Unas cuántas ideas de urgencias ante la propuesta de cambiar la Constitución de 1978 para consolidar que nuestro país no exceda de una cifra de déficit y de deuda que además se quiere modificar por el procedimiento de lectura única y sin que necesite un referéndum para ratificar o no la reforma.
El pasado 23 de agosto de 2011, en un Pleno de Las Cortes de carácter extraordinario con objeto de aprobar un Real Decreto de reformas de legislación fiscal, el presidente Zapatero largó una propuesta, previamente consensuada con el líder del PP, mediante la cual se reformaría la Constitución de 1978, para establecer en la norma suprema del Estado una medida de carácter económico-financiero, mediante la cual el Estado español no podría superar una determinada cantidad de déficit (está por fijar) y, al tiempo, una cantidad de endeudamiento público del cual no podrían pasarse toda la administración del Estado. Esta propuesta que fue aceptada por el PP, así como por CiU y PNV, con lo cual todo el centro derecha, burgués y neoliberal hacía una tenaza frente a la posición contraria, la izquierda, compuesta por IU-ICV, BNG, ER, Na-Bai que se opone, UPyD se mantiene en dudas, aunque parece que tiende a mostrarse contraria a la reforma.
Esto significa que esta reforma se puede hacer por el procedimiento de lectura única, que además supone que no es necesaria la consulta por referéndum a toda la ciudadanía, en definitiva una reforma exprés que limita de forma clara la capacidad del pueblo para decidir cual quiere que sea su futuro como país.
Por tanto, nos encontramos frente a una de las decisiones mas duras que se han producido en nuestra joven democracia, por parte de los grupos mayoritarios del parlamento. Es todo un Golpe de Estado a la Consitución.
La primera de las cuestiones es el contenido de la reforma, se trata de modificar un articulo a la Constitución del 1978 mediante el cual las administraciones publicas del Estado español se ajuste a no sobrepasar una determinada cantidad (se habla del 4%) de déficit (diferencia entre lo que se ingresa y lo que se gasta) y de otra cantidad, también por fijar, de la deuda (dinero que se pide a otras instancias para hacer frente a los gastos). A este respecto hay que decir, que optar por controlar el déficit supone una decisión arbitraria, en tanto que ello se basa en una de las teorías económicas y, por cierto, no la mas progresista, sino, al contrario, de un carácter más neoliberal. En consecuencia, se está legitimando una opinión y una idea económica y ello conlleva un enfrentamiento constitucional que hasta ahora no tenía nuestra norma suprema.
Se ha introducido en el debate una cuestión, que creo distorsiona el mismo, viene a decir lo siguiente: «Controlar el déficit no significa controlar el gasto, sino que se puede controlar también por el aumento de los ingresos, es decir, por el aumento de los impuestos». Siendo esto cierto, la realidad política actual y venidera, dado el consenso existente entre los grupos mayoritarios a este respecto, convertiría esta posibilidad en una quimera, ni la derecha, ni el centro y ni tan siquiera los partidos autotitulados como socialistas que tienen en sus manos los destinos de los países están dispuestos a subir impuestos y menos a los que mas tienen, solo hay que mirar las políticas que se llevan a cabo en nuestro país, ya sea por el PSOE como por el PP a este respecto. Es mas, incrementar los impuestos y distribuirlos equitativamente, supondría poner en marcha unís mecanismos de control del fraude, que dadas las prácticas actuales no suponen ninguna garantía para la generalidad de la población. A este respecto es interesante leer esto.
En tercer lugar y, no por ello, menos importante, el procedimiento que van a emplear para la aprobación de esta modificación es antidemocrático, aunque sea legal. Supone una quiebra del consenso constitucional, que hasta ahora se ha mantenido como sagrado en nuestra constitución y que ha sido utilizado hasta la saciedad para impedir el propio debate constitucional. En base a este consenso, no se ha podido abrir el debate de la libertad de educación, que es un ejemplo del mismo, ya que concretada por el artículo 27 se ha convertido en una losa sobre la escuela pública y las posibilidades de elección de centro por parte de las familias. Otro caso es todo lo referido a la Corona, que en base a ese argumentario constitucional no se ha podido llevar a comisiones de estudio de Las Cortes. Se pretende hacer una reforma en el final de una legislatura en dos semanas y con un carácter de oscurantismo dadas las fechas en las que se están haciendo, verano y época de descanso.
Finalmente, cuando venimos observando como la sociedad civil se fortalece a través de los movimientos #democraciarealya o #15M y los gobernantes actuales y los que preteden serlo, es decir PSOE y PP, se muestran receptivos a los mensajes de estos movimientos de buenas a primeras demuestran con esta decisión que les dan el culo a todos ellos y por si faltara poco, que es ya el remate de la jugada, gracias a las imposiciones de los mercados, de los bancos y de los países que instrumentaliza las prácticas más antisociales y neoliberales. Para ilustrar esto se puede pinchar aquí
Esta modificación de la Constitución constituye, a mi entender, el paso mas regresivo que se ha vivido en España en los últimos 35 años y supone un pérdida de soberanía real, porque ya no se hace con la pérdida de atribuciones ante un ente superior, como podría ser la Union Europea, sino ante instituciones que no tienen ningún control democrático como son los mercados y los bancos.
PARA SABER ALGO MÁS:
Un artículo conjunto entre Juan Torres Y Alberto Garzón.
Y UNA PETICIÓN QUE DEBE SER SEGUIDA: