Con motivo del ocho de marzo, día de la mujer trabajadora, nos han invitado desde el colegio Gil López a Edi (madre) y a mí (abuela) a las clases de Mario y Lola.
«El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, conmemora la lucha de la mujer por su participación dentro de la sociedad, en pie de emancipación de la mujer y en su desarrollo íntegro como persona». (Wikipedia)
Los niños y niñas están escuchando de madres, abuelas y hermanas mayores cómo son sus vidas como mujeres, en el trabajo, en la familia, en la sociedad… Una experiencia muy gratificante y motivadora que me ha hecho revivir los momentos únicos que se viven delante del alumnado, esos que te emocionan, que te ponen la piel de gallina, esos momentos en los que sientes que hay aprendizaje y que están interesados en lo que dices.
He empezado contando mi experiencia desde que comencé a estudiar hasta que me jubilé y en todo momento he estado pendiente de esas caras que demostraban curiosidad ante lo que les estaba contando, Lola está en 6º de Primaria y precisamente hoy cumple 12 años, buen momento para no olvidar la experiencia, porque ella fue nuestra primera nieta y porque tuve la inmensa suerte de estar presente en su nacimiento, algo que no olvidaré mientras mi cabeza esté llena de razón.
Mi mundo es la educación y por ella me moví profesionalmente y me sigue motivando cada día por encontrar nuevas experiencias que hagan vivir en la escuela el aprendizaje como camino hacia la búsqueda del elemento de cada alumno o alumna, ese motivo por el cual el trabajo no te va a resultar como una carga sino como un verdadero placer que hace que tu persona se sienta feliz en su día a día.
Después habló Edi de su experiencia en los estudios de arte dramático, su vida de actriz y de su experiencia como educadora de teatro. Habló de los 15 años que lleva ejerciendo en El Viso del Alcor como profesora de teatro con los distintos grupos. Experiencia que cuenta con verdadero sentimiento porque se ve que lo vive como su gran vocación que la hace sentirse realizada cada día en su trabajo.
Pasamos después a las preguntas y hubo participación, pero nos llenó de emoción la experiencia de un niño que contó la experiencia de su familia en voz alta, sin tapujos, de cómo sus padres estuvieron a punto de separarse porque el padre no participaba en las tareas de la familia. ¡Enhorabuena, valiente, por haber sido capaz de expresar tus sentimientos delante de toda la clase!. Eso te hace desahogarte y hacerte más fuerte ante las contrariedades que cada momento nos va poniendo la vida, eso te va a ir marcando el camino para que veas que ante la adversidad hay que aprender y saber encontrar el camino que te engrandezca como persona.
Gracias Sole por la invitación, todo un lujo haber podido compartir con tu alumnado esta hora.
A la siguiente hora pasamos a la clase de Mario que está en 1º de Primaria. Una clase llena de vida en la que ellos y ellas querían contarnos muchas cosas de sus experiencias, como es natural y propio de su edad. Los hemos escuchado y hemos hablado un poco de nuestras respectivas profesiones. Mario nos presentó a su mamá y a mí. Hemos hablado de las tareas en la familia, de las niñas en el deporte, de sus verdaderas tareas y compromiso en el colegio…
La charla en 1º ha sido más dispersa, tenían muchas ganas de hacer su momento del desayuno y nosotras se lo estábamos alterando.
Gracias Alicia por habernos dejado compartir este momento en tu clase.
Para mí ha sido una experiencia gratificante. Los niños y las niñas deben educarse en igualdad y nuestro testimonio como mujeres les ha ayudado en su educación por este camino. Ojalá en las familias se siga también por este camino y no se haga diferencia de sexos en cuanto a las tareas de estudios superiores ni de tareas dentro de la familia. Ojalá la sociedad aprenda de una vez que no se puede diferenciar por sexos en ninguno de sus sectores, que haya más mujeres directivas, científicas, emprendedoras…; Ojalá la transformación de la sociedad atienda la igualdad como el camino certero para su propio desarrollo.