MI PRIMER DIA DE CLASE PASIVA. Y UN HUEVO

Trato de relatar las vivencias de este primer día de mi vida en la que no estoy obligado por ninguna administración y/o empresa a prestar trabajo alguno, sin que ello me suponga no estar ocupado.

7 de la mañana: Suena el despertador, como cada día de tranajo. No, no me he equivocado y lo he puesto sin darme cuenta, es sencillamente que como ha ocurrido desde siempre que Loly entra temrano en el IES, yo me levanto a la misma hora que ella (en realidad es un poco más tarde, porque tarda algo más que yo en prepararse).

A continuación, preparo el desayuno, coo todos los días del año y una vez terminado y recogido subo a vestirme y enciendo el ordenador para hacer una comprobación. Quiero saber si el SENECA funciona tan bien, como que si yo quiesiera entrar en él no me dejara porque ya no estoy en activo. Y ¡oh, sopresa! Me encuentro al intentar cargar la página el siguiente texto:

En estos momentos estamos fuera de servicio.

Estamos esforzandonos para recuperarlo lo antes posible.

Sentimos las molestias ocasionadas

Primera consecuencia de mi jubilación, me he cargado el accceso a la página. ¿Qué significa ésto? No quieren que me vaya, no lo creo soy una gotita (bien gorda) de un sistema que va a funcionar mejor sin mi que conmigo. Digamos que ha ocurrido una curiosa coincidencia que me permite tener este pequeño recuerdo.

Ahora son las 8 y 10 de la mañana y caso estamos dispuestos a salir. Loly va a comenzar sus últimos 50 días como directora del IES Profesor Juan Bautista de El Viso del Alcor y como funcionaria en activo. Exámenes de septiembre a las 8,30.

Yo iré a la sede del EOE a saludar a mis colegas y dejaré las últimas cosas que tengo pendiente en la oficina resueltas.

Lo siguiente, lo iré contando.

He ido a una de las principales tareas que me corresponde en mi nuevo estado jubiloso, ir al banco. A las 9 estaba ya en la sede del EOE. Las limpiadoras estaban allí sin que nadie les hubiera dicho que tienen que limpiar y donde ya que el edificio es grande y está dividido por partes, Centro de personas adultas, Patronato Albaicín y EOE. Dentro de mis conocimientos les he ordenado la limpieza porque en los despachos del EOE había un dedo de polvo.

Son las 12,30, acabo de volver a mi casa de la sede del EOE donde he estado saludando y compartiendo con mis colegas los detalles del verano y las primeras impresiones del trabajo que tienen por delante. He estado terminando algunas cosas pendientes del curso anterior, hemos desayunado (yo solo zumo de naranja) y tras cuminar las tareas que tenía alli me he vuelto a casa, a continuar con este relato.

He vuelto a hacer la prueba de entrar en SENECA ahora la respuesta es USUARIO DESACTIVADO. Pues vale. Adiós, muy buenas. Tu pierdes más que
yo.

Esta tarde vamos a almorzar con nuestros hijos, sus compañeras y nuestra nieta en Sevilla; así hemos querido Loly y yo disfrutar del día. Me tengo que preparar.

Continuaré.

00,35 h. Un poco más de 12 horas después de mi anterior intervención va a concluir mi primer día de clase pasiva. Ha sido una terde intensa y llena de momentos, para Loly y para mi, irrepetibles. Como os decía hemos almorzado con nuestra única familia en un céntrico restaurante de Sevila. Hemos llegado tarde, como es nuestra costumbre, en este caso, por culpa de un sillón y de la lluvia que ha caído sobre esa hora. Lo del sillón lo contaré después.

Había reservado en ese sitio, porque a Loly y a mí nos recordaba tiempos del comienzo de nuestra vida en común y, en concreto, por unas papas aliñas que tienen estupendas. Luego ha resultado que el sitio está un poco decadente y pasado de rosca económica. En el momento de los postres le hemos regalado a nuestros hijos la posibilidad de recordar el día de una manera especial. También ha habido un regalo para Lola con motivo de su entrada en el cole de los mayores, tiene tres años y medio.

Al salir del almuerzo estaba una tarde casi otoñal, pero con una temperatura de final de verano y dando un paseo nos hemos acercado a la catedral a tomar una copa en un hotel nuevo que han puesto en unas casas antiguas del lugar. Un sitio muy «cult» según mis hijos. Vaya no ha estado mal, a pesar de que Lola, con la acción cómplice de Loly, se ha mojado las zapatillas de deporte que llevaba puestas y su madre ha tenido que comprarle unos zapatos nuevos, muy bonitos por cierto, para que no cogiera un resfriado de aúpa. Hemos seguido paeando por lugares céntricos de Sevilla hasta llegar a la calle Sierpes donde hemos tomado un café para concluir la tarde. Todo bajo el sentido del recuerdo de algunas cosas que han ido pasando por delante de nuestros ojos y que nos han traído a nuestras mentes tiempos no lejanos pero si anteriores a nuestras vidas después de estar viviendo 30 años en El Viso del Alcor.

Al final Lola se ha venido con nosotros a casa, porque los padres tienen trabajo este fin de semana en Granada en una actividad que organizan Guadalinfoy Zemos98 sobre Cultura Libre. Esta es una tarea de la más agradable que se me plantea, porque mañana Lola estará conmigo, mientras Loly termina sus tareas laborales todavía.

Decía más atrás que un sillón ha tenido parte de culpa de llegar tarde al almuerzo y también de que el día termine tan tarde. La razón estriba en que estaba, al mediodía, montando un sillón nuevo que hemos tenido que comprar, porque el mio estaba roto, cuando me di cuenta que faltaban tornillos, volver a empaquetar, para apercibirme de que los dichosos tornillos estaban metidos en los agujeros del sillón. Primer retraso. Y ahora cuando he subido para coger la ropa y escribir este resto del día me he dado cuenta que no tenía donde sentarme, así que me he puesto a montarlo en este momento, todo un portento de estupidez humana.

No ha sido un día normal, pero os aseguro que yo lo he vivido con una intensidad que aún no soy capaz de transmitir, espero poder hacerlo en los proximos días.