Una Europa abierta es una remezcla

por José Antonio Jiménez Ramos

Este artículo lo escribí para que Tasio Oliver lo publicara en su web de campaña de Elecciones Primarias de Izquierda Abierta para las próximas Elecciones Europeas. Ha sido parte de mi apoyo a su candidatura, para la que os pido vuestro voto a través del proceso puesto en marcha por Izquierda Abierta y en el que podéis participar de la manera que se os facilita aquí. No se necesita pertenecer al partido y no te tomará más que unos momentos para inscribirte y ser elector o electora. Es una oportunidad de participar en la elección directa de nuestros representantes en el Parlamento Europeo.

Podéis conocer sus ideas en este video:

«Los que creemos que hay que abrir Europa estamos pensando en un espacio de encuentro entre culturas. Ese encuentro nos obliga a concebir una sociedad donde los derechos básicos estén cubiertos, pero al mismo tiempo que seamos capaces de repensar/reescribir de manera dinámica una sociedad basada en el común y en los derechos compartidos.

Hoy una sociedad justa obliga a abrir todos los espacios de confluencia, nos obliga a compartir nuestros saberes y nuestros pensamientos. Nadie es dueño exclusivo de sus ideas, todas provienen de la remezcla. La ciencia no se podría concebir sin el pensamiento mestizo, el arte es la expresión máxima de la interacción de las emociones, la educación no es (debería ser) más que un proceso complejo de mezclas de culturas, saberes y conocimientos.

Los que pensamos que Europa es mestizaje creemos que los derechos intelectuales se deben al común, al procomún, al dominio público y ello tiene su reflejo en el modo de abordar las publicaciones, al modo de compartir. Asistimos a una inflación de términos, incluso a una perversión de los conceptos. Se confunde creación con propiedad, publicar con derechos de autor, pensar con originalidad, en demasiadas ocasiones los defensores del derecho a la propiedad intelectual creen que ello está en contra de la copia, no comprende que una sociedad que avanza es una sociedad basada en la observación, en la relectura, en la reelaboración, en definitiva en la remezcla.

Para y por ello hace ya tiempo que están presente en la cultura universal, los derechos abiertos, las licencias Creative Commons, el software libre, el Open Access y en general todo aquello que busca una alternativa a una sociedad cerrada, donde cada cual vive su cacho de vida, al margen del cacho de los demás.

Por eso cuando tratamos de empezar con una andadura política basada en la apertura, nuestra apuesta es clave. La apuesta por una Europa abierta nos obliga a luchar por la desaparición de los derechos de las grandes empresas que limitan el pensamiento y la cultura de las personas. Nos obliga a forzar a los Estados a abrir sus fronteras mucho más allá que a la libre circulación de las mercancías, nos obliga a abrir los muros de las culturas, para que la realidad se imponga frente a las supuestas necesidades de los mercados. Los mercados no comparten, imponen. Las formas del trabajo asociado deben convertirse en la forma de abordar una sociedad abierta, las licencias de publicación tienen que permitir la expansión por vía del compartir frente al exclusivismo y al copyrigth. Requiere de un planteamiento socio-político que abra las mentes y las sociedades al compartir, porque el conocimento, la educación, la cultura, la ciencia, el arte, las emociones no son patrimonio de nadie sino del común de la sociedad. Es un patrimonio comunitario y remezclado.»