El lector cubano de tabacalera

por Dolores Álvarez

(Imagen de Google)

Esta mañana he escuchado en la Cadena Ser un relato digno de difundir y entrañable, que me dispongo a contaros con el compromiso de que cuando lo pongan en la red os pondré el original porque el acento marca mucho en todo este relato.

En las tabacaleras cubanas se elige a un lector o lectora que hace una prueba ante los trabajadores y trabajadoras y eligen democráticamente al que más les gusta. Estará leyendo mientras los demás trabajan haciendo puros, con la delicadeza que esas manos cubanas saben acariciar el producto. Siempre a este puesto se presenta más de una persona. El lector al que entrevistaron relata que él tuvo que competir en su entrada con un joven pero ganó él, al que ya la juventud se le está yendo.

En el proceso de selección de lecturas participan los trabajadores y trabajadoras, se les suele leer la sinopsis de una obra y por ella se guían pero si ya entrada en la lectura resulta que no les gusta se manifiestan abiertamente tirando al suelo la chaveta (cuchilla para cortar el tabaco) o bien golpeando con ella en las mesas.

El lector debe conocer el gusto de sus escuchantes y por eso habla con ellos en los descansos, el personal le comenta: «No leas tanto de política» «Lee algo más divertido» «Esa novela que hemos elegido no responde a la sinopsis, no me gusta»…

Es alabable este puesto, una forma de dar más cultura a los que no trabajan en ella. El periodista le comentaba al lector que su puesto se podía sustituir por la radio, pero es evidente que no, en la radio tú no puedes elegir que te lean una novela o un discurso político, te comentan y te dicen lo que otros programan, sin contar con lo que tú deseas.

En cierta forma me recuerda a las monjas que nos leían en el comedor aunque con la gran diferencia del objetivo que se marcaban ellas, enseñarnos a comer, lecturas religiosas y que comiéramos en silencio.

La lectura engrandece a las personas, abre campos en el entendimiento y crea expectativas de mejora. Nadie duda de la gran cultura de los cubanos y las cubanas.

«Ser lector de tabaquería era una profesión orientada hacia la difusión de la cultura y del conocimiento a los tabaqueros, que compaginaban sus luchas por el progreso económico con el deseo de mejora intelectual. Para ellos la lectura fue el medio de superarse y despojarse de la ignorancia que los encadenaba a un régimen de esclavitud económica, social y política, como era el colonialismo español». MSc. Zoia Rivera

Enhorabuena y gracias a la Cadena Ser por hacer visible esta figura tan entrañable en las tabacaleras cubanas.

Para saber más:

– El lector de tabaquería

– Las lecturas en las tabaquerías en Cuba