«Menudo teatro» nos sorprendió con «Los Figurantes»
por Dolores Álvarez
«La palabra teatro viene del griego y significa “lugar para contemplar”. Se trata de un arte que busca representar historias frente a una audiencia, combinando actuación, discurso, gestos, escenografía, música y sonido. A menudo se le llama también teatro al género literario que desarrolla las obras que serán representadas en escena…
A su vez, el teatro suele estar constituido por una diversidad de elementos que son necesarios a su naturaleza… También son fundamentales en una obra la dirección y la actuación. Otros elementos accesorios son la escenografía, el vestuario y el maquillaje». (Definición ABC)
Edi Carrascal, como directora, nos volvió a sorprender con su trabajo, saca emociones de sus actores y actrices , llega al público cual rayo fulminante sin poder dejar de mirar hacia el escenario y contemplar cuánto trabajo han llevado a cabo ese grupo de hombres y mujeres para los que el teatro ha supuesto una verdadera revolución en sus propias vidas, una verdadera transformación personal.
Durante la «contemplación» de la obra (como nos dice la propia definición de teatro) se nota cómo transmiten, se nota cómo dominan el escenario, se nota cómo se meten en los distintos papeles que representan, se nota que no es un pasar para representar, el trabajo de nueve meses da sus frutos como cuando esperas con gran ilusión lo que en un principio concebiste. Gracias, Edi, por hacernos sentir tanto. Se nota cómo tu pasión pasa a ser tu trabajo, sin entorpecerte las barreras que en muchos momentos te hacen saltar.
No hay que olvidar que el teatro es una creación colectiva que se va configurando en los ensayos para llegar a un público. El trabajo colaborativo de la dirección y los actores y actrices es importante, no pueden vivir el uno sin el otro. Gracias a Quini, Carlos, Manoli, Toñi, Mª José, Anastasio, Gari, Teresa, Mercedita, Antoñita, Ana, Lucía, Mercedes, Mari Carmen, Marina, Antonia, Consuelo, Eulogio, Alfonso y Arturo. Cada año tenemos la suerte de disfrutar con vuestro trabajo y… ¡ya van once!.
El teatro es una expresión de la cultura, es importante para el ser humano ya que con él se manifiestan sentimientos, emociones, miedos, injusticias, dudas… se interpretan obras reales o ficticias y se trata de divertir al espectador o de hacerlo pensar. Es muy buena la primera escena de los guardas, Quini y Carlos, en la que se plantean cómo salir del atolladero de que no salgan los actores ¿Qué haces para aguantar? ¿Es posible no pensar?… Es imposible no pensar, nuestro cerebro siempre está activo y dejar de pensar sería nuestra desaparición, puedes pensar trivialidades, puedes estar recordando algo pero en definitiva, siempre estamos pensando.
Los Figurantes es
una divertida comedia de
Sanchis Sinisterra que plantea la rebelión de los figurantes contra los protagonistas. Los figurantes toman el escenario dando lugar a situaciones disparatadas y surrealistas que, en realidad, tal vez no se alejan tanto de la vida real, como pudiera parecer… En un marco metateatral, con unos personajes hilarantes y unos diálogos ágiles e ingeniosos, la comedia está servida. Y entre carcajada y carcajada, una pregunta para la reflexión:
¿realmente somos nosotros los que dirigimos nuestra propia vida?
Tras sonar repetidamente las trompetas que anuncian la entrada del archiduque, nadie aparece. Los guardas de la corte aguantan la lanza estoicos hasta que, pasado un buen rato, comienzan a inquietarse y a preguntarse qué sucede, disimulando como pueden ante la mirada del público, y buscando cómo salir airosos de semejante situación. Poco a poco van entrando en escena el paje, el comensal 4º, la postulanta, el pueblo, la cortesana 5ª, los tres frailes capuchinos, el prisionero 3º, el alguacil, una novicia, las damas 5ª y 6ª y el metalúrgico 8º hasta formar un grupo de figurantes de lo más variopinto, que toman decisiones inesperadas ante la ausencia de los protagonistas y dan lugar a situaciones insólitas que nos harán reír a carcajadas a la vez que plantean un debate teatral y vital, ambos unidos de la mano, de realidad y/o apariencia, que va tomando forma a lo largo de la obra en la que los personajes acaban ‘desvistiéndose’ en reivindicación de lo auténtico o sustancial frente a lo aparentado. (Blog de la obra)
En palabras del propio autor: «¿Quienes son esos seres anónimos y oscuros que el dramaturgo arroja displicentemente al ruedo de la acción? Sin molestarse siquiera en darles nombre, cifra ni voz – a veces sí, unos versos, una sigla ordinal, apenas cuerpo…- les hace deambular como aturdidos por la trama; bultos opacos, sombras que discurren junto a la incandescencia de los otros, los verdaderos hijos de su fantasía: los protagonistas. […] Ocurre a veces, sin embargo, que los comparsas se rebelan. Esas figuras grises, desvaídas, casi sin rostro y con papel exiguo, deciden de repente parar la representación, revisar el reparto, cuestionarse la obra y plantearse el gran interrogante: ¿Qué hacer? No es una tarea fácil. Y el primer obstáculo lo constituye precisamente su significancia, ese casi-no-ser que hay que sacudirse para acceder al nombre propio, a la significancia, a la presencia, a la querencia, a la acción. Para, en definitiva, dejar de ser «fondo» y llegar a ser «figura»; figurar, al fin, sin seguir siendo mera figuración.»
José Sanchis Sinisterra (Valencia, 28 de junio de 1940) es un dramaturgo y director teatral español. Es uno de los autores más premiados y representados del teatro español contemporáneo y un gran renovador de escena española, siendo también conocido por su labor docente y pedagógica en el campo teatral. Vinculado al estudio y a la enseñanza de la literatura, ha reivindicado siempre la doble naturaleza –literaria y escénica– del texto dramático. Además de sus obras, en su faceta de investigador y divulgador, Sanchis Sinisterra ha escrito numerosos artículos sobre teatro y participado en diversos coloquios y congresos dedicados al arte dramático. (Casa del Libro)
(La foto pertenece a @ElVisodelAlcor_)