Quisiera entenderte, mi niño

por Dolores Álvarez

Nació un niño,

como tantos niños,

pero él,

él es diferente.

Su madre le llama…

su madre le llama,

él no le contesta,

será… ¿será sordo mi niño?.

Sus pies vuelan como el viento,

por las calles y plazas de su pueblo.

Quisiera entenderte, mi niño,

quisiera entenderte…

para poder ayudarte,

poder comprenderte.

Quisiera entenderte, mi niño,

quisiera entenderte,

para cuando seas un hombre

y la vida no te sea indiferente.

En la playa… juega con las olas…

esperando la rompiente,

su hermana le dice… su hermana le dice:

«Ten cuidao nene,

porque ahí hay mucha corriente»

Sus pies vuelan como el viento,

por las calles y plazas de su pueblo…

Quisiera entenderte, mi niño,

quisiera entenderte…

para poder ayudarte,

poder comprenderte,

quisiera entenderte, mi niño…

quisiera entenderte,

para cuando seas un hombre

y la vida… y la vida no te sea indiferente.

Este es el homenaje que Francis Carrillo le hace a su hijo Antonio, afectado por el síndrome del espectro autista.

Antonio es rubio, alto y ágil, le encanta su monopatín y correr…

intenta ser independiente, su familia y el colegio lo están educando.

Vive su propia realidad, pero no está ajeno a la nuestra,

su madre lo vigila continuamente,

pero él… él siempre está pendiente y no la pierde de vista.

Antonio se alegra cuando nos ve y sonríe.

Tiene marcada su avenida para jugar, nunca se cruza la calle…

todos lo conocen y lo quieren porque…

sin hablarte… te da una sonrisa o una mirada que te cautivan.

Gracias, Conchi y Francis, porque compartir charla con vosotros es todo un lujo.

 

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