Tras la aprobación por el Consejo de Ministros del proyecto de la Ley Orgánica para la mejora de la Calidad de la Educación, algunas declaraciones permiten sospechar que pueden caer en las trampas que se han tendido por parte del Partido Popular
El pasado viernes 17 de mayo el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley de la LOMCE tras unos días de retraso derivado de la presión expresada el 9 de mayo. El gobierno se ha dado unos días para marcar una estrategia que les permita sacar adelante esta ley con algunos apoyos parlamentarios.
De momento han empezado a recitar una especia de «mantra» que consiste en lo siguiente:
«Lo único que no se puede hacer es no hacer nada cuando las cosas no funcionan»
Es decir hay que reformar por encima de todo, pero para nada justifican que las reformas tengan un determinado contenido. Es tanto como decir, que como las cosas no funcionan nosotros reformamos en la dirección que nos parece oportuno sin contar con la opinión de nadie que no sean los mios. A este respecto ya escribí, en su momento, como concebia el señor Wert el sentido de las reformas.
En concreto y refiriéndose a las educativas decía lo siguiente:
«La Educación merece una reflexión aparte. No es una exageración afirmar que se trata de la reforma más importante que la sociedad española debe afrontar»
Por tanto y, como reconocía un reciente artículo el Partido Popular en este ámbito de la educación está siendo coherente con lo que piensa. Todo se cuece en el espacio de la Fundación FAES.
Iñaki Gabilondo insiste en el sentido ideológico y de adoctrinamineto que tiene esta ley, podéis verlo aquí.
A pesar de esta claridad parece que al leer algunas declaraciones, da la sensación de estar predispuestos a acuerdos en el texto definitivo de esta ley, ya que esperan a como se desarolle el debate parlamentario para darle un apoyo que ahora no tiene. La Consejera de Educación de la Junta de Andalucía lo expresa de la siguiente manera.
Pero sobre todo, no se puede caer en el error de centrar las críticas en la cuestión de la religión. Es evidente que es un asunto importante pero no es el fundamental. Es más, creo que se está utilizando, la religión, de forma premeditada por el Partido Popular para marcar una estrategia que desmovilice la oposición a la ley.
Me explicaré, al centrar el debate en el reforzamiento de la Religión en el sistema educativo pudiera ser, que en ese tiempo supuesto de debate y consenso, por el que aboga el gobierno, pudiera ceder a rebajar esa presencia en el curriculo escolar, de tal manera que al ceder en este asunto quieran mostrar la voluntad de acuerdo, pero a cambio mantendrian el núcleo duro de la LOMCE, la segregación versus excelencia y puesta en manos de la educación privada, sobre todo religiosa, de una buena parte de la educación pública. Ese es el verdadero peligro. La plataforma #StopLeyWert lo vé de esta forma
Habrán observado que los elementos que aparecen son los referidos a los cambios retrogrados que propugna la LOMCE y apenas roza el asunto de la Religión.
Hoy mismo ha entrado el proyecto de ley en el parlamento y se comprueba que, a pesar de lo dicho por innumerables tertulianos, la religión aparece maquillada ligeramente. Es claro que de esta manera se está utilizando este debate de forma torticera.
Por tanto uniéndome una vez más a lo que es un clamor manifestado en la calle, hay que PARAR LA LOMCE.
Para ello la única negociación posible es la devolución de la ley al gobierno, la dimisión del ministro y la puesta en marcha de un debate abierto, reposado y poderoso para acordar unas bases fundamentales que sustenten una EDUCACIÓN PÚBLICA, LAICA, DEMOCRÁTICA Y DE CALIDAD.