La soledad del Equipo Directivo (ED)

por Dolores Álvarez

 

El Equipo Directivo lo forman aquellas personas dispuestas a trabajar en beneficio de la comunidad educativa, sin importarles las horas de trabajo que dedican fuera de su horario establecido, que asisten a reuniones cansinas, que deben mediar en conflictos con familias y alumnado, que deben representar a la administración en los claustros, aunque a veces no estén de acuerdo con los planteamientos de la misma, que asisten en su localidad a acontecimientos sociales en los que esté presente el mundo educativo…son aquellas 3 o 4 personas que se llevan muchos palos porque para eso tienen ese «cargo» que en algunos casos resulta ser una «carga» por lo que conlleva.

El Claustro, en ocasiones, es ajeno a lo que sufre y trabaja el ED. Nos sentimos demasiado ignorantes a lo que, de verdad, está sintiendo en su trabajo este equipo de 3 o 4 personas imbuidas en la organización del centro. Hay gente dentro de los claustros que solo les importa lo suyo y van a preguntar solo por su problema, sin pensar en el gran listado de tareas que tiene este grupo de personas, quieren ver su horario, su grupo de alumnos y alumnas, su clase… todo lo que a su mundo pertenece, ignorando lo que es la comunidad y lo que se trabaja en beneficio de toda ella, se actúa de forma egoista, sin pensar nada más que en lo que a su trabajo particular se refiere.

El profesorado llega después de unas vacaciones preguntando, dando por supuesto que el primer día ya el ED lo sabe todo, nadie piensa que el ED también ha estado de vacaciones y que ese primer día debe ponerse en marcha en la organización del curso que va a comenzar. En este momento son más importantes las relaciones humanas que todo lo demás, los papeles pueden esperar. Preguntar ¿Qué tal ha ido el verano? ¿Cómo está tu familia?… Son pequeños detalles que van estableciendo positividad para los meses restantes de trabajo.

Olvidamos también con frecuencia, la acogida al profesorado nuevo en el centro, que debe suponer: enseñarle las instalaciones, presentarles al personal (PAS) y al profesorado, presentarles su equipo de trabajo… Tenía yo por costumbre hacer una ficha del profesorado nuevo, que cada año iba cambiando de color, estos datos me daban entrada a relacionarme con esa persona porque a mí me importan esas conexiones personales que se establecen en la comunidad y además se establecía un diálogo, a puertas abiertas, por supuesto, que empezaba a crear un buen clima. En este encuentro se le informaba de cómo era el centro, en toda su extensión y se le daban pautas de cómo trabajábamos.

El Centro es una comunidad educativa y debe trabajar en equipo, de lo contrario no saldrá una educación de calidad para todo el alumnado.

El alumnado debe conocer a las personas que llevan los puestos de responsabilidad, que sepan sus nombres, que sepan dónde están y cómo acudir a ellos cuando lo necesiten. Tenía yo por costumbre pasar con mi equipo por las clases en los primeros días de curso, saludar a los grupos, hacer alguna broma, distendir la situación de los primeros días, relajarlos para que no nos vieran como ogros que solo ponemos»partes», ofrecernos a ayudarlos en todo lo que esté en nuestras manos. «Mamá hoy ha venido la directora a mi clase y me ha dicho que me parezco mucho a ti», es la ventaja de haber estado en esa misma comunidad durante muchos años seguidos.

Las familias son parte de la comunidad educativa y, por tanto hay que estar con ellas, en permanente relación, atenderlas cuando lo necesiten y ofrecernos a la conexión en la educación de sus hijos e hijas. De nada sirve lo que se haga en el centro educativo si después en la casa se hace de otra forma. Al principio de curso redactábamos una carta de bienvenida, en ella iban los cargos, los teléfonos, el horario de la orientadora…  y les informábamos de las novedades del curso que empezaba.

La página Web del centro es un excelente medio para informar de todo lo que vaya aconteciendo, eso lo agradecen mucho las familias y se van sintiendo parte de ese equipo de personas que está trabajndo en beneficio de la mejor educación de sus hijos e hijas. Para eso, después de la petición de los permisos pertinentes, hay que estar siempre, cámara en mano, recogiendo instantáneas que puedan servir para informar qué se hace en los centros. «Me dijo una vez una abuela de una niña que le encantaría ver cómo era una clase, cómo se enseñaba a 30 adolescentes que siempre están hablando», la invité a mi clase para que viera cómo lo hacíamos pero nunca llegó a venir, decía que le daba vergüenza, que qué iban a decir los chiquillos»

El Equipo Directivo, echa muchas horas de trabajo, restándoselas a su horario personal, y que en pocas ocasiones se les reconoce. Por parte del profesorado debería haber más comprensión con estas personas que, aunque representen a la administración, tienen sus emociones y, sobre todo, son personas, profesores o profesoras que están haciendo un servicio a la comunidad de la que tú, como profesor o profesora, vas a beneficiarte. En ocasiones no estaría mal que se reconociera su trabajo, bien en claustro o a nivel personal, porque «a nadie le amarga un dulce» y motiva mucho el saber que el esfuerzo que has hecho tiene su recompensa.

Lo importante es que cada una de las partes se sienta integrante del centro y así la suma de las partes harán un todo que beneficiaría en la educación de calidad.

Cuestión de detalles que crean un clima favorecedor de una buena educación.

(La imagen de cabecera es de Google)

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