Y DE LA ILUMINACIÓN, ¿NO HABLAMOS?

Doy cuenta de como en todos sitios cuecen habas, es decir, aunque seamos, al menos de boquilla, muy cooperativos, siempre hay quien es más y quien es menos. En este caso, con motivo de la Bienal de Flamenco de Sevilla, se ha producido un espectáculo muy peculiar, VaconBacon que me ha dejado unas impresiones que comparto con las personas que quieran leerlo.

En todo proceso humano se dan cita un conjunto de elementos que son imprescindibles para el desarrollo del mismo; he dicho imprescindibles y no menos. Esa necesariedad no quiere decir, que todos esos elementos hagan lo mismo o, incluso, tengan la misma presencia, sino que sin cada elemento, el proceso no se podría llevar a cabo. Esta obviedad se olvida con frecuencia, probablemente, por ser tan obvio, pero lleva a situaciones que son, cuando menos, chocantes.

Estas situaciones las llevo viviendo en segunda persona en el mundo del espectáculo artístico. No llevo a cabo este tipo de actividad, pero si mis hijos y sus respectivas compañeras, especialmente, me refiero a mi hijo mayor, Benito Jiménez (@bnitojimenez). Su trabajo es el de responsable de iluminación de bastantes espectáculos teatrales, de danza, musicales. En la inmensa mayoría de ellos, pese a ser el artífice del diseño de la iluminación no aparece en ningún lugar con esa responsabilidad. Aparecen el/los artista/s visible/s, las direcciones artísticas o escénicas, también las musicales, los propios músicos con mayor o menor detalle, pero muy raramente la iluminación y el sonido con nombre y apellidos.

Pero en el caso que me ocupa, en el día de ayer, 14 de septiembre de 2012, se produjo una situación muy rara. Fuimos a ver, invitados por nuestro hijo, el espectáculo «VACONBACON, CANTAR LAS FUERZAS» dentro de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Se trata de una propuesta del cantaor Niño de Elche, que se puede encuadrar, en términos de la propia Bienal como Flamenco y otras artes. Un espectáculo diferente, complejo y de una gran dificultad tecnológica, al margen del excelentísimo trabajo del cantaor. La rareza nos la encontramos en el programa de mano, aparecían todos los participantes del espectáculo, sin olvidar a ninguno, incluido «INGENIERO DE SONIDO Y DISEÑO DE ILUMINACIÓN Benito Jiménez». Joder, que bien, por una vez y sin que sirva de precedente ahí estaba, impescindible su presencia, como la de todas las personas que participan en el mencionado espectáculo. Sinceramente me dió una gran alegría y me sentí una vez más orgulloso de mi hijo y, en este caso, doblemente, por su trabajo, que es muy bueno y espectacular, como por su presencia en los créditos del programa de mano.

Al final del magnifico espectáculo, sobre todo, en su colofón con el apartado «cantología» en donde el Niño de Elche se atreve a hacer en un solo cante farruca, alegrías, tientos, tangos, bulerías, garrotín, peteneras, soleares, seguiriyas, debla y otros tantos (muy pocos cantaores actuales y pasados pueden enfrentarse a ese reto con suficiente garantía de éxito), se llegó a los aplausos de una audiencia entregada de manera muy sincera y, como no, la subida al escenario, invitados por el artista flamenco de los directores artìstico y musical, así como la responsable del dispositivo tecnologico y… se acabó. Se volvió a las andadas, faltaba gente en ese escenario.