La revolución enredada. La libertad de expresión.

por José Antonio Jiménez Ramos

Siguiendo con mi análisis/reseña amplia del libro «El kit de la lucha en Internet» entro en el segundo contenedor del mismo que se dedica a Anonymous

Anonymous. A modo de preámbulo, la autora nos pone en antecedentes de las acciones que este «colectivo en red» llevaba a cabo antes de diciembre de 2010 en su objetivo de la defensa de la libertad de expresión y como de forma inopinada cambian el obejtivo de su Operación Payback #payback en plena crisis de WikiLeaks. Esta operación «era una ciberacción en la que personas que no necesariamente se conocen se habían puesto de acuerdo para «ciberatacar» una serie de páginas web que representaban el objetivo de la acción.» en palabras de la propia autora. El cambio se produce contra las empresas que bloquearon las donaciones a Wikileaks, consiguiendo hacer caer a webs tan importantes PayPal, MasterCard y Visa, fallando, no obstante, contra Amazon. A continuación Anonymous giró su objetivo y contribuyó a divulgar las filtraciones de WikiLeaks. La curiosidad de esta situación es que WikiLeaks y Anonymous no tenían demasiada filiación común, pero coinciden en sus objetivos de transparencia y lucha contra la censura. Como quedó claro en el anterior apartado WikiLeaks es un producto inacabado y se mueve dentro de la ambigüedad que permite Internet, por ello Anonymous y otros colectivos lo consideran compañeros de lucha en Internet. Por tanto vemos que Anonymous ondea junto, a esos otros colectivos una bandera imprescindible, la de la LIBERTAD. Aquí está la clave todos ellos trabajan por la libertad en todos los aspectos de la sociedad y en todas sus dimensiones, ello, según la autora, incorpora al «kitnet» «unas pocas palabras genéricas de uso común y sacan el lenguaje identitario privativo con el que las líneas políticas tradicionalmente buscan desmarcarse unas de otras«. Palabras sin marcas, «derechos humanos», «todos«, «libertad de expresión» y otras más que al igual que en el 15M se incorporan a un movimiento sin banderas y que actúan como palabras inacabadas cuyo significado está por completar. Continúa la autora desgranando una serie de aportaciones de la revolución digital a lo largo de todo este repositorio de contenidos, los bienes inmateriales, la libertad como derecho económico o una nueva esfera público-privada son elementos que enriquecen el «kitnet». En ese contexto y volviendo a Anonymous nos presenta a los anon; gente que, sin ninguna organicidad presente y patente, monta «ciberacciones» o acciones en la calle y que en definitva expresan una identidad colectiva. Aportación tambien al «kitnet», «los orígenes oscuros, la identidad colectiva y la desorganización radical«. Para finalizar realiza un repaso prolijo sobre las aportaciones al «kitnet» que se producen por las acciones de Anonymous y colectivos similares y que son fundamentales para conocer en profundidadla lucha en Internet. Describe el «swarming» muy relacionado con las formas de resistencia civil no violentas, pero que requiere de dos elementos: un horizonte compartido y el intercambio de acontecimientos y de afectos. El «kitnet» incrementa su contenido también, con las malinterpretaciones, que permite el uso de imágenes de cliché y la subversión necesaria en la red. También genera ciertas contradicciones y críticas dentro de los propios actores de la red y para resolver estos planteamientos acuden a la caracterización de las distintas acciones a realizar en la red, como son el «hacking«, el «cracking» y el «DDoS«, para ello se apoya en Richard Stallman que legitima las acciones de Anonymous en diciembre de 2010. Tras describir las caracteríticas tecnológicas de las acciones que antes nombraba, pone de relieve que los anon son un elemento clave en la lucha en Internet, por su propia condición anárquica y coordinada al mismo tiempo para conseguir el objetivo común, la libertad de expresión.