscar las causas dentro de mis propias actuaciones, no puedo echar balones fuera e ir mirando hacia otro lado. Tengo que preguntarme dentro de mí qué es lo que marcha mal.
- Dialogar: El proceso de investigación lleva consigo un diálogo entre los protagonistas de la escuela, entre estos y la sociedad. Todos los miembros de la comunidad toman parte en el proceso de diálogo. Para este proceso se necesitan estructuras organizativas que hagan posible este diálogo. Hay que crear espacios temporales de diálogo dentro de nuestra práctica porque solo con los puntos de vista de otras personas mejoraremos nuestras actuaciones.
- Comprender: A través de la investigación se puede alcanzar la comprensión de los fenómenos que son las finalidades educativas. «Son los profesores los que, a fin de cuentas, van a cambiar el mundo de la escuela, comprendiéndolo» (Pensamiento clave de Stenhouse que plasmaron sus alumnos en una placa, junto a un árbol que plantaron en 1982)
- Mejorar: La investigación busca mejorar la práctica y hay que preguntarse ¿Qué es mejorar? ¿Quiénes mejoran? ¿A qué precio se consigue?
- Escribir: Es necesario escribir sobre la investigación realizada, sobre las reflexiones que se han llevado a cabo, sobre los procesos, porque esto ayudará a poner orden en nuestros pensamientos. Cuando escribimos hacemos un esfuerzo en sistematizar y ordenamos el pensamiento. De esta forma podrán salir beneficiadas otras personas que estén en el mismo camino. El profesorado no escribe por falta de tiempo y de confianza de que lo que hacen no tiene valor, es necesario que se escriba desde la práctica y desde las reflexiones que se hacen a pie de aula.
- Difundir: Es necesario que el profesorado exprese su opinión de forma clara y sencilla en los informes de las investigaciones. De esta forma otros docentes y personas interesadas en el campo educativo pueden opinar y difundir dichas mejoras en las prácticas.
- Debatir: Al difundirse la investigación puede generarse una nueva plataforma de discusión de la que a su vez pueden beneficiarse los investigadores.
- Comprometerse: El debate profesional está encaminado hacia el compromiso eficaz. Discutimos para transformar las situaciones en las que la enseñanza tiene lugar. La educación es una práctica ética que nos debe llevar a un compromiso con la acción.
- Exigir: Es lícito y comprometido exigir las mejoras estructurales, materiales y personales que la escuela necesite. Hay que exigir desde nuestra condición de ciudadanos para el beneficio de nuestra sociedad en su conjunto.
«Estos diez verbos han de conjugarse colegiada, ética y políticamente. Colegiadamente porque es necesaria la participación de todos los integrantes de la escuela y de la comunidad educativa. Éticamente porque no se trata de conseguir mejoras técnicas sino morales. Políticamente, porque la educación está impregnada de compromisos ideológicos, sociales y económicos. No basta mejorar una escuela: hay que transformar las situaciones generales que atañen a la educación» (Santos Guerra).
Por los motivos expuestos anteriormente pienso que el profesorado no puede ser neutral, su compromiso ético con la docencia debe impregnarse de ideas que vayan hacia una mejora de la educación.
(La imagen de cabecera está sacada de creatusmanualidades.es)